Procesos psicológicos implicados en el tránsito

Conducción psicología


Transitar es desplazarse de un espacio a otro, cambiar el espacio donde estoy a otro distinto.

Para el ser humano el proceso de cambio aunque sea beneficioso, tiene connotaciones dolorosas, procesos de duelos.

Las crisis de cambios se clasifican en Evolutivas y Vitales.

. Evolutivas: se pasa de una organización a otra, guardan un orden determinado y atraviesan presiones de su mundo circundante. (Nacimiento – Deambulación – Situación Edípica – Inicio de la Escolaridad – Adolescencia – Edad media de la vida – Tercera edad)

. Vitales: circunstancias que no guardan un orden y que pueden ser distintas para cada sujeto. Corresponden a contingencias del devenir. (Casamiento – Mudanzas – Cambio de trabajo – Paternidad – Casamiento de los hijos – Pérdida del trabajo – Ascenso laboral – Muerte de un familiar – Etc.)

El cambio juega un papel fundamental en la evolución y el progreso. Sin cambio, no hay vida.

Cuando se atraviesan estos procesos, el ser humano está más vulnerable porque los mismos son desequilibrantes. Se puede salir de ellos de manera adecuada o no.

Si hay un conflicto no consciente sin resolver, la persona quedará expuesta a perturbaciones.

El tránsito en sí mismo implica cambio, desplazamiento, abandono de situaciones conocidas y familiares. Sus contingencias despertarán, en la persona que se halla atravesando una crisis de cambio, ansiedades y se activarán emociones que alterarán la percepción del entorno y los objetos.

Se reactivan en estos casos ansiedades de la infancia vividas en el momento evolutivo de la locomoción. (Angustia de separación y reunión)

Hay factores que desembocan en la producción de un “accidente”.

En la Teoría del Accidentarse, desarrollada por el Dr. Julio Granel, médico psiquiatra y psicoanalista, fundador de CIPEA (Centro de Investigaciones Psicológicas) se destaca que “los accidentes no son casuales ni azarosos, sino consecuencia de un proceso inconsciente que conduce “fatalmente” al acto de accidentarse.”

 

El profesional explica que “en la génesis de un accidente participan factores que interactúan y se combinan.”

Factor humano: incluye una tendencia al accidente que está latente en el inconsciente y situaciones vitales generadoras de crisis que activan esta tendencia y se valen de factores externos.

Los factores externos serían la velocidad, espacio, tránsito, los cuales son elementos que adquieren una significación subjetiva; todo lo vuelve un medio apropiado para producir un accidente. Si a todo eso le sumamos el mal estado de las rutas, la mala señalización, las condiciones climáticas, esto potencia la situación emocional del sujeto incrementando la proclividad al accidente.

En situaciones menos comprometidas por los momentos de crisis, el sujeto está en mejores condiciones de manejar y eludir estas vicisitudes.

PERCEPCIÓN DEL ESPACIO

El espacio involucra el espacio interno y externo que en determinadas situaciones se entremezclan confundiéndose.

Para el sujeto el espacio puede volverse infinito, sin límite y provocar colisiones como peatón o como conductor, sintiendo que puede moverse en un espacio libre.

Por el contrario cuando la percepción del espacio se reduce, distorsiona la relación con los objetos provocando conductas temerosas y paralizantes. Estas alteraciones son facilitadoras de accidentes.

El tema del espacio está unido al tiempo.

Ejemplo: no calcular debidamente el espacio que se debe recorrer y el tiempo que insume el recorrido, va a provocar un aumento de la velocidad.

En general lo más común que se observa es la vivencia omnipotente que genera la fantasía de un espacio sin límites.

El desarrollo tecnológico puede producir conductas omnipotentes con el consiguiente descuido o abuso en el manejo de la misma, transformando el desarrollo cultural en un medio para el accidente.

En referencia al respeto a las normas de tránsito y los conflictos que generan su aceptación, los especialistas manifiestan que la observación de pautas, normas y límites remite a un momento de la vida infantil en el que el niño deberá aprender a controlar sus impulsos y adaptarse a “las injustas imposiciones de la autoridad del adulto”.

Los conflictos con la autoridad se pueden exteriorizar a través de transgresiones de las normas y pautas de manejo en el tránsito.

Hay personas que se vuelven transgresoras de las normas de prevención y seguridad aun cuando en otro orden de cosas no lo son.

Resolver estos conflictos y elaborarlos no siempre se logra en su plenitud.

Para revertir estas conductas desde la psicología se propone incluir en los programas de educación vial y prevención de accidentes la concientización, promoviendo la intensificación de alertas ya sea como conductor o peatón pudiendo llegar a renunciar momentáneamente al manejo del vehículo cuando se adviertan signos que puedan indicar el pasaje por estas circunstancias.

Fuente de datos: “Programa de capacitación para referentes comunitarios y líderes institucionales en conductas seguras y saludables en el tránsito vial”

 

www.concientizarparaprevenir.blogspot.com

 

One Response to Procesos psicológicos implicados en el tránsito

  1. Gloria dice:

    Excelente nota ! Gracias Maria. Teresa Cedrola y concientizar Para prevenir

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