El poder de la palabra en la consulta médica
En el siguiente artículo la Dra. Nora Reboledo se refiere a las particularidades de la atención a adolescentes.
Y cuando recibimos a ese adolescente en la consulta médica viene porque seguramente “lo trajeron” él casi nunca ha decidido venir. Y allí queda sentado, la mayor parte de las veces con su celular con el que no para de mandar y recibir mensajes, con sus auriculares puestos que son los que lo están aislando de un mundo que no quiere, no le gusta, lo angustia, lo aísla lo entristece y deprime. Y es ahí donde reside la importancia de la mirada, del vínculo que logremos con ellos, nosotros Médicos de Adolescentes.
Mirarlo significa entender, percibir lo que no dice, “de lo que no se habla”. Gran tarea tenemos por delante para generar un vínculo válido que le sirva a ese adolescente, para que sepa que a ese espacio al que “lo han traído” le pertenece, que allí será respetada y ejercida la confidencialidad y su privacidad. Creemos importante que siempre al recibirlo debemos presentarnos ante el adolescente, decirle quiénes somos, qué hacemos, por qué le haremos determinadas preguntas que hacen al abordaje de la salud integral.
Ese padre “simbólico” al que se refiere la Lic. Adriana Narváez deberá mirar desde la percepción de un riesgo que ya viene instalado para lograr aliviarlo y empezar junto a él un camino que será construido desde un Equipo Interdisciplinario como un “traje a medida“ y siempre junto con su familia o un adulto responsable. Pocas veces tenemos familia, una especie en extinción en estos tiempos.
No hay acá recetas mágicas, tratamientos infalibles, sabemos muy bien que la recaída es parte del tratamiento, no demonizamos el consumo ni perseguimos con pedidos de laboratorio. Empezamos un largo camino, un día a día con ese adolescente que de nosotros depende que nos termine contando lo que está sufriendo. Lo que padece y de lo que adolece.
No es de la droga de lo que debemos hablar. La droga es el velo que cubre las causas determinantes. Por lo tanto, será preventivo descorrer ese velo, y hacer hablar al síntoma para producir un acto transformador de la realidad. Así, desde nuestra concepción, el primer acto preventivo no será hablar, explicar ni alertar, sino escuchar. Escuchar lo que la droga tapa y los sufrimientos del adolescente. Del hablar al hacer, de las drogas a sus causas.
La mirada integral desde el desarrollo humano implica asumir una comprensión del problema del uso de drogas amplia y multidimensional; capaz de comprender que el abuso de sustancias afecta profundamente el ciclo vital, las potencialidades de desarrollo y los proyectos de vida de los sujetos; de entender que los problemas asociados tienen motivaciones culturales, sociales y económicas; de comprender que este fenómeno ejerce impactos sobre la salud de las personas y grupos, sobre la dinámica económica y social, sobre las normas que rigen el tejido social, y sobre la seguridad nacional e internacional.
Por tanto, sus soluciones requieren considerar la interrelación entre estas distintas dimensiones. El enfoque integral implica, además, movilizar recursos humanos de distintas disciplinas y alimentar los vasos comunicantes entre ellas, con el fin de responder al problema con una visión multidisciplinaria.
“Como nuestro oficio no se ocupa de las multitudes sino de seres humanos concretos y encarnados en contextos de alta vulnerabilidad social , nos toca acoger algunos ejemplares de esa humanidad a la deriva, que vienen, lo sepan o no, desorientados a pedirnos que les ayudemos a construir un destino, una estrategia de vida. Mal hacemos cuando tratamos de encorsetarlos en las categorías diagnósticas que aprendimos en la modernidad” Dr. Marcelo Viñar.
La Dra. Nora Reboledo, es Médica Pediatra, Especialista en Adolescencia, con una Maestría en Drogodependencias, y brindó en nuestro Colegio la conferencia “Socorro, adolescentes en la
Excelente tu nota Nora !
Gracias !