Andadores
Con el andador el niño se mueve más rápidamente y dispone de mayor movilidad, lo que puede provocar caídas por las escaleras y otros accidentes
Los andadores causan miles de accidentes infantiles cada año en la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos de América.
Las estimaciones, a partir de la información recogida en la European Injury Database, indican que, en los 28 estados de la UE, cada año se producen aproximadamente 580 lesiones relacionadas con andadores en niños de entre 0 y 4 años de edad, lo suficientemente graves como para necesitar asistencia sanitaria.
Muchos padres creen que los andadores ayudan a los niños a aprender a caminar. Sin embargo, los fisioterapeutas del Reino Unido culpan a los andadores de ocasionar 4000 lesiones anuales y afirman que distorsionan la capacidad de los niños para desarrollar capacidades visuales y para caminar y les impide explorar correctamente su entorno.
En Canadá, las caídas por las escaleras, por culpa de los andadores, son la causa más frecuente de lesiones graves en la cabeza en niños menores de 2 años. Por este motivo están prohibidos en este país desde el año 2004.
¿Por qué pueden ser peligrosos los andadores?
Se puede creer que el andador es seguro para los niños, ya que les mantiene entretenidos mientras los padres realizan otras tareas. Sin embargo, en un andador el niño se mueve más rápidamente y dispone de mayor movilidad y alcance, lo que puede provocar caídas por las escaleras, accidentes con estufas, picos de mesas o puertas de cristal. Proporcionan un equilibrio limitado a un niño que todavía no es capaz de mantenerse en pie o caminar. En caso de inestabilidad, vuelcan fácilmente.
¿Cómo se pueden producir las lesiones?
Caídas por escaleras: los niños que utilizan andadores pueden moverse rápidamente, alcanzar la escalera y caerse, lo que puede producir lesiones graves en la cabeza e incluso la muerte. El riesgo es mayor si no se instalan barras protectoras en lo alto de las escaleras.
Vuelcos: los andadores pueden volcar al cruzar superficies irregulares como los umbrales de puertas o alfombras.
Alcanzar elementos peligrosos: debido a la mayor altura y alcance que consiguen los niños en el andador, los padres deben ser conscientes de que muchos objetos domésticos pasan a estar al alcance de los niños, como por ejemplo: cables eléctricos, cazuelas con agua hirviendo, cortinas u objetos de las mesas.
Quemaduras: los niños que utilizan andadores pueden quemarse al tocar superficies calientes como las puertas del horno, radiadores, calentadores y chimeneas. También pueden quemarse al alcanzar y volcar líquidos calientes como sopas, cafés o aceite. Además, como el niño está erguido, la mayoría de las escaldaduras tienen lugar en la cara y la cabeza.
Envenenamiento: se ha demostrado que los andadores aumentan el riesgo de ingestión de productos tóxicos. El mayor alcance que consigue el niño con el andador aumenta la probabilidad de que lleguen hasta donde haya plantas, alcohol, tabaco, medicamentos, colonias o productos de limpieza, por ejemplo.
¿Qué hay que tener en cuenta al comprarlos o antes de utilizarlos?
La Alianza Europea para la Seguridad Infantil no recomienda el uso de andadores debido al alto riesgo de lesiones que suponen para los niños. Esto también se menciona en la declaración de postura conjunta de la Alianza y ANEC (voz de los consumidores en materia de normalización) que recomienda que se elijan alternativas más seguras que los andadores e insta a los profesionales sanitarios a que no fomenten el uso de los mismos.
En muchos países se han promovido modificaciones en el diseño para conseguir andadores más seguros (base más ancha, por ejemplo).
Si a pesar de todo, se decide comprar un andador, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
Comprobar que el andador cumple la norma europea EN 1273:2005 Andadores – Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
El andador no debe caber por las puertas para evitar que el niño pueda moverse de una habitación a otra.
Verificar que tiene un mecanismo de agarre para detener el andador al borde de un escalón.
¿Cómo utilizar el andador de manera segura?
Comprar una barrera de seguridad para las escaleras y asegurarse de que está cerrada en todo momento. Cierre todas las puertas.
Evitar que el niño utilice el andador en la cocina. Mantener al niño alejado de las superficies calientes y de los contenedores. Mantenga cazuelas y elementos calientes alejados de los bordes de mesas y encimeras.
Tener cuidado con los cables de los electrodomésticos que cuelguen y otros objetos que el niño pueda agarrar mientras utiliza el andador.
Evitar que el niño utilice el andador en habitaciones con chimeneas y otros sistemas de calefacción expuestos.
Mantener al niño lejos de los baños, piscinas y otras fuentes de agua cuando utilice el andador.
Permanecer con el niño cuando utilice el andador y restringir el uso del andador exclusivamente a superficies lisas. Ayudar al niño a cruzar puertas o alfombras.
Asociación española de pediatría