Fin de año: corridas y estrés
Por Lic. Gisela Holc*
A esta altura del año, donde todo pareciera ir más rápido, donde la sensación general es de corrida, pareciera que no solo se termina el año sino que: ¡se termina el mundo!
Venimos de un año lleno de obligaciones, compromisos y nos encontramos verdaderamente cansados. Sin ser esto suficiente nos esperan aún días intensos de cierres de balance, de reuniones de evaluación, presentación de informes, exámenes finales, miles de eventos sociales y diciembre se transforma así en un caos. El mundo gira y pareciera que desde atrás nos vienen corriendo. En medio de este clima general de estrés y alboroto muchas personas sienten colapsar.
Vemos en el consultorio tanto adultos como niños tensionados, agobiados, tanto con malestar físico (problemas gástricos, taquicardias, dolores de cabeza, dolores musculares, etc.) como emocionales (ganas de llorar, irritación, sensibilidad, dificultad para concentrarse, entre otros). Es importante registrar lo que el cuerpo y la emoción nos intentan decir. Tanto el cuerpo como el estado emocional nos dan indicios que debemos saber interpretar, decodificar y atender. No hay que esperar a enfermar para parar. Cada uno conoce de si, cada uno sabe cómo funciona y si empieza a observar alteraciones en la normalidad del desempeño, en el rendimiento, debe generar algún cambio: descansar y despejarse son aliados de la salud. No debemos minimizar la importancia de la relajación y el tiempo de ocio en tiempos de estrés y tensión ya que ambos son momentos de recuperación.
No hay que olvidarse que si bien este año termina, otro año comienza, que después del brindis del 31 y el feriado del 1º, viene el día 2 de enero, y con él, todo continúa. Lo que no se llegó a realizar este año, se podrá hacer el próximo. La finalización de un año no es sin el comienzo de otro y con este nuevo la idea de renovación, de re comienzo pero también de continuidad. El 2014 no implica empezar de nuevo, de cero, permite renovar la energía y la esperanza de cambio pero también afianzar los logros, en la continuidad de lo que permanece. Sólo termina el año calendario, los procesos continúan.
Brindemos por un año mejor, con posibilidades de cambiar, de crecer, pero también con la expectativa de permanecer y mantener porque en lo que continúa está la sensación de identidad.
*Hémera. Centro de estudios del estrés y la ansiedad