Sentimientos diferentes con la llegada de un hermanito…

Con toda la excitación familiar que produce la llegada de un nuevo bebé, los hermanos suelen sentirse descuidados. Ellos pueden estar preocupados por la internación de su madre, especialmente si esta es su primera separación prolongada.

Inclusive luego del retorno de la mamá a casa, los hermanos, pueden tener dificultades para entender que esté cansada y no pueda jugar con ellos tanto tiempo como solía hacerlo.

Comparado esto con la atención que ahora ella le depara al bebé (que hace solo unas pocas semanas era exclusiva para el mayor), no debe extrañar que se sientan celosos y dejados de lado.

Los padres pueden encontrar caminos para tranquilizar a los hermanitos y asegurarles que se los sigue queriendo y valorizando como siempre, y ayudarlos a “llegar a un arreglo” con su nueva “competencia”.
Sentimientos de los hermanos

Los hermanos mayores pueden recibir al bebé de muy diversas maneras. Su reacción va a depender en gran medida de su edad, nivel de desarrollo y características personales y de los padres. La rivalidad es una respuesta predecible, normal y saludable. Debe ser vista de manera positiva dado que demuestra el afecto a sus padres y una adecuada capacidad de respuesta ante lo que el percibe como una “amenaza”.

También son frecuentes actitudes ambivalentes, manifestadas por la alternancia de conductas positivas y negativas.

Consideremos por ejemplo un niño menor de 3 años: es poco lo que ustedes pueden prepararlo intelectualmente de antemano a los cambios que vendrán con el nuevo hermanito. Para empezar se sentirá confundido por la brusca desaparición de los padres cuando el bebé nace. Cuando visite a su mamá, puede sentir miedo de verla en cama o sentirse celoso al ver que sus padres toman en brazos a otro niño, Puede también “portarse mal” o retomar actitudes de cuando era más chiquito (por ejemplo, insistiendo en usar pañales si los había dejado o comenzar a tener “accidentes” varios meses después de haber logrado un buen control de esfínteres). Todas estas son respuestas normales al estrés y al cambio. En lugar de retarlo o insistirle en que debería querer a su nuevo hermano, bríndele una cuota extra de amor y tranquilidad. El afecto del niño por el nuevo miembro de la familia se irá construyendo gradual y naturalmente con el correr del tiempo.

Si su hijo mayor es un preescolar, estará mejor prevenido para comprender lo que ocurre. Preparándolo durante el embarazo, ustedes pueden ayudarlo a aliviar su confusión y sus celos. El puede comprender los aspectos básicos de la situación (“El bebé está en la panza de mamá”; “el bebé va a dormir en mi antigua cuna”) y probablemente sentirá mucha curiosidad respecto de esta nueva personita.

Si el hermano mayor es un niño en edad escolar, habitualmente no se siente amenazado por el recién llegado. Probablemente se sienta fascinado, pero aún a ésta edad pueden esperarse conductas caprichosas. Es probable que el hermano mayor se sienta sin embargo orgulloso y protector del menor. No pierdan de vista que él también necesita atención y tiempo. Aun cuando no lo solicite todos los días, es conveniente que la mamá pase un tiempo exclusivamente dedicado a él.

Aquí se ofrecen algunas sugerencias para ayudar a sus niños mayores y hacerlos sentir mas involucrados durante los primeros meses en casa con el nuevo bebé:

•Haga que los hermanitos visiten a mamá y al bebé en la Clínica o Maternidad.

•Cuando vuelvan de la Clínica, si llevan al hermano mayor un regalo especial, no digan que el regalo lo trajo el recién nacido .

•Es bueno que la mamá dedique a cada hermano un tiempo exclusivo todos los días (por lo menos 15 minutos). Asegúrense de que tanto la mamá como el papá pasan un rato con cada niño, juntos e individualmente. Es muy importante el contacto físico con ellos (mimos, arrumacos, abrazos, besos, etc.)

•Cuando le tomen fotos al nuevo bebé, tomen algunas de los hermanitos mayores, solos y con el bebé.

•Pidan a los abuelos u otros adultos que lleven a los niños mayores a paseos especiales (al Zoológico, al cine o simplemente a comer). Esta atención especial puede ayudarlos a sentirse mejor en los momentos en que se sientan de lado.

•Especialmente durante el primer mes, cuando las comidas del bebé son muy frecuentes, los niños mayores pueden sentirse muy celosos de la intimidad que se produce entre la mamá y el bebé. A veces se puede compartir esta intimidad , leyéndole un cuento mientras amamanta.
Leer historias o cuentos que específicamente toquen el tema de los celos puede ayudar a que los niños mayores expresen sus sentimientos y ustedes puedan ayudarlos a superar las dificultades.

•Hagan participar a los niños mayores en conversaciones acerca del nuevo bebé y colaborar en su cuidado (baño, higiene, etc.)

•Preserven algunos juguetes de los hermanos mayores como su propiedad exclusivamente, aun cuando ellos ya no los utilicen.

•Los hermanitos pequeños pueden tener a veces conductas agresivas: evite dejarlos solos con el recién nacido. Propóngales juegos que les permitan descargar esos impulsos.

•No hagan grandes cambios en la vida de los hermanos mayores (cambio de colegio, cama o cuarto, etc.) durante los primeros meses. De ser posible realice estas modificaciones unos meses antes de la llegada del nuevo bebé o luego de varias semanas de haberse acomodado a la nueva situación.

•No les exija a los hermanos actuar como “chicos grandes”, cargándolos con responsabilidades que superen sus posibilidades reales.

•En todos los casos, a cualquier edad, hágales saber a menudo que hay suficiente espacio y amor en su corazón para todos y cada uno de los hermanitos.

 

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dr. Guillermo Goldfarb

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