Cómo cuidar la boca de los más chicos

Por Dra. Raquel Doño

La prevención de caries en los niños depende de dos factores fundamentales: la higiene y la dieta. A continuación, una completa guía informativa en todo lo que respecta a ambas cuestiones.

La caries temprana en los niños es particularmente virulenta. Comienza inmediatamente después de que el diente erupciona, progresa rápidamente y su efecto es devastador. Es el resultado de un aumento de microorganismos que son parte de la flora normal de la boca (Streptococcus mutans), considerado el principal responsable de la caries.

Se ha encontrado que el genotipo del estreptococo del niño es idéntico al de su madre en el 71% de los casos. La evidencia sugiere que los microorganismos tienen gran capacidad de colonizar la boca del bebé entre los seis meses y los dos años de edad. Por lo tanto:

a)Los niños cuyas madres tienen alta actividad de caries están en alto riesgo de adquirirlas.
b)La modificación de la flora bucal de la madre con medidas preventivas y tratamiento de las caries antes del momento de la colonización mejora notablemente la salud bucal del niño.
c)La modificación de la dieta, de la higiene bucal y el uso de fluoruros en la madre redunda en una menor presencia de caries en el niño

Educación para los padres
La embarazada debe concurrir al odontólogo durante el segundo trimestre para:

a)Higiene bucal: enseñanza de técnica de cepillado dentario y pasaje de hilo dental, dos veces por día (después del desayuno y cena)

b)Dieta: información sobre efectos negativos de algunas comidas y bebidas; importancia de la frecuencia

c)Uso de fluoruros: uso de dentífricos y enjuagatorios con flúor (indicados por el odontólogo)

d)Tratamiento de las caries

e)Retraso de la colonización: no probar la comida con los mismos utensilios que el bebé, no limpiar el chupete en la boca de la madre

f)Asesoramiento sobre la forma del chupete (lo más anatómico posible, siguiendo la forma del paladar)

Guía para niños de 0 a 3 años
La primera visita al odontólogo debe hacerse alrededor de los 6 meses y no más allá de los 12 con el objetivo de prestar atención a:

a)Higiene bucal: antes de la aparición del primer diente, limpiar la boca con una gasa humedecida. Con la aparición del primer diente, limpiar la boca con un dedil o cepillo suave cuando completa la dentición

b) Dieta: no mantener la mamadera en la boca del bebé durante la noche y/o siesta. No endulzar el chupete (miel o azúcar)

c) Uso de fluoruros: según indicación del odontólogo

Higiene bucal
La placa bacteriana es el factor determinante de la caries dental. Ante ello, se puede comprender la importancia de la higiene bucal en el mantenimiento de la salud dental. Este tópico necesita de una activa motivación de toda la familia. La participación de los padres es imprescindible ya que su supervisión y apoyo deberán estar presentes siempre, inclusive en niños mayores.
La frecuencia aceptada para el cepillado dentario es de dos veces por día, en la mañana después del desayuno y por la noche después de la cena. El bebé tendrá un cepillo con el que pueda jugar; esto facilitará la adquisición del hábito de higiene bucal. Los padres con otro cepillo realizarán la higiene.
Hasta alrededor de los 7 años, no adquiere la destreza manual necesaria para un cepillado correcto. En consecuencia, deben ser ayudados por sus padres, pero no reemplazados.

Dieta
Se ha demostrado que la sacarosa (azúcar) constituye el factor dietético más importante asociado a la caries dental. Medicamentos pediátricos con alto contenido de azúcar y consistencia viscosa son muy nocivos para la salud bucal. Vale decir que la frecuencia de la ingesta de sacarosa es aun más importante que la cantidad total consumida en cada momento.
La saliva actúa como protector de los dientes. Algunos medicamentos administrados a los niños disminuyen el flujo salival lo que aumenta el riesgo de caries. Su indicación necesita el refuerzo de acciones preventivas.
Las golosinas que se pegan a los dientes por períodos prolongados y las que se disuelven más lentamente son las que disminuyen el pH del medio bucal por más tiempo.

Las bebidas carbonatadas no alcohólicas han reemplazado en parte la ingesta de leche. A su alto poder cariogénico, se suma el poder erosivo debido a su pH ácido y a los azúcares ocultos que contienen. Se encontraron menores índices de caries con el consumo de bebidas diet que en el de no diet. Con respecto a la pérdida de tejido dentario (erosiones) no se encontraron diferencias entre los dos tipos de bebidas.
En un estudio en que se analizaron las bebidas no alcohólicas de consumo frecuente, presentaron pH ácido, incluyendo el agua mineral gasificada. Los jugos naturales presentan pH ácido, mientras que las bebidas a base de soja sin saborizar presentan pH alcalino. El pH alcalino no presenta riesgo para la salud bucal.

Estudios clínicos determinaron que el consumo de azúcar limitado a 4 oportunidades diarias, preferentemente durante las comidas, disminuye su capacidad de generar caries. Cuando se ingiere entre comidas en número mayor a 4 veces, aumenta el riesgo.
Es así que el consumo de hidratos de carbono debe tener en cuenta las siguientes características:

1) Frecuencia diaria limitada a 4 oportunidades
2) Como postre de las comidas
3) Consistencia no pegajosa
4) Permanencia del azúcar en la boca por corto tiempo

La implementación de las medidas preventivas desarrolladas en este trabajo aseguran una boca libre de caries en la dentición primaria. La repetición de esta actividad durante toda la vida permite mantenerla también en la dentición permanente.

Cátedra de Odontopediatría
Escuela de Odontología – Universidad Maimónides

CONSULTE A SU ODONTOLOGO

Dra. Raquel Doño

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>