Entrevista a Yvette Bermúdez: “El mejor lugar para aprender es el piso”

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Por Lic. Gloria Grosman

Papis tuvo el honor de entrevistar a Yvette Bermúdez, una destacada especialista dominicana abocada al Desarrollo Neurológico Funcional de los niños.

Yvette, ¿podés contarnos de qué se trata tu trabajo?

La institución que he creado, llamada Orden, está dedicada a la Organización del Desarrollo Neurológico Funcional. El propósito de nuestro programa consiste en proporcionar las herramientas necesarias para que el niño logre una evolución adecuada para cada etapa de su primera infancia, que es la base de un buen desarrollo de las demás etapas de su vida.
Es importante aclarar que no se trata de un programa de estimulación temprana tradicional. Esta es una estimulación muy específica, ligada al desarrollo del cerebro para lograr que las funciones se establezcan correctamente. El cerebro del bebé, durante los nueve meses de gestación, almacena información y hace conexiones neurológicas que luego se complementan con el desarrollo del primer año principalmente, y los cinco siguientes.

¿A quiénes está dirigido el programa?

Participamos en cursos de preparación al parto, impartidos por especialistas, donde aportamos información a los padres sobre la importancia de ir creando un vínculo madre-hijo/a. Por ejemplo, cuando la madre embarazada está cansada y por lo tanto respira de un modo inadecuado, a su bebé probablemente le esté haciendo falta oxígeno.
Las madres modernas andamos en una vida muy atareada. Luego no entendemos por qué tenemos niños que no se quieren dormir, pero en verdad ellos no descansaron en nuestro vientre. A menudo se pasa el embarazo con estrés, con mucho trabajo y no se nutre bien al cuerpo.
Les expresamos los beneficios, tanto para la madre como para el bebé, de tener un parto natural antes que una cesárea, siempre que el ginecólogo lo considere apropiado, y no porque la mamá está acobardada ante el parto natural o cree que es más fácil la cesárea.
En la otra parte del programa, les indicamos qué materiales contribuyen al desarrollo y cuáles lo limitan, qué se debe comprar, para que no haya de más ni de menos. Es muy común hoy en día comprar muchos aditamentos como corral, cuando el piso es lo mejor, andadores cuando lo que le falta es madurar el equilibrio para caminar, gimnasio, donde están todo el tiempo boca arriba sin el propósito final de un desplazamiento, al igual que las sillitas que son columpios, masajeadores, etc. Estos elementos limitan el desarrollo. Sin quererlo, nosotros les estamos haciendo daño a los niños. Es una paradoja, porque nos esforzamos mucho en conseguir el dinero y luego lo invertimos mal en productos que frenan el desarrollo y generan conductas inadecuadas. Entonces les mostramos cómo, al hacer menos cosas y darle más calor humano y la oportunidad de aprender por sí mismo, el bebé va a tener más satisfacción y capacidad de sentar las bases para un adecuado desarrollo.
Por ejemplo, yo les pido que no compren nunca un móvil, porque el ser humano no tiene capacidad de mirar en forma circular antes del año. El bebé, de 0 a 2 meses, desarrolla el reflejo pupilar. De 2 a 6, persecución en plano horizontal. De 6 a 12, persecución en plano vertical.
También hay que tener en cuenta que el niño no debe ver televisión antes del año, ya que sus ojos no están preparados para esos destellos aún. Hay muchos estímulos que solamente pueden ofrecerse a partir del primer año.
Desde pequeños, les enseñamos a los bebés a usar los materiales. Que el objeto no sea para tenerlo y tirarlo. Cada edad, tiene un tipo de material. Eso está especificado cuando lo compras. La marca dice, por ejemplo, que el producto sirve para niños de 0 a 6 meses. Muchas veces, compramos el que más nos gusta, pero después no sabemos qué hacer con él.

¿Trabajan solo con madres?

No, con mamás, con papás y con la persona que cuida al niño. Ellos vienen a un proceso de instrucción. Hay una frase que para nosotros es vital: “ambiente determina estructura”. En un ambiente adecuado, puedo aprender adecuadamente.
Los papás eligen si vienen una vez por semana, una vez cada 15 días o como se sientan más seguros, aprenden a estimularlo y lo aplican en casa. Siempre se busca que el bebé o niño/a asista acompañado de algún familiar.

¿Cuál es la metodología que utilizan?

Desde bebés, aprendemos a través de los sentidos. Trabajamos con una tabla de desarrollo que nos detalla las etapas y funciones que se deben desarrollar en los primeros seis años de vida. Observamos la evolución de los sentidos.
El ser humano aprende por los sentidos. Unos son de entradas o sensoriales: visión, audición, tacto; otros de salida o motrices: movilidad, lenguaje, manualidad. Desde nuestro punto de vista, el gusto tiene una relación muy estrecha con el lenguaje. Del mismo modo, movilidad y manualidad van unidas al tacto. Dado que ambas son tan importantes en el proceso de aprendizaje, las evaluamos como dos sentidos más. La movilidad es lo que más desarrolla el cerebro, siempre que sea cruzada, coordinada y fluida.
No tomamos en cuenta el olfato porque es el único sentido que el ser humano trae desarrollado. El bebé es capaz de reconocer el busto de su mamá y chupar solamente por olerla. En los dos primeros meses de vida, el olfato está en niveles más altos que los demás sentidos. Esto se equipara en el primer año.

¿Qué otros programas ofrecen en Orden?

Hay una parte terapéutica. Si un niño de un año todavía no camina, trabajo para enseñarle a pasar por las diferentes etapas de sentarse por sí solo, gatear, agacharse para que luego camine. O con un niño de seis años que no lee, puedo ver cuáles son los sentidos que están afectados y qué le impide tener la binocularidad, o persecución horizontal y vertical fluida, o la dominancia de la lateralidad, entre otras situaciones.
También tenemos un entrenamiento dirigido a los padres, donde aprenden cómo disciplinar a sus hijos. Yo no uso los términos “portarse mal” o “portarse bien”. Lo primero es ver si el niño acepta los límites. En caso de que no lo haga, necesitamos ver cuánto tiempo tarda en aceptar esos límites. Son programas que buscan que el ambiente pueda aprovecharse al máximo.
Muchos colegios en nuestro país han puesto en práctica esta metodología antes de comenzar las clases y el aprendizaje ha mejorado. Inclusive las escuelas me refieren niños que no están aprendiendo, sin importar la edad, para buscar en qué etapas están las lagunas que no han permitido realizar las adecuadas conexiones neurológicas. A veces, puede ser que el camino que ha hecho una determinada neurona sea muy largo para dar la respuesta y por lo tanto tarda más que otros niños en responder y la información se queda a mitad, y ya viene otro estímulo que también debe procesar.

La parte emocional, ¿es tomada en cuenta?

Claro que sí. Es indispensable. Si los padres se sienten seguros, los hijos van a sentirse seguros también. Mi trabajo puede complementarse con una terapia familiar. Siempre trabajamos en equipo. Hacemos reuniones con las maestras, con la encargada del departamento de Psicología de la escuela, el psiquiatra si así lo amerita.
Nos complementamos con otro programa que se llama Step, que enseña a los padres a disciplinar de forma adecuada en cada etapa de la vida, permitiendo que sus hijos se sientan seguros y dirigidos con amor.

¿Cómo llegaste a esta especialidad?

Yo comencé por necesidad propia. Mi segunda hija, Amelia, nació con Síndrome de Down. Busqué alternativas y, dentro de la gama que encontré, me interesó la organización neurológica. Una especialista venía de Puerto Rico todos los meses para evaluar a Amelia y me instruí con ella. El programa tiene diferentes nombres en otros países. Yo le puse Orden. Cada uno le da su toque personal, y en especial tiene la modalidad de ser de desarrollo o terapéutico, dependiendo el momento en que lo necesites.

¿Y con quiénes trabajás?

Una vez realizada la evaluación, un equipo de terapistas entrenado por mí, trabaja directamente con los padres de los niños y se les enseña el programa que se le indicó, no son terapeutas físicos.

¿Qué podés sugerirles a los padres?

El desarrollo de las etapas del primer año garantiza una vida plena. Crear vínculo, seguridad, identidad y pertenencia a un núcleo familiar se fomenta desde el vientre.
Les pido que dejen a sus hijos jugar en el piso, que aprendan a arrastrarse, gatear antes de caminar, es el mejor lugar para aprender.

¡Muchas gracias, Yvette Bermúdez!

Yvette es la Directora del Centro Orden, donde se realizan diferentes tipos de programas y cursos

One Response to Entrevista a Yvette Bermúdez: “El mejor lugar para aprender es el piso”

  1. Daisy Ventura dice:

    Extraordinario aporte, un enfoque poco conocido para muchos padres, esto garantiza un ser humano seguro , estable, amado, con valores y preparado para los grandes retos que le esperan en la sociedad actual. Felicidades y siga adelante , la necesitamos !!!!

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