El niño febril

Por Dr. Jorge Augusto García Echalecu

La fiebre es la manifestación más antigua, frecuente e importante de enfermedad en los niños y por lo tanto el principal motivo de consulta al pediatra. Puede ser un signo de una enfermedad intrascendente o de una grave, y sin dudas genera mucha preocupación en los padres. Estas son algunas recomen-daciones básicas para el manejo inicial del niño con fiebre.

¿Cómo se toma la temperatura?
Es conveniente tomarla en la axila, con el niño desprovisto de ropa ,en reposo y a temperatura ambiente; previo a la toma se debe bajar la temperatura del termómetro hasta que la línea del mercurio se encuentre en la parte inferior del mismo, se debe tomar durante al menos 4 minutos y el extremo del mercurio debe estar cubierto por la axila que debe estar seca.
A aquellos padres que no saben leer la temperatura sugiero que lo practiquen con el pediatra en la consulta. Existen otro tipo de termómetros electrónicos cuya lectura se realiza en pocos segundos, y son también eficaces.

¿Cuándo se considera fiebre?
Por encima de 37,5 grados (axilar) se considera fiebre. Verificar que no sea por exceso de abrigo. A partir de los 2 años la temperatura puede tener variaciones normales durante el día (ritmo circadiano) y subir o bajar hasta mas de medio grado, alcanzando su máximo nivel entre las 5 y las 6 de la tarde. El ejercicio físico intenso también la aumenta.

¿Cuáles son las recomendaciones básicas para controlar la fiebre?

1) Temperatura corporal menor de 38 grados no es necesario administrar fármacos antitérmicos .Se denomina febrícula. Se utilizan medios físicos:
a) Paños o compresas de agua apenas tibia en el cuerpo (no agua fría ya que disminuye la pérdida de calor por vasoconstricción y origina una sensación desagradable).

b) Baño antitérmico: colocarlo en una bañera con agua tibia (20 grados) durante 20 a 30 minutos aproximadamente. No agregar agua fría a la bañera por lo ya comentado.

2) Temperatura mayor de 38 grados además de los medios físicos pueden estar indicados fármacos antipiréticos: ibuprofeno, paracetamol, dipirona (no en lactantes) u otros , la dosis y la frecuencia interdosis debe ser adecuada según el peso y la patología de cada niño por su pediatra.
No es re-comendable la asociación de 2 o mas antitérmicos ni el uso de aspirina en cuadros febriles, salvo precisas indicaciones del pediatra. Los niños con an-tecedentes de convulsiones febriles requieren un manejo especial de los cuadros febriles indicándose, en algunos casos, un anticonvulsivante (diacepam) durante el proceso febril junto con el antitérmico.

Papis, si bien en un gran porcentaje de casos los cuadros febriles no son graves ni se complican, les recomiendo siempre consultar precozmente al pediatra ante la aparición del mismo.

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

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