Maltrato y abuso en niños y adolescentes

Por  Dr. Manuel Katz

Si bien en otras épocas constituía una parte más de la educación, hoy en día cualquier tipo de violencia hacia los menores es despreciable. Este artículo se refiere al maltrato y al abuso, daños intencionales provocados casi siempre por padres o tutores

Perspectiva histórica

Algunas religiones antiguas, como las de India, Egipto o China, permitían que los recién nacidos fueran ofrecidos como un sacrificio purificador en honor a distintas divinidades. Según las creencias de la época, los padres gozaban del poder de disponer de la vida de sus hijos.
Las tribus tamalas de Madagascar sacrificaban al hijo nacido en día nefasto para proteger a la familia. Los egipcios ofrendaban una niña al río Nilo para que fertilizara la tierra, en beneficio de la cosecha anual. En China, arrojar el cuarto hijo a las fieras constituía un método de control de la natalidad.
En Esparta, la actividad principal era la guerra. Por lo tanto, los recién nacidos que presentaban defectos físicos o psíquicos eran abandonados o arrojados desde el macizo montañoso de Taigeto. El mismo Aristóteles decía: “un hijo y un esclavo son propiedad de los padres y nada de lo que se haga con lo que es propio es injusto, no puede haber injusticia con la propiedad de uno”.
El derecho romano otorgaba al pater familiae derechos de vida y muerte sobre sus hijos. Podía venderlos, castigarlos, matarlos o abandonarlos, según su criterio. La familia se erigía sobre las bases del poder y la fuerza.
En la Biblia, se narran historias donde el infanticidio es un elemento protagónico. Probablemente, muchos conozcan la exigencia de Yahvé a Abraham para que sacrificara a su hijo Isaac.
Con el cristianismo hubo un cambio conceptual. Los hijos pasaron a ser vistos como enviados de Dios. Los principios morales de la familia se invirtieron, y la paternidad tuvo, a partir de ese momento, más deberes que derechos. Sin embargo, San Agustín describió al niño como un ser imperfecto y malévolo. Su palabra influyó notablemente en la educación a través de castigos corporales del siglo XVII.
Recién en el siglo XVIII vuelve a revalorizarse al niño como persona, a partir de su importancia económica como fuerza de trabajo en la Revolución Industrial, obviando el aspecto humanitario de la cuestión. A partir de ese momento, se implementaron más leyes en defensa de los menores, hasta encontrarnos en el presente con diferentes niveles de castigo para los malos tratos. En 1904, el Reino Unido es el primero en implementar un sistema de prevención de la crueldad contra chicos, donde la tenencia de los hijos podía ser retirada de los padres.

Maltrato y abuso en el presente

La figura del maltrato debe estar presente en el diagnóstico diferencial, como cualquier otro problema. Puede ser físico, sexual, de negligencia o emocional. Causa la muerte (entre el 3% y el 5% de los casos), incapacidad permanente (25%) y patología emocional, de desarrollo a corto y a largo plazo.
El abuso físico puede detectarse de diferentes modos:

•Signos en piel: hematomas, improntas de dedos, zonas de pelada, señales de mordedura, quemadura de cigarrillos, quemadura por inmersión
•Daños en el esqueleto y músculos: fractura de costillas, fractura en los huesos por tracción, fracturas en diferentes edades (por Xr)
•Hematoma retroperitoneal, trauma abdominal, rotura de bazo, hígado, intestino
•Hematoma subdural, daño neurológico por “batido”
•Envenenamiento con drogas, medicamentos, sal, restricción o sobre-oferta de agua

El diagnóstico de abuso físico debe estar presente cuando se notan incompatibilidades o actitudes sospechosas. Por ejemplo, cuando la explicación dada por los padres no coincide con el tipo de lesión o la explicación del niño y de los padres es diferente. También hay casos donde la sintomatología no es lógica en un niño por su edad y desarrollo. Otros signos sospechosos: consultas tardías para el tipo de lesión, demasiados signos de trauma o hematomas de distintas edades, consultas reiteradas a médicos e instituciones médicas diferentes por la misma causa.
El abuso sexual es una molestia o agravio sexual, un intento de acto sexual o directamente la violación. Puede detectarse a partir de:

•Hematomas o rasguños en el área genital y perineal
•Hemorragia vaginal en niñas sin desarrollo sexual o en mayores sin relación con la menstruación
•Dolor abdominal no específico, con o sin vómitos
•Dolor genital o rectal
•Dificultad para caminar o sentarse
•Enfermedades transmitidas por relación sexual
•Miedo al contacto físico, miedo al desvestirse

Según De Mause (1994), “el niño en la Antigüedad vivió en una atmósfera de abuso sexual”. Tanto en Grecia como en Roma, era un hecho aceptado que los adultos utilizaran sexualmente a niños y jóvenes. Existían casas de prostitución con presencia infantil.
En tiempos de Freud, la sociedad no aceptó la idea de que los padres abusaban de sus hijos, y la teoría freudiana fue vista como una fantasía inventada por él y sus seguidores. Recién en 1980, el abuso sexual se empezó a considerar como problema social y profesional médico.
Finalmente, el abuso emocional es una actitud negativa de los padres, donde hacen del niño el culpable de todos los problemas, con amenazas constantes de abandono y aislamiento. Las exigencias de un comportamiento perfecto y maduro suele no tener relación con su edad cronológica.
Al mismo tiempo, la salud del chico puede mostrar las marcas del abuso emocional:

•En los primeros años de vida: falta de desarrollo adecuado, recurrencia y persistencia de enfermedades menores, repetidas visitas a consultorios y hospitales. El desarrollo no es el óptimo para su edad. Su comportamiento es ansioso
•En niños de edad escolar: estatura y peso debajo de lo normal, microcefalia, desarreglo y falta de higiene, problemas en el lenguaje y aprendizaje, falta de atención y concentración, inmadurez social y emocional, indiferencia
•En la adolescencia: baja estatura, sobrepeso o bajo peso, pubertad tardía, higiene deteriorada, problemas de escolaridad, agresividad, comportamiento riesgoso, abuso de alcohol y drogas

Manuel Katz MD, MPH
Universidad Ben Gurion, Beer-Sheva, Israel
Director Médico. Departamento Materno Infantil, Ministerio de Salud, Israel
Director de la Comisión Nacional de Violencia familiar, Israel

CONSULTE SIEMPRE CON SU PEDIATRA

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>