Cómo tratar el resfriado o la influenza (gripe) de su hijo
Lamentablemente no existe una cura para el resfriado común. Los antibióticos se pueden utilizar para combatir infecciones bacterianas, pero no tienen efecto con los virus.
Lo mejor que puede hacer es tratar de ayudar a que su niño se sienta más cómodo. Cerciórese de que obtenga más descanso y que bebe agua u otros líquidos.
El médico del niño puede querer ver a su niño o pedirle que lo vigile de cerca y le comunique si el niño no muestra mejoría cada día o si no se siente mejor después de una semana.
Formas para ayudar a que un niño con congestión nasal se sienta mejor:
Aerosol o gotas nasales
Use gotas nasales de agua salada o solución salina (1 a 2 gotas en cada fosa nasal) o aerosol nasal (1 a 2 aplicaciones en cada fosa nasal). Para los bebés, use un succionador con pera de goma para extraer las gotas o el aerosol adicionales. Cuando use el succionador de pera de goma, recuerde primero apretar la parte de pera de la jeringa, introducir la punta de goma suavemente dentro de la fosa nasal y luego soltar la pera lentamente. Esta pequeña cantidad de succión extraerá la mucosidad que está obstruyendo la nariz y debe permitir que su hijo respire mientras vuelve a succionar al mismo tiempo. Verá que esta técnica funciona mejor cuando su bebé tiene menos de 6 meses de edad. A medida que su hijo crezca, se resistirá al succionador de pera, lo que hará difícil succionar la mucosidad; pero, las gotas de solución salina continuarán siendo una ayuda.
Humidificador
Coloque un humidificador de vapor frío (también conocido como vaporizador) en la habitación de su hijo para ayudar a mantener las secreciones nasales más húmedas y permitir que su hijo puede respirar mejor. Colóquelo cerca de su hijo (pero de manera segura fuera de su alcance) para que obtenga el mayor beneficio de la humedad adicional. Asegúrese de limpiar y secar el humidificador muy bien todos los días para evitar la contaminación con bacterias o moho. La bacteria y el moho pueden enfermar a su niño. No se deben utilizar vaporizadores de agua caliente debido a que el agua caliente puede quemar al niño.
Para aliviar la tos:
Miel
No le dé miel a un bebé menor de un año de edad; puede ser peligroso.
Para niños de 1 a 5 años: Pruebe con media cucharadita de miel.
Para niños de 6 a 11 años: Pruebe con una cucharadita de miel.
Para niños de 12 años o más: Pruebe con dos cucharaditas de miel.
Si le da miel a su hijo a la hora de acostarse, asegúrese de que su hijo se cepille los dientes después.
Pastillas o caramelos para la tos
Puede usar caramelos o pastillas para la tos para los niños de 4 años y mayores. No le dé caramelos o pastillas para la tos a un niño menor de 4 años, ya que podría atorarse con ellos. Tampoco le dé a su hijo más caramelos para la tos de lo que se indica en el envase.
Ungüentos mentolados
Para niños mayores de 2 años: frote una capa gruesa en la piel sobre el pecho o parte delantera del cuello (área de la garganta).
El calor del cuerpo ayuda a que el medicamento se disipe en el aire poco a poco. El niño respira este aire que lo ayuda a aliviar la tos para que pueda dormir.
Después de usar el medicamento, ponga el frasco con el medicamento fuera del alcance de los niños.
Use ungüentos mentolados solamente sobre la piel.
Para aliviar la fiebre:
Acetaminofén o ibuprofeno
Si su hijo tiene fiebre y se siente mal, dele un medicamento con un solo ingrediente, ya sea acetaminofén o ibuprofeno. Llame al médico antes de darle medicamento a un niño menor de 2 años de edad, y llame de inmediato si su niño menor de 3 meses de edad tiene fiebre.
Para los niños mayores de 2 años, lea la etiqueta para ver cuánto medicamento debe darle. Si sabe el peso de su niño, utilice esa información. Si no sabe su peso, utilice la dosis por edad. Para más información, consulte: Los medicamentos para la fiebre y el dolor: qué cantidad debe darle al niño.
El ibuprofeno está aprobado para uso en niños de 6 meses de edad y mayores; sin embargo, no se le debe dar a un niño que se le dificulta tomar suficientes líquidos (niños deshidratados) o que esté vomitando mucho.
No le de aspirina a su niño ya que ha sido ligada con el síndrome de Reye, una enfermedad rara pero muy grave que afecta el hígado y el cerebro.
Pregúntele al médico cuál es el medicamento y la dosis correcta en mililitros (mL) para la edad y la estatura/peso de su niño. Siempre mida cada dosis con el instrumento (jeringa, taza medidora, o una cuchara medidora marcada para cada dosis con exactitud) en mililitros.
Prevención y tratamiento:
Vacuna contra la gripe o influenza
Todos los niños a partir de los 6 meses de edad deben recibir una vacuna contra la gripe (influenza) todos los años. Los niños mayores de 6 meses, pero menores de 2 años deben recibir una vacuna contra la gripe.
Los niños menores de 6 meses de edad son demasiado pequeños para recibir una vacuna contra la gripe. Para protegerlos, asegúrese de que las personas que estén a su alrededor estén vacunadas contra la gripe o influenza.
Medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado
Los medicamentos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés) para la tos y el resfriado NO deben administrarse a bebés y niños menores de 4 años de edad debido al riesgo de efectos secundarios peligrosos. Varios estudios demuestran que los productos para la tos y el resfriado de consumo oral (por la boca) no son eficaces en niños menores de 6 años y pueden tener efectos secundarios potencialmente graves.
Muchos medicamentos para el resfriado ya contienen acetaminofén (Tylenol o genérico). Si le da a su hijo uno de estos medicamentos junto con acetaminofén (Tylenol o genérico), su hijo recibirá una dosis doble.
Si se recentan antibióticos
Asegúrese de que los niños los tomen como dicen las instrucciones, incluso si se sienten mejor. Si el tratamiento con antibióticos se interrumpe demasiado pronto, la infección puede empeorar o extenderse por el cuerpo. Llame al médico si su hijo no mejora con el tratamiento.
Si el antibiótico es líquido, consulte al médico de su hijo la dosis adecuada en mililitros (mL) para la edad y la estatura (peso) de su hijo. Mida siempre cada dosis con el instrumento (jeringa, vasito o cuchara medidora) que esté marcado en mililitros.
Fuente American Academy of Pediatrics
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra