Por Lic. Gloria Grosman

¿Existe la sexualidad infantil? ¿Qué debo hacer cuando mi hijo se está ¨tocando¨? ¿Me puedo bañar con él? ¿Mi hija se excita?

Los padres se formulan éstas y muchas preguntas más, sin saber si hacen o no lo apropiado en lo que respecta a la sexualidad de sus hijos. Es natural que al enfrentarse con estas situaciones se cuestionen si están actuando en forma adecuada con sus hijos.

Ante todo quiero aclararles que SI existe la sexualidad infantil. Sus hijos juegan con sus amiguitos descubriendo su sexo y el de su amigo o amiga, pudiendo producirles excitación (esto es algo absolutamente natural).

Puede haber situaciones cotidianas en sus casas que crean un plus de excitación sexual, o sea una hiperexcitación. Los síntomas más comunes que aparecen en los chicos en estas ocasiones y que los padres no saben a qué atribuirlos son: enuresis (pérdida del control de esfínteres después de haberlo adquirido), agresión e inquietud exacerbada (como estos síntomas también pueden tener que ver con otros factores es recomendable que hagan una consulta con el pediatra de sus hijos). Esto ocurre porque ellos no tienen la posibilidad que tenemos los adultos de descargar nuestra excitación sexual y éstas son sus maneras de descargar este plus de excitación.

¿Cuáles serían las situaciones hogareñas que favorecen a que exista esta mayor excitación y cómo podríamos ayudarlos y cuidarlos?

A partir de los 2 años de edad, deben tomarse las siguientes precauciones con sus hijos:

• No bañarse desnudos con ellos (especialmente si son del sexo opuesto al de ustedes). Es a través de los sentidos (mirar, tocar, ver, oír, oler) que pueden aumentar su excitación sexual.
• No meterse dentro de su cama ni ellos en la de ustedes. El contacto con la piel de mamá o papá es un estímulo altamente excitante. Pueden acompañarlos sentados a su lado en la cama y siempre es preferible que ustedes vayan a su cuarto y no ellos al de mamá y papá. También es una manera de enseñarles que a la hora de dormir el lugar de ellos es su cuarto y no el de ustedes.
• No pasearse desnudos frente a ellos.
• Aunque sus hijos sientan curiosidad de ver o tocar las partes íntimas de mamá y papá recordemos que hay partes de nuestro cuerpo que no son para compartir con nuestros hijos, justamente porque hacen a nuestra intimidad.
• No se alarmen si su hijo o hija se está tocando o acariciando su cola, vagina o pene; esto es natural. Denle en todo caso un lugar para hacerlo en privado, por ejemplo su cuarto, pero no delante de ustedes, así  le estarán enseñando que la sexualidad es privada y no se hace delante de otros. Además explíquenle a sus hijos que no deben introducirse dentro de su cola o vagina, ningún juguete, lápiz u otro objeto porque pueden lastimarlos.
• Besar a mami o a papi es muy lindo, pero no dejen que lo hagan en el cuello, oreja o boca. Esos besos son los que se dan los novios o papá y mamá. También pueden mostrarles como se besan y abrazan una mamá o papá con su hijo.
• Por último cuando estén con su pareja en el cuarto deben acostumbrarse a dejarlo cerrado, enseñándoles a sus hijos que si necesitan de ustedes pueden golpear la puerta. No se preocupen si sus hijos los necesitan, vendrán a buscarlos, golpearán su puerta y ustedes los escucharán. De esta manera estarán protegiendo su intimidad y a su hijo de posibles exposiciones íntimas que serían traumáticas para él.

También ustedes, en un futuro no tan lejano, deberán aprender a respetar la intimidad de su hijo (estando sólo o acompañado en su cuarto) cuando empiece a cerrar la puerta.

CONSULTE SIEMPRE A UN ESPECIALISTA

Lic. Gloria Grosman