Las mamás, sobre todo las mamis primerizas tienen mucha ansiedad por que su niño llora y desean saber siempre el por qué y el cómo consolarlo.

Lo primero que debo decirles es que todo niño llora. Cada bebé usa el llanto como un lenguaje mediante el cual le avisa a “alguien”, en este caso a sus padres que “algo” le molesta, que algo quiere y necesita que se le atienda.
He aquí algunas de las cosas por las que más frecuentemente llora un niño:
1. Hambre.
Un bebé que es alimentado al seno materno los primeros 30 días tiene hambre cada hora y medio, a lo mucho cada 2 horas, y por eso llora. No es que no se llene, no. Es que la digestión del calostro es rapidísima y tiene que succionar cada rato para que la madre produzca más y más leche. Algunas señales de hambre incluyen: inquietud, chasquidos con los labios, sigue tu mano cuando le tocas la mejilla, y se lleva las manitas a la boca.

2. Tiene el pañal sucio.
Los niños son exigentes y no les gusta estar orinados o defecados, asì que a atender el pañal.

3. Necesita dormir.

Aunque a los niños es gusta interactuar con los adultos, algunos tienen más necesidad de dormir que otros. Recordemos que a algunos niños se les dificulta iniciar el sueño. Así que a apapacharlos (abrazarlos), que no hace daño.

5. Problemas de estómago.
No hay niño al que no le llegue a doler su pancita. Es muy normal. Y no necesariamente que no le “caiga” la leche, la inmensa mayoría de las veces es que el sistema digestivo de un bebé esté normalmente inmaduro y es cosa de esperar un tiempo a que pueda digerir bien la leche. No es cierto que cada vez que el niño come y le duele la pancita le tenemos que cambiar de leche. Hay que tener paciencia.

6. Necesita eructar.
Los bebés que toman leche de vaca a través de un biberón más frecuentemente tienen gases que les hace llorar. Bueno, pues hay que ponerlo a eructar.

7. Tiene frío o calor.
Aquí, en nuestro medio, se abusa de la ropa, el niño está sudoroso, rojo, con erupción en la cabeza, cuello y tronco, y por ello llora. Ahí se necesita un baño con agua fresca y quitarle ropa.
Los niños son muy calurosos.

8. Cosas raras que molestan:
A veces los niños traen algo atorado en un dedito, o en la mano; o las etiquetas de la ropa le molestan y eso los hace llorar. Así que a revisar todo el cuerpo del niño que llora , si ya se ha descartado hambre, cólicos, frio, calor.

9. Dentición.
Los dientes duelen al salir, pero después sirven para comer. Estas molestias suelen empezar al mes y medio de edad. Ahí lo mejor es dar masaje con los dedos en las encías. No le ponga cremas, son peligrosas pues son anestésicos tópicos que el niño puede tragar.

10. Quiere que le hagan caso.
A los bebés les gusta que le hables
Pero a veces es mucho estímulo y lo hacen saber con llanto.
Si tu bebé empieza a llorar desconsoladamente, llévalo a algún lugar tranquilo, y déjalo desahogarse un rato. Después haz alguna actividad tranquila para consolarlo, como acunarlo, o cantarle una canción de cuna.

A muchos bebés les gusta que los envuelvan. De esa manera se sienten más seguros cuando todo a su alrededor les parece abrumador. También trata de sacarlo a un lugar abierto, al aire libre, a pasear en carro.

12. Alguna enfermedad en puerta y no se siente bien
Si revisas todo y todo está bien y todavía sigue llorando, quizás es porque está a punto de caer enfermo o tener fiebre; nariz tapada, moco, tos, estornudos, vómitos, diarrea, etc.

Finalmente si tu bebé sigue llorando llévalo al doctor, de preferencia a un pediatra.

Dr. Salvador Alvarado González* Méjico