Rompe el silencio…educa a tus hijos acerca del sexo

Por Dra. Josefina Luna

La educación sexual ayuda a tus hijos a construir una sexualidad sana y responsable…rompe el silencio y habla con ellos/as.

La sexualidad humana es una condición existencial que impregna a todos los seres humanos. Es la consideración bio-psico-socio-cultural de lo sexual, una cualidad que nos acompaña desde el nacimiento, que debe ser guiada, enseñada para que sea disfrutada de forma plena y sana.

La enseñanza de la sexualidad parte de aprender a ser persona, a relacionarme con el otro/a y con los otros/as, a reconocer el sexo, el género, es aprender a comunicarse, a vincularse, a relacionarse, a amar.

Educar sobre la sexualidad humana, aun en la era de las comunicaciones, constituye con relativa frecuencia un drama para los padres, ya que al abordar esta temática con frecuencia afloran los miedos, mitos, falta de conocimientos, de formación y sobre todo de creencias distorsionadas o de recuerdos de experiencias personales dolorosas. Estas emociones y sentimientos muchas veces son causantes de que se obvie hablar del tema, y si se aborda, solo sea para emitir juicios valorativos negativos o para sancionar. Por el otro lado, los hijos/as no se atreven a preguntar a sus padres sobre sus inquietudes acerca de la sexualidad pues resulta una experiencia incómoda para ambos, además temen al juicio que de ellos/as harán sus padres y por estas causas y muchas otras buscan respuestas en otras espacios: con sus amigos, a través de los medios de comunicación o simplemente experimentando.

Los riesgos que se corren hoy día por falta de educación sexual son mayores que en épocas anteriores. En la actualidad el desarrollo sexual en las niñas se presenta a más temprana edad, el inicio de las relaciones sexuales ocurre entre los 13 y 14 años, las relaciones sexuales son más fortuitas, más frecuentes, y con menos compromiso que años anteriores, lo que conlleva a tener más parejas sexuales incrementado de ese modo los riesgos sexuales. Por otro lado, la incidencia del Sida está aumentando considerable y preocupantemente en los grupos cada vez más jóvenes (15 a 25 años). El embarazo en adolescentes es tan frecuente que se ha convertido en un problema de salud pública. El abuso sexual está cada vez más presente en nuestras sociedades. Otros riesgos agregados van de la mano con la forma en que los medios masivos de comunicación tratan el tema de la sexualidad, pues toda actividad de promoción del ser humano tiene un alto contenido sexual erótico. La sociedad actual incita directa o indirectamente a los jóvenes a ser sexualmente activos Y los padres, seguimos guardando silencio.

Ante este panorama existe la necesidad imperiosa de educar a los niños y adolescentes sobre la sexualidad y les corresponde a los padres, a la familia asumir este compromiso seguido de la escuela y los servicios de salud. Cuando se trata de algo tan importante, nada reemplaza la influencia de los padres, son ellos los primeros que deben enseñan a los hijos el valor del respeto hacia la propia sexualidad y hacia la de los demás.

Las investigaciones médicas indican que cuando los niños/as pequeños/as necesitan obtener información, generalmente acuden primero a sus padres. Una vez que se convierten en adolescentes, tienden a depender más en sus amigos, en los medios de comunicación y en terceras personas para obtener su información.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que para lograr una sexualidad plena y sana en el adulto, debemos educar a los niños y niñas en sus primeros años de vida. Es en la primera infancia donde los aprendizajes de normas, conductas y valores morales se establecen y persisten para toda la vida. Es por ello que debemos educar sexualmente a los niños y niñas desde su nacimiento.

¿Cuándo debemos hablar con nuestros hijos acerca de la sexualidad?

Debemos abordar el tema, cuando nuestros hijos nos hagan la primera pregunta, que generalmente ocurre a los 2 años de edad aproximadamente. En ésta etapa de la vida los niños y las niñas se dan cuenta que son diferentes.

Lo fundamental es dar respuesta a las preguntas de forma natural y sencilla, con la verdad, con palabras que puedan ser comprendidas a su nivel evolutivo. No es preciso ser muy detallistas, pues estas preguntas se continuarán haciendo a lo largo de su niñez y ya habrá momento para explicar con mayores detalles que puedan entender. Es frecuente que dentro de nuestro esquema mental interpretemos sus preguntas como adulto, y le demos una connotación distinta a la que realmente motiva el cuestionamiento, dando una explicación amplia y complicada cuando en realidad no era eso lo que necesitaban saber, por eso es importante preguntarles, ¿ Por qué me preguntas eso? .¿Qué quieres saber?

Es preciso:
Dar respuestas verdaderas
Buscar el momento oportuno para hablar de la sexualidad con nuestros hijos y ofrecer información continua que sea veraz y oportuna.
Dar confianza a nuestros hijos para que puedan abordar el tema sin temor a censura.
Debemos transmitir valores.
Si no sabemos una respuesta es importante decirles que no sabemos, que debemos investigar y luego le explicaremos.

Es fundamental para que los padres asuman esta importante responsabilidad deben informarse e instruirse de forma adecuada, existen muchos libros escritos para padres que abordan el tema de la sexualidad en las distintas etapas de desarrollo que pueden ayudar y ofrecer herramientas que permitan abordar el tema con conocimiento, otras estrategias formativas son los talleres, conferencias.

¡Cuando enseñamos a nuestros hijos acerca de la sexualidad estamos previniendo que sean víctimas de abuso sexual!

El abuso sexual, suele ocurrir con frecuencia en el seno de la familia o con personas muy cercanas: maestros, familiares, amigos íntimos o cuidadores. Lo peor de todo es que con frecuencia los padres damos oportunidad a que ocurra, dando poder absoluto a los adultos frente a los niños, obligándolos con frecuencia a ser obedientes, dóciles frente a los mayores.

Un pederasta no se reconoce en la cara, ni en las actitudes, con frecuencia son personas normales, que se acercan a los niños con la determinada intención de hacerse su amigo, ganarse su confianza, los hacen sentir especial e importante y posteriormente lo seducen. El niño víctima de abuso sexual por personas que conoce y aprecia se siente atrapado entre el afecto, la lealtad que siente hacia esa persona y la sensación de que las actividades sexuales son terriblemente malas.

Cuando hablamos con nuestros hijos sobre la sexualidad, y al hablar lo hacemos de forma abierta y franca, ayudamos a que puedan hablar del tema de forma confiada y natural, le damos la oportunidad de ponerle palabras a su sexualidad. Es preciso romper el silencio….

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dra. Josefina Luna-Pediatra.- República Dominicana
www.fifaluna.blogspot.com
www.tiempoenfamilia@gmail.com

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