¿Qué es el retraso escolar? ¿Y el fracaso escolar?

retraso escolar

 

El retraso escolar puede superarse con la implicación de todos los factores que conforman el pleno desarrollo del niño

Hablamos de retraso escolar cuando un niño no alcanza los objetivos curriculares y se produce un desequilibrio entre sus capacidades y la exigencia escolar, derivando en uno o varios suspensos. Si este retraso se produce de forma continuada y permanente aparecerá el tan temido fracaso escolar, que puede conducir al aumento de número de suspensos, la repetición de curso o al abandono del sistema educativo (en los jóvenes).

¿Cuáles son las causas más frecuentes?

  1. Déficit cognitivo o de la capacidad intelectual: quienes tiene una menor capacidad intelectual (objetivada habitualmente por test) suelen tener fracaso escolar o académico, aunque pueden tener otras capacidades o “inteligencias” para cualidades musicales, artísticas, etc.
  1. Déficit de atención: los niños con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) suelen fallar en la atención sostenida (capacidad para mantener la atención durante un tiempo) y la atención selectiva (capacidad para seleccionar los estímulos relevantes de los irrelevantes). Así, el niño puede “ausentarse” mentalmente de la explicación del profesor y fallar en la comprensión. De persistir, aparecen suspensos en los exámenes y retraso escolar.
  1. Falta de motivación para el estudio y problemas psicológicos: la desmotivación se produce cuando no obtiene el rendimiento adecuado porque no está acostumbrado a esforzarse o porque no tiene buena sintonía con el profesorado o con los compañeros. También la monotonía y la rutina facilitan el desinterés. Los problemas del estado de ánimo, una baja autoestima y preocupaciones o miedos lo facilitan.
  1. Falta de supervisión familiar: los alumnos deben percibir el interés real de sus padres hacia su desarrollo escolar. Un estilo educativo permisivo y con escasa implicación tanto en las tareas escolares como en las entrevistas con los profesores puede conducir al retraso.
  1. Separación de los padres y otros problemas emocionales: un período de separación puede desestabilizar al niño. Las separaciones traumáticas o los cambios de normas y límites o cuando existe chantaje emocional, pueden repercutir en los estudios.
  1. Proteccionismo y falta de responsabilidad: los padres deben ir aprendiendo a delegar responsabilidades en sus hijos, a medida que van creciendo. Según crece el niño debe hacer más cosas por sí solo, aprendiendo de sus errores y de sus aciertos. Un niño que nunca organiza su mochila en casa (porque su mamá se la prepara todas las noches) no sabrá organizar su mochila en el colegio, olvidándose los libros o libretas que necesita en casa para realizar los deberes. Responsabilizar a los niños de sus tareas es fundamental para su planificación y organización. El paternalismo y la falta de responsabilidad facilitan el retraso.
  1. Déficit neurológico o sensorial: en ocasiones, una enfermedad neurológica o sensorial (p. ej.: falta de visión o sordera) puede condicionar el seguimiento de las explicaciones del profesor en clase.

¿Qué se puede hacer para superar el retraso escolar?:

El retraso escolar puede superarse con la implicación de todos los factores que conforman el pleno desarrollo del niño.

  1. Familia: la familia debe coordinarse con la escuela y comprometerse a acudir al centro para mantener entrevistas con los profesores de sus hijos. Si existen, se puede utilizar la “intranet educativa” o la página web del centro para comunicarse con el profesorado.
    La familia debe controlar los tiempos y las tareas escolares
    asegurando un lugar fijo para el estudio (sin ruidos y sin conexión a teléfono móvil, ordenador, televisión…), garantizando períodos de concentración y supervisando las tareas sin ejercer el control absoluto (ya que el niño debe aprender a corregir sus errores en el colegio).
  1. Niños: los niños deben saber que tienen responsabilidades que asumir para aprender y formarse. Una adecuada autoestima y unas buenas relaciones con los compañeros y con el profesorado son necesarias para mantener alerta una buena disposición para el estudio. Los alumnos deben ser conscientes de sus posibilidades y deben ser evaluados por su esfuerzo y por los objetivos curriculares.
  1. Profesorado: los profesores han dar la voz de alarma a la familia ante los primeros síntomas de retraso o falta de adecuación al contexto escolar. Un niño al que hay que reprender continuamente, dirigirle la atención sucesivamente, que no lleva los deberes hechos, o que no comprende los contenidos de clase es candidato a un posible retraso, que de no ser detectado a tiempo o de no implicarse cada uno de los factores mencionados, puede desencadenar en el fracaso escolar.

Artículo elaborado por la Sociedad de Psiquiatría infantil de la Asociación Española de Pediatría.

 

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