Entrevista con el cirujano pediatra español Prof. Jose Boix Ochoa
Por Lic. Gloria Grosman
Hay más accidentes en una autopista que con la anestesia
Papis tuvo el gran honor de conversar con el cirujano pediatra español Prof. Jose Boix Ochoa. En la entrevista, el doctor, de larga trayectoria, describe las afecciones más comunes por las que consultan los padres, y los modos de tratarlas.
Doctor, ¿cuáles son los temas de consulta más frecuentes?
Si eliminamos las urgencias, los padres vienen a la consulta porque no saben si el niño tiene que operarse o no. No vamos a hablar de tumores, de grandes intervenciones. Tendríamos que centrarnos en lo principal: la hernia umbilical, la hernia inguinal, la criptorquidia, los testículos en ascensor y el hidrocele. Esto viene a ser casi el 80% de las consultas a un cirujano pediatra, en niños de cualquier edad.
¿Las intervenciones son riesgosas?
En primer lugar, un cirujano pediatra tiene menos miedo a la cirugía que los cirujanos generales. La pediatría ha demostrado que el niño no es un adulto en pequeño, así que el médico clínico envía a sus pacientes al cirujano general y el pediatra debería mandarlos al cirujano pediatra. Los cirujanos generales suelen desaconsejar las intervenciones en niños para esperar hasta que sean más grandes. A pesar de lo riesgoso de este comportamiento, es precisamente lo que la madre quiere escuchar.
Sin embargo, todas estas operaciones tienen un nivel de peligro muy pequeño. Hay más accidentes en una autopista que inconvenientes con la anestesia. Por lo tanto, no hay nada para temer.
¿De qué se trata la hernia umbilical?
A simple vista, es un poco de tejido que sobresale por el ombligo. El problema se produce cuando las paredes abdominales no se cierran completamente justo por donde entra el cordón umbilical. Entonces, al hacer un esfuerzo el niño, sale por el orificio un poco de intestino. Si los padres notan esto, deben consultar al cirujano.
Yo siempre doy mi opinión, pero no doy cátedra porque hay otros que piensan de otra forma. Hay dos posibilidades: esperar a que se cierre u operar. Si es un niño, yo espero. De todas maneras, dado que la piel tiende a hacerse más grande que a cerrarse, tampoco es posible esperar mucho. En cambio, si es una niña, no espero. Por muchos adelantos de la ciencia, las mujeres son las que se quedan embarazadas. Su pared abdominal, por lo tanto, no debe abrirse el día de mañana. Muchas embarazadas padecen una hernia umbilical porque en su momento no se cerró bien la pared abdominal.
La cirugía tanto para las niñas como para los niños es a través del ombligo, por lo que después no se ve ninguna cicatriz. La intervención es rapidísima, el mismo día el niño puede irse a casa.
¿Y la hernia inguinal?
En la zona inguinal del niño, el testículo que nace a la altura del riñón desciende y tiene que pasar al escroto. Algo se abre y algo se tiene que cerrar. Si se cierra mal, al primer esfuerzo pasa un poco de intestino al canal inguinal. El niño chilla, grita. Debe intervenirse porque la masa intestinal puede hincharse y luego no vuelve a la cavidad abdominal. Llamamos estrangulamiento a ese proceso y es muy peligroso. En las niñas, pasa lo mismo, pero sin los testículos.
Al igual que con la hernia umbilical, debe operarse. La intervención en sí es muy sencilla. Tampoco queda ninguna cicatriz. La sutura es por debajo de la piel. Lo más importante es tener un buen anestesista.
Usted antes mencionó el hidrocele. ¿Qué es?
Supongamos que el orificio de una hernia inguinal sea muy pequeño en un niño, de modo que no pasa masa intestinal, pero sí pasan líquidos. Probablemente se hinchará el testículo, afección conocida como hidrocele. El pediatra a lo mejor dice que no se tiene que operar. Hay que esperar para ver si se reabsorbe durante uno o dos meses. Si eso no pasa, se lo tiene que operar. El hidrocele en las niñas es un bulto que parece una hernia inguinal y que a los padres no les importa. También se tiene que intervenir.
Finalmente, dos cuestiones más: la criptorquidia y los testículos en ascensor. ¿Son problemas graves?
Si la madre detecta que el testículo nunca ha estado en el escroto, hablamos de criptorquidia (cripto- (de escondido) y -orquidia (de testículo). En un momento dado, las hormonas han fallado y los testículos no han bajado hasta donde debían. Esos testículos se tienen que operar cuanto antes porque de otra manera no va a desarrollarse bien su fertilidad. En el escroto, los espermatozoides están a la temperatura ideal. Se ha demostrado que en el 90% de las familias que no tienen hijos el problema es la esterilidad de los hombres.
Luego tenemos algo que se llama testículos en ascensor. La madre dice que suben y bajan, suben y bajan. Si el escroto está bien desarrollado, es porque los testículos le han dado el estímulo suficiente y no hay problema. Si el escroto está atrófico, pegado al cuerpo, es porque no tiene estímulo de crecimiento y los testículos están más tiempo arriba que abajo. En esos casos, es necesario operar.
¡Muchas gracias, Dr. Boix Ochoa!
El Prof. Jose Boix Ochoa es médico cirujano especializado en Pediatría. Autor de numerosos artículos, desarrolló su carrera profesional y académica en Barcelona (España). Actualmente, dedica su tiempo a la Secretaría General de la Federación Mundial de Asociaciones de Cirugía Pediátrica (WOFAPS, por sus siglas en inglés).