Alergia a los alimentos
Por Dr. Salvador Lima Jiménez
En las últimas décadas se han producido grandes avances en el conocimiento de la alergia a los alimentos. Durante mucho tiempo ha existido una gran confusión en este tema, se ha aplicado el término alergia para designar distintos síntomas y enfermedades inespecíficos, y por otra parte, no existía uniformidad de criterios respecto a la terminología utilizada para designar las diversas reacciones adversas por alimentos.
Se define como reacción adversa a alimentos cualquier reacción anómala producida por la ingestión de un alimento. Tales reacciones pueden ser reacciones tóxicas, considerando así a aquellas que pueden afectar a cualquier individuo, cuando se administra una dosis suficiente y no tóxica, siendo estas últimas las que dependen de una susceptibilidad individual.
Los datos disponibles sobre prevalencia de la alergia a los alimentos en general y a cada uno de los alimentos en particular son variables dependiendo de diversos factores.
Respecto a la edad la alergia a los alimentos es más frecuente en los niños, principalmente en los primeros años de vida, afectado a un 6% de niños menores de 3 años de edad, y en los adultos se sitúa en el 2%. Según datos del círculo de Investigaciones Biológicas y Clínicas en Alergia a los alimentos (CICCBAA) indican que la relación de alergia a los alimentos en niños y adultos es de un adulto por cada 3,6 niños afectados.
Respecto al tipo de alimentos implicados, encontramos variaciones en los datos publicados dependiendo del grupo de edad de que se trate, la localización geográfica y los hábitos de consumo.
En los niños, el huevo y la leche de vaca son los alimentos más frecuentemente implicados en todos los estudios. Sin embargo, tras estos alimentos, se observan algunas diferencias geográficas, que se han atribuido a distintos hábitos de consumo. La alergia al pescado en los niños también es frecuente en países con altos índices de consumo como España y Japón. La alergia al cacahuate (maní) es muy frecuente en EE.UU, donde su consumo es muy importante.
Sin embargo, además del consumo, otros factores, como el modo de preparación de los alimentos, también parecen influir en la prevalencia de alergia a determinados alimentos.
Un tema especial es la Alergia a la Proteína Leche de Vaca (APLV). La influencia más precoz en el desarrollo de APLV es la dieta que recibe la embarazada pero no se ha demostrado que realizar una restricción dietética prevenga su manifestación en el niño. Asimismo no existen evidencias que se deba restringir la ingesta de PLV durante la lactancia de un niño con riesgo de padecer enfermedad alérgica.
La alimentación materna ha demostrado ser una de las medidas preventivas más eficientes y deberá sostenerse durante los primeros 6 meses en forma exclusiva. Existen evidencias de que la lactancia exclusiva, por lo menos cuatro meses, disminuye la evidencia de dermatitis atópica y APLV durante los primeros dos años de vida.
Las Manifestaciones son varias. Clasificaremos de forma breve:
Síndrome de alergia oral: se manifiesta inmediatamente (dentro de los primeros minutos) de la ingesta de proteína de leche de vaca .
Manifestaciones extra gastrointestinales: Dermatitis atópica, manifestaciones respiratorias.
Manifestaciones gastrointestinales: reflujo gastroesofágico/ Síntomas simil-reflujo, irritabilidad y cólicos.
El diagnóstico se sospecha por la clínica y se confirma por estudios complementarios. El pediatra evaluará en cada caso la necesidad de consultar a un especialista.
Algunas recomendaciones para niños con diagnóstico comprobado de alergia alimentaria:
1. Supervise la composición de los alimentos que se realicen en su casa.
2. Evite cocinar con utensilios de cocina que hayan sido utilizados para la cocción de otros alimentos y no hayan sido correctamente higienizados.
3. Evite comprar alimentos de los que desconozca su composición.
4. Compre alimentos de empresas reconocidas.
5. Lea detenidamente las etiquetas. Busque los alimentos comunes que pudieran estar con nombres poco familiares.
6. Si tiene dudas, consulte con los servicios de atención al consumidor. Si la información no es clara, rechace el uso del alimento.
7. Si los síntomas alérgicos súbitamente recurren, sospeche que está ingiriendo el alimento al que es alérgico en forma inadvertida.
8. Si existen antecedentes de reacciones graves por la ingesta de alimentos, se deberá contar en forma permanente con la disposición de la medicación de rescate pertinente.
CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA
Dr Salvador Lima Jiménez Carrera de Especialista en Pediatría, Universidad Maimónides Buenos Aires.