Lactancia materna y cáncer de mama
Por Dr. Horacio Reyes Vázquez
La coexistencia de cáncer de mama y lactancia es poco frecuente; se menciona que es menor del 1 – 2 %, de los cánceres de mama, pero cuando se asocia se puede retrasar el diagnóstico en promedio de uno a dos meses, por lo que hay que estar muy pendiente ante la sospecha del diagnóstico.
La forma como se presenta el cáncer de mama durante la lactancia es por unas masas o un engrosamiento de la mama.
Una masa que persiste más de 2 semanas debe de investigarse de inmediato, aunque sabemos que en el 80 % de los casos de tratará de una masa benigna.
Se ha descrito el signo del rechazo del bebé, en donde se observa que cuando la madre cursa con cáncer de mama él bebé no quiere tomar del pecho de su madre.
Una forma poco frecuente de presentación pero que representa la forma más agresiva del cáncer es el cáncer inflamatorio, los síntomas son similares a un evento frecuente y benigno llamado mastitis:
enrojecimiento, inflamación (aumento de volumen) y aumento de la temperatura en el sitio inflamado y la madre refiere sensación de ardor y dolor. Por ello se recomienda que ante un cuadro de una mastitis que no ceda al tratamiento habitual se inicie el protocolo de estudio para cáncer de mama.
Los estudios que se recomiendan son los siguientes:
•Ultrasonografía de mama: primer estudio recomendado y el hallazgo sería de una masa sólida ( en caso de que sea una masa quística habitualmente es un proceso benigno )
•Mastografía: la certeza diagnóstica de este estudio es menor en la madre lactante, ya que ya que existe un aumento en la densidad y un mayor contenido de agua con pérdida del contraste de la grasa.
•Resonancia magnética con gadolinio.- Es la prueba diagnóstica optima ante la posibilidad de una mastografía no concluyente.
•Punción aspiración con aguja fina: Está indicada aunque el ultrasonido y la mastografía sean negativas. En madres lactantes su interpretación suele dificultarse por lo que si la punción es dudosa se recomienda la toma directa de una biopsia.
En caso de que la madre desee seguir lactando se recomienda que justo antes de realizar el procedimiento la madre amamante a su bebé para disminuir el riesgo de fistula láctea o infección.
El tratamiento depende de las características del tumor. En ocasiones se requiere resección del tumor o bien de toda la mama. La radioterapia mejora el control, de la enfermedad disminuyendo la producción de leche de la mama radiada sin afectar la otra mama. La mayoría de las mamas requieren tratamiento hormonal y quimioterapia, por lo que estas condiciones se requieren la suspensión de la lactancia.
A estas madres, se les agrega, al duelo de la enfermedad, el duelo del destete, por lo que se recomienda el apoyo psicológico a las madres y que al bebé se le inicie con una formula propia para su edad que sea lo más semejante a la madre, con el sistema de bio- factores, luteína, omega 3 y 6, nucleótidos, en fin lo más parecida a la leche materna.
Prevención
En países donde hay una mayor lactancia materna la incidencia de cáncer de mama es menor . A mayor duración de la lactancia materna, mayor es su impacto en la prevención. En medicina basada en evidencia se establece que la lactancia materna disminuye en un 28 % la incidencia de cáncer de mama pre menopáusico.
Se sabe que entre menor sea el período entre la pubertad y el embarazo es menor la incidencia de cáncer de mama y que las mujeres que se embarazan después de los 35 años su riesgo de cáncer de mama es 4 veces mayor.
La lactancia materna previene el cáncer de mama por los niveles alto de prolactina y una disminución en los niveles de progesterona y estrógenos.
En conclusión la lactancia materna previene el desarrollo de cáncer de mama pre menopáusico, pero ante una madre lactante que cursa con esta enfermedad está indicado suspender la lactancia materna, dar apoyo psicológico a la madre y al bebé iniciar una fórmula de acuerdo con su edad que cuenta con el sistema de bio-factores más parecidos a la leche materna.
CONSULTE SIEMPRE A SU MEDICO
Dr. Horacio Reyes Vázquez