EL CASTIGO FÍSICO DEJA HUELLAS.

Miedo

 

Existen patrones y prácticas de crianza en nuestra sociedad que expresan altos niveles de violencia, sobre todo en la manera en que los adultos ejercen la autoridad hacia los niños y las niñas. Miles de niños y niñas son castigados físicamente por sus progenitores o cuidadores como una práctica de corrección disciplinar.

En República Dominicana 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes son víctimas de castigos físicos, según reporta la encuesta ENHOGAR 2014

El castigo físico y cualquier forma de castigo humillante o degradante son formas sociales y legalmente aceptadas de violencia contra los niños y niñas que vulnera sus derechos fundamentales.

Las huellas que deja haber sufrido castigos físicos y malos tratos en la infancia se manifiestan de diferentes maneras. Unos niños pueden expresar estrés psicosocial, problemas conductuales y sociales, así como dificultades para reconocer y expresas sus propios sentimientos. Se pueden mostrar ansiosos, sobre todo temerosos, desconfiados, tener baja autoestima y hasta llegar a deprimirse. En el orden social pueden presentar dificultades para aprender, para concentrarse. Se comportan de forma agresiva con otros niños y les cuesta trabajo aceptar y seguir normas e instrucciones.

El castigo físico es la antesala del maltrato infantil, lo separa una delgada línea que muchas veces se cruza en nombre de “la buena crianza”.

Muchos adultos víctimas de castigo físico, expresan que fueron castigados en su infancia, y que sufren de ningún trauma. Sin embargo, justificar los golpes y la violencia, no invalida lo que la ciencia ha demostrado que haber vivido violencia en la infancia altera la arquitectura cerebral, el sistema inmunológico y la salud en la vida adulta.

Las investigaciones indican que los padres efectivos no usan la fuerza física para disciplinar a sus hijos. Establecen límites claros, mantienen buena comunicación y expresan su amor a través de sus caricias, expresiones afectuosas y los cuidados de calidad que les ofrecen. Estos niños suelen ser más auto dependientes, auto controlados y positivamente curiosos en comparación con aquellos niños criados por personas que castigan o que son demasiados estrictos, autoritarios o por el otro extremo, que son muy permisivos.

Si reconoces que usas el castigo físico y los golpes para corregir a tu hijo o hija, busca ayuda profesional, a fin puedas poner fin a esta manera de crianza que lastima y deja huellas.

Si tienes hijos pequeños, es importante que sepas lo que puedes esperar de ellos conforme su momento evolutivo. Muchos de los castigos que reciben los niños pequeños se relacionan con expectativas irreales y sobre evaluadas en relación con las capacidades que tienen los niños.

Hable a sus hijos de las consecuencias de sus conductas. Es preciso que cambiemos nuestra forma de criar a nuestros hijos e hijas, en la medida que favorezcamos como padre, el desarrollo pleno de todas sus capacidades tendrá adultos más conscientes, con mejores relaciones entre los demás, tolerantes, respetuosas de las diferencias. El mundo cambia vertiginosamente, se hace cada día más competitivo, requiere que el ser humano tenga más herramientas para lograr el éxito, no solo se requiere capacidad académica, inteligencia, también es preciso tener un buen desarrollo psicológico, tener buena autoestima, inteligencia emocional adecuada.

 

Es posible criar sin violencia.

Dra. Josefina Luna

Pediatra- Especialista en niños y adolescentes-Educadora sexual y familiar

 

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