Resistencia al cambio? Es tu miedo a lo desconocido
POR: ALTONIVEL
Pocos enfrentan con mesura y hasta alegría el salir de su zona de confort. La realidad es que la mayoría de las personas se enfrenta al miedo cuando tiene que cambiar de trabajo, de puesto o realizar una nueva tarea. ¿Qué es lo que provoca la resistencia al cambio? ¿Cómo perjudica a las empresas? ¿Existen métodos para combatirlo?
De acuerdo con expertos, lo que conocemos como pánico escénico es en realidad una resistencia al cambio, una reacción de defensa ante obstáculos y peligros, sean reales o imaginarios. El miedo se convierte en una reacción emocional y racional, por lo que enfrentarla puede ser difícil. También es importante remarcar que su manifestación es distinta en cada persona, así como la forma de combatirla.
Las 3 fases del miedo al no miedo
Al respecto, Carina Sampó Franco, Lic. En Psicopedagogía y Coach de vida especializada en inteligencia emocional, asegura que un proceso de cambio tiene tres etapas fundamentales antes de que el miedo desaparezca:
1.- Fase de ansiedad o miedo: Es ese sentimiento que nos invade en el pecho cuando sabemos que nuestra vida –ya sea personal o profesional- está por cambiar. Es una percepción hacia lo desconocido, a veces solemos clasificarlo como una amenaza o peligro lo que provoca esa ansiedad. Se presentan sensaciones de inseguridad, confusión, pánico e impotencia.
2.- Fase de reacción: De acuerdo con la experta, aquí es donde surge la resistencia al cambio. Se puede llegar a negar la realidad o la existencia de un problema, así como la necesidad del cambio. Creemos que lo conocido es lo que más nos convine y solemos externar sentimientos como: apatía, mal humor, ira y hasta depresión.
3.- Fase de adaptación: Este sentimiento de resistencia se disipa de manera gradual, a medida que lo nuevo se hace cada vez más familiar y menos amenazante. De esta manera la persona se siente capaz y con impulso para cualquier reto que se le presente. Es cuestión de práctica y tiempo.
5 estrategias para vencer al miedo
Rosabeth Moss Kanter, profesora en Harvard Business School y autora de libros comoConfidence y SuperCorp, indica que el miedo al cambio llega a manifestarse de distintas formas, sin embargo, todas ellas tienen solución. Aquí las recomendaciones.
1. Pérdida de control
Es muy común que se manifieste cuando tenemos tareas nuevas o cuando recién nos han subido de puesto. Lo nuevo no sólo implica un cambio en la rutina, sino un aumento de conocimientos y actividades que posiblemente no dominemos.
Solución: Es importante incorporar al nuevo talento de manera instruida y paso a paso, esto sirve como guía y también como un colchón ante el gran reto. En cuanto a los líderes “deben anticiparse y prever qué miembros de su equipo son más propensos a oponerse a los cambios y decidir cómo ganárselos: explicar detalladamente los beneficios del cambio y el ROI (retorno de la inversión) ayudará a que tomen conciencia de la necesidad de adoptarlo”, indica Moss.
2. Incertidumbre personal
No sabemos si el cambio es benéfico para nosotros, si nos puede ayudar a proyectar la vida profesional o si afectará la personal. Es una completa incertidumbre.
Solución: Siempre que se tome una decisión personal o que se presente por parte de la organización, es importante ver las implicaciones del cambio, hay que asegurarse de estar preparado antes de tomar una decisión, debes conocer a qué te enfrentarás, y por supuesto, cuáles son los beneficios de aceptarlo.
¡Ojo! Lo más recomendable es hacer un listado de ambas situaciones, compara y toma una decisión de acuerdo a los beneficios que más te interesen.
3. Sentido de pertenencia
Tu rol en el trabajo, desde el puesto, el edificio, los compañeros y el ambiente nos dan un sentido de pertenencia que se puede ver afectado con el cambio.
Solución: La palabra mágica para estos cambios son tiempo y aceptación. Es importante que todo aquello que nos hacía sentirnos cómodos vaya a cambiar, sin embargo, debes estar consciente de que ajustarse a los nuevos parámetros necesita tiempo y mucho entusiasmo. ¡No te desesperes!
4. Miedo a la incompetencia
¿Este nuevo puesto es para mí? ¿Estaré capacitado para ello? ¿Y si no puedo con las nuevas responsabilidades? Son dudas continuas ante los retos del cambio.
Solución: En cuanto a la parte corporativa, la empresa debe proporcionar periodos de formación donde el talento esté instruido por iguales, esto les permitirá saber cuáles son las tareas y las obligaciones, preparando al personal con anticipación y asegurando una buena ejecución en sus nuevos deberes y tareas.
En cuanto a la parte personal, es importante desarrollarse de manera positiva y con seguridad en tu persona. El reto durará poco y la satisfacción será mayor, así que prepárate para enfrentarlo.
5. Incremento en la carga de trabajo
Todo cambio involucra más trabajo, a esto le temen la mayoría de los trabajadores.
Lic. Carina Sampo