El ingreso de los hijos a la universidad.

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El  ingreso de los hijos a la universidad es un momento  muy importante en la vida de los padres,  nos  hace sentir   muy orgullosos de nuestros hijos.

Cuando vemos llegar el momento muchos sentimientos y emociones afloran: incertidumbre, dudas, ansiedad y miedo, sobre todo si  los chicos o las chicas tienen que dejar el hogar, salir de la provincia hacia “la capital para estudiar”, como muchos hemos hecho.

Y no es diferente con los chicos y las chicas, a ellos también  El Ingreso a la universidad les asustan.

Significa pasar del colegio, un espacio protegido y controlado, donde todos eran  conocidos, donde se construyeron las relaciones y amistades más importantes,  los compañeros y amigos de la infancia y adolescencia temprana.  Un donde los mayores les decían lo que tenían que hacer, cómo  y cuándo. Una época en  la cual los padres sabían dónde estaban en cada momento del día;  y cada mes con  la entrega de notas, los padres tenían conocimiento del resultado y efectividad de sus hijos en los estudios.

En cambio, en  la universidad, los chicos se encuentran con una libertad que deben aprender a manejar.  Conocer  y hacer nuevos amigos,  manejar su tiempo y ser responsable de asistir a clases y  cumplir con sus responsabilidades académicas, sin que nadie les supervise y les diga lo que tienen que hacer. Los estudiantes gestionan su propio tiempo,  responsabilidad y  desenvolvimiento en las aulas, sin la intervención de los padres. En la universidad los estudiantes tienen autonomía. La relación es entre la universidad y  sus estudiantes, considerados  como personas adultas  con derechos propios, es por ello que no se ofrecen informaciones de los estudiantes  a los padres, respetando el derecho de confidencialidad entre la universidad y el estudiante.

COMO APOYAR LA TRANSICIÓN DEL COLEGIO A LA UNIVERSIDAD.

El ingreso de los hijos a la universidad sin dudas que es un paso de maduración y crecimiento de la familia. Nos permite como padres darnos cuenta y nos da la oportunidad para  confiar en la  crianza  y educación que les hemos ofrecido.

Los chicos y chicas al ingresar a la universidad son todavía adolescentes, pueden albergar sentimientos de inseguridad, duda o incapacidad  de  lograr sus metas. Este paso puede ser más difícil para uno que para otros.

Es momento de dejar ir, dejar ser,  confiar, acompañar y no invadir. Apoyen su transición.

Los adolescentes buscan su propia identidad, y es parte del desarrollo humano separarse de los padres e ir tras sus propios sueños y  desarrollar su  individualidad. Tenemos que dejar que luchen sus propias batallas,  apóyenles  a  que tomen sus propias decisiones.

Mantenga el contacto, pero al ritmo de sus hijos,  dele espacio para vivir su propia vida, hacer amigos, madurar intelectualmente y tomar sus propias decisiones, dejar que se “raspen las rodillas” aprendiendo sus propias lecciones de vida por cuenta propia. Anímelos a resolver sus propios problemas.

Estas experiencias les entrenan para obtener herramientas para enfrentar la vida de adulto y profesional que más adelante les espera.

La sobre protección “corta las alas”…. Déjenlo ser

Es importante tomar en cuenta que como jóvenes, la etapa en la universidad es emocionante y da espacio para la aventura. Algunas situaciones de riesgo se pueden presentar. Ofrezca una buena comunicación que puedan hablar de sexualidad, uso de alcohol y drogas, actividades  a la que pueden tener mayor acceso al  manejar su tiempo y tener  mayor libertad. No tiene sentido,  ni funciona reprimir.  Esté atento a  las señales de alarma.

Conozca los mecanismos y espacios que cuenta la universidad para orientar a los estudiantes en caso de sentirse desorientados o no estar cumpliendo con los estándares universitarios.

Estos próximos años universitarios, verán cada vez menos a sus hijos, se darán cuenta que las preocupaciones y ocupaciones giran en torno a la universidad, dispondrán de menos tiempo para compartir en familia, es parte del precio, vale la pena.

Es momento para confiar, creer en  las capacidades, en la madurez, sensatez  y razonamiento de  sus hijos. Dejen atrás las preocupaciones innecesarias. Estén cerca, y disponibles  pero no invadan. Háganle saber que cuentan con ustedes.

Recuerden que “los hijos son hijos  e  hijas de la vida, vienen a través de ti, pero  no te pertenecen….Tu eres el arco, del cual como flechas tu hijos son lanzados. Deja que la  inclinación de mano de arquero  sea para la felicidad” .

Dra. Josefina Luna

Especialista en niños y adolescentes. Comunicadora Social.

República Dominicana

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