Cuestiones de género: continuación
Por Lic. Adriana Portnoy
Transexuales : los más intensamente afectados de los transgéneros.
Todos estos individuos-niños presentan una amplia variedad de sentimiento de cruce de géneros.
La mayoría de estos niños transgénero tendrán severos problemas de adaptación si se les obliga a seguir un rol genérico muy estricto.
Las mujeres perciben estos casos, especialmente la de los niños que debieron ser niñas.
Los padres de éstos harán todos los esfuerzos para que el chico se enderece.
Se confunde este niño con el pre-homosexual y se hacen como decía, los esfuerzos pertinentes para salvar al pequeño de ese destino.
Por otro lado la niña que se siente niño puede convertirse en una marimacha, puede no ser criticada y más aún puede ganar la aprobación social por ser emprendedora y agresiva en nuestra sociedad machista.
No existe un rol social para aquel niño que expresa me siento una niña.
Los jóvenes transgénero adoptan la idea transmitida por sus padres de que se convertirán en hombres gay, cuando en realidad eso raramente funciona.
Los hombres gay buscan hombres como parejas, no personas cuya identidad de género es femenina.
Otros hombres transgénero encontrarán distintas formas para transvestirse con ropa de chica, como una manera de explorar y disfrutar sus sentimientos de género femenino. Esto podrá ser desde la pubertad.
El transexualismo está fuertemente asociado con el neurodesarrollo del cerebro. No ha sido demostrado que se pueda modificar esta condición por medio de socialización contraria o por tratamiento psicológico o psiquiatrico.
Por supuesto que la familia no está distante de toda la problemática actual de los niños.
Las familias pensadas como retazos de familia, conjuntos a los que le falta una parte, familias mutiladas respecto de las espectativas globales y también propias.
A partir del divorcio en las distintas capas sociales altas y medias, sumado a las nuevas lógicas culturales que convalidaron como viables y aún elegidas por algunos nuevas configuraciones familiares adquirieron más jerarquía y aceptación. Por otra parte aquellas configuraciones familiares que no logran desprenderse de las rígidas matrices preexistentes como hijos de matrimonios anteriores, hijos no convivientes, nuevos cónyugues, ven peligrar su posible pertenencia.
Trastornos vinculados en gran medida al hecho de aplicar a la nueva familia las varas anteriores y de convertir esa original producción familiar en un intento de reconstitución de las familias previas perdidas, desmintiendo la transformación.
Recordemos el difícil y siempre doloroso trabajo de elaboración del duelo ligado al proceso de divorcio.
Consecuencias todas éstas que no dejarán de hacer marcas a su manera en los distintos chicos.
Lic Adriana Portnoy