Adopción: cómo contárselo a los niños
La adopción forma parte de la vida y los padres pueden ayudar a los hijos a recordar el pasado y que forme parte de su historia
¿Quién debe informar al niño de que es adoptado?
Los padres adoptivos deben ser los que informen al niño acerca de todo lo referente a la adopción, siempre de una manera sencilla para que pueda entenderlo.
Si el niño se entera de esta situación por otra persona, puede desconfiar de sus padres y sentir que la adopción es algo malo que se le ha ocultado.
¿Cuándo se ha de informar al niño de que es adoptado?
No existe un momento perfecto, a modo de frontera o límite, para revelar tal situación. Muchos expertos creen que se debe hacer lo más pronto posible, para dar al niño la oportunidad de aceptar e integrar la idea de que ha sido adoptado.
La adopción podría ser algo que forme parte de la vida y del pasado, tanto de las familias como del niño adoptado. Para ello, baste el ejemplo de muchas familias que confeccionan un álbum de fotos con los instantes vividos por los padres durante el viaje, el momento del encuentro y las vivencias posteriores, para que luego se pueda repasar. El objetivo es permitir a los hijos recordar su pasado, para que lo integren como parte de su historia, y así poder elaborar el duelo que les pudo suponer la separación de la familia biológica y su entorno.
Los padres adoptantes deben entender que su hijo nació de otra persona, que no vino al mundo en el avión, y que es un ser humano que tiene un pasado que no debe olvidar, sino que debe asimilar como parte de su historia.
Cuando los niños adoptados quieren hablar acerca de su adopción, los padres han de estimular este proceso. Eso tampoco implica que haya que recordárselo continuamente, especialmente cuando en algunos momentos ellos pierden el interés. Del mismo modo que nos gusta recordar cualquier otro momento importante de nuestra vida, como nuestro matrimonio, no necesitamos ver a diario las fotos de la boda para saber que estamos casados.
¿Cómo hablar de su familia biológica?
Aunque en muchos casos ha habido problemas sociales importantes en las familias biológicas, para los menores resulta consolador creer que no hubo intención o voluntad consciente de dañarles y que, si hubo abandono o renuncia, fue por el deseo de que tuvieran una vida mejor. Esa idea les ayuda a reconciliarse con su pasado.
Por supuesto, el tema debe ser abordado a la edad adecuada, sin mostrar temor, organizando los pensamientos, las ideas y fantasías con las que los niños intentan rellenar la ausencia de recuerdos para conseguir una adecuada contención emocional.
¿Es frecuente la búsqueda de los orígenes en los adoptados?
La mayoría de las personas adoptadas que dan el paso de buscar a su familia biológica están en la edad adulta o muy próxima a ella. Pueden no convivir ya con la familia adoptiva o estar a punto de formar su propia familia. No obstante, el papel de la familia adoptiva es fundamental.
Cuando pregunten se les debe dar, con tacto, la información solicitada acerca de su familia biológica. Si se han tratado con naturalidad todos los datos relacionados con su pasado y su familia biológica, se habrá creado el clima adecuado para que el adoptado les exprese su deseo de buscar su identidad.
Los padres adoptivos suelen tener muchos miedos: a que les abandonen y se vayan a vivir con la familia biológica, a sentirse desplazados, a que los hijos adoptivos repitan las historias de sus padres biológicos o a los efectos negativos sobre su personalidad, derivados del contacto con la familia biológica del adoptado. Sin embargo, es razonable que tengan interés por sus padres naturales y esto no significa en absoluto que sean infelices con la familia adoptiva, que no la quieran o que deseen abandonarla.
Para que esa búsqueda resulte positiva, la familia adoptante debe proporcionar toda la información de que se disponga (documentos, conversaciones con técnicos), deben convertirse en cómplices y aliados en esa búsqueda, permitiendo que viajen solos, si así lo desean, respetando su derecho a la intimidad.
Una buena solución para esos padres es empatizar con sus hijos, ponerse en el papel que están viviendo, intentar entender o imaginar sus deseos, motivaciones o curiosidad, sin tener miedo al resultado final, ya que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, esto no implica un alejamiento de la familia adoptiva.
Son habituales los casos en que los hijos adoptivos regresan a su entorno habitual, manteniendo un cierto grado de contacto con los miembros de su familia biológica, aunque sea desde la distancia
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.
Este texto, perteneciente a la Asociación Española de Pediatría
que tema tan importante Gracias!
aprendemos a manejarlo?