ALGO QUE TODA MADRE DEBE CONOCER                                 

INTRODUCCIÓN

Hacer el aseo a tu propio hijo es una de las cosas que más generan placer. Sí, cierto, pero también un poco de miedo y hasta ansiedad, sobre todo en las madres que lo son por primera vez.

EL ASEO DEL CORDÓN UMBILICAL

El cordón umbilical tiene grandes vasos sanguíneos por los cuales puede entrar alguna infección, así que se debe ser muy cuidadosa al asearlo. Lo mejor es sólo usar un poco de alcohol cada vez que le cambie el pañal desde la base hasta la punta y aire. Mucho aire. Es muy beneficioso ventilar esa zona. No deje gasas empapadas en alcohol alrededor del ombligo, este debe estar seco y expuesto al aire libre, por ende, no lo deben cubrir, ni fajar. Evite que se moje con orina o excremento. Y si pasara a limpiarlo de inmediato. Haga esto hasta que se caiga y hasta que ya no haya secreción en el nicho del ombligo. Si esta secreción no cede en dos o tres días después de caído, entonces puede haber una infección que se llama granuloma y esta debe ser cauterizada con nitrato de plata por su pediatra.

EL BAÑO DEL BEBÉ

La temperatura del agua debe ser de unos 37 o 38 grados : Ni enfriarlo ni quemarlo.

El baño debe ser a diario, pero mientras no se caiga el ombligo puede ser un baño de toalla, llamado también vaquero. Use toallas pequeñas de algodón y jabón neutro, empiece por tórax, abdomen, genitales y miembros y al último la cabeza y cara del bebé, teniendo cuidado de que no le caiga agua ni jabón a sus ojos y boca.

En los primeros meses de vida  es conveniente bañarlo en una bañera pequeña y tomar todas las medidas de seguridad para que no se resbale y caiga al agua. Recuerde que el baño además de ser aseo es también para su disfrute, así que haga ese momento lo más agradable posible. Apapáchelo dele su sesión de abrazo piel con piel. El de lo más beneficioso que se pueda imaginar.

LA HIGIENE COTIDIANA                          

Los ojos deben limpiarse a diario con agua limpia o con solución salina en una gasita que se pasa suavemente por el borde de los párpados, empezando de dentro hacia fuera, arrastrando las secreciones y desechándola luego.

La limpieza de los poros de la nariz debe hacerse con gotas de leche materna o con solución salina y perilla de aspirar, por lo menos dos veces al día o cada vez que esta esté tapada. Con cuidado. A los bebés no les gusta esto.

Las orejas deben limpiarse con hisopos o con una bolita de algodón, pasando por los pliegues del pabellón, sin olvidarse del pliegue de atrás. No debemos introducir los hisopos en el conducto auditivo porque podemos provocar lesiones.

Se debe tener cuidado con los pliegues del cuello, de los  brazos, las piernas y el cuello porque son partes de difícil acceso y que fácilmente se lesionan por el calor y la humedad.

CÓMO ASEAR LOS GENITALES DEL BEBÉ

La higiene de los genitales se hace durante el cambio de pañales con agua tibia y algodón o con las toallitas húmedas. En las niñas, la limpieza debe hacerse siempre de adelante hacia atrás, para evitar llevar a la vulva-vagina los gérmenes del ano. No se debe limpiar el interior de la vulva. En el varón se pasan los algodones humedecidos o las toallitas por los pliegues de los muslos y los genitales. Se limpia el pene pero sin forzar la retracción del prepucio (la piel que cubre la cabeza del pene). Es fundamental que no olvidemos lavar toda la superficie del escroto (bolsa de piel que recubre los testículos). Tanto en el varón como en la niña es importante secar todos los pliegues para evitar irritaciones. Es muy importante que en cuanto termine de cambiar el pañal usted se debe lavar sus manos antes de seguir vistiéndolo y guardando todo lo que usó para cambiarlo, pues sus manos están contaminadas. Una vez aseadas sus manos prosiga con todo el ritual de vestir, guardar y o alimentarlo

LOS PAÑALES: Es muy importante el cambio frecuente de pañal. ¿Cada cuánto? Bueno, pues cada vez que el bebé orine o defeque. De inmediato. Las cremas medicadas deben ser recomendadas por el pediatra. 

CORTE DE UÑAS: Deben cortar las de las manos una vez o dos veces por semana. Para ello se recomienda usar una tijera de punta redondeada o corta-uñas pequeño para evitar accidentes. Las uñas de los pies no crecen tan rápido

LA HIGIENE BUCAL: La boca se asea desde los primeros días de nacido usando una gasa chica humedecida con agua limpia o suero fisiológico o agua con un poco de carbonato, enrolle la gasa en su dedo índice y pásela hasta donde alcance cómodamente. Al menos una vez al día.

EL BAÑO PASO A PASO

1- Eche agua en la bañera, suficiente para cubrir una parte del cuerpo del bebé. Es aconsejable echar primero el agua fría y luego añadir la caliente poco a poco hasta que sienta que la temperatura es estable. Comprobar la temperatura con termómetro de baño o bien con el codo. El siguiente paso es desnudar al bebé, limpiarle antes la zona del pañal y meterlo cuidadosamente en la bañera. Jamás debe dejarlo solo.

2- El bebé necesita sentirse seguro. Para que eso sea posible posiciónense a un lado de la bañera, pasen el brazo por debajo de la espalda del bebé, de modo que la mano alcance su hombro del lado opuesto y permita que la cabeza del bebé descanse en su antebrazo. Sujétenle bien por la axila y no le suelte en ningún momento. Para enjabonarle, utiliza la mano del otro brazo. Delicadamente, con la ayuda de una esponja o la propia mano, masajee sus piernas, brazos, cuello, pecho, vientre, axilas y todo el cuerpo, con especial atención a las zonas de pliegues, luego enjuagar.

3- Para dar la vuelta al bebé en la bañera y lavar su espalda y la zona de las nalgas, apoyar el pecho del bebé sobre el otro brazo y sujetar al bebé con firmeza por las axilas. Lavar la espalda del bebé y enjuagar. Para su cabecita, utilice un champú especial, suave y de pH neutros, que no provoque ardor si entra en los ojos del pequeño. Tengan mucho cuidado al lavar la cara

4- El baño no debe durar más de 5 a 7 minutos porque el agua se enfría rápidamente. Terminado el baño, sáquelo delicadamente de la bañera envuélvalo  en una toalla con capucha y séquelo con mucho cariño.

Dr. Salvador Alvarado González*

Pediatra_ México.- Mexicali