Adolescentes y conducción

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El adolescente suele protagonizar excesos en el tránsito

Un tema que preocupa y mucho a los padres de hijos adolescentes es cuando ellos comienzan a dar sus primeros pasos en la conducción de vehículos a motor. No es para menos el temor de los padres, según estadísticas de la Asociación Civil Luchemos por la Vida en el 2015 hubo 7.472 muertos en accidentes viales, a razón de 21 muertos por día y el total de muertos en Argentina en el período 1992-2015 fue de 182.522 personas. El dato es que muchísimos de esos fallecidos son adolescentes. Es de destacar que muchas veces, si bien los jóvenes no fallecen a causa de los accidentes viales, si quedan con secuelas o problemas físicos de por vida.

Para conocer con más profundidad que es lo que  pasa en la relación “adolescentes y conducción”, consulté a Daniel Alfredo Telmo, Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación, que trabaja los temas de Seguridad Vial en el Grupo Asegurador La Segunda,que forma parte del grupo 3 del Comité Consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y esto me decía: “La Organización Mundial de la Salud, en su informe del 2004 y en actualizaciones posteriores, en relación a los traumas por accidentes viales en el mundo, dice que la franja etaria de 15 a 29 años es la más afectada por estos hechos de tránsito. En esta franja etaria no hay grandes problemas físicos, lo determinante es lo psicológico. Los adolescentes y los jóvenes de la 1ra.edad, son los que más aportan para las estadísticas de accidentes viales. Ellos son los que más protagonizan los accidentes de mono vehículo: accidentes donde interviene un solo vehículo: el que él maneja. En el caso de los adolescentes la relación tráfico-adolescente es traumática.

El adolescente es inmaduro, psicológicamente inestable y es:

-  Crítico del mundo del adulto;

-  Crítico de las reglas del adulto;

-  Proclive a excesos;

-  Tiene poca base de conocimientos y experiencia;

- Puede caer fácilmente en: Drogas, alcohol, excesos así como en la velocidad y conducción riesgosa;

-  Puede caer en: abandono del hogar, peleas con sus padres;

-  Tiene una visión muy efímera del mundo;

-  Se ve a sí mismo como un justiciero;

-  Es desafiante.

Esta situación psicológica tiene consecuencias negativas en el tránsito, sobre todo cuando el adolescente conduce una máquina: bicicleta, moto o vehículo de cuatro ruedas.

El adolescente, continúa explicando el especialista, suele protagonizar excesos en el tránsito, motivado por una de las tres cosas siguientes:

-  Autosuficiencia: Se ve a sí mismo por encima de los riesgos en la vía pública. Él cree que “no le va a pasar nada”. Piensa que tiene la capacidad y el conocimiento para evitar los accidentes viales. Piensa que aun cuando sufra un accidente vial tiene la capacidad para sobrellevar sus consecuencias. No percibe ni valora la cuantía de las consecuencias de un accidente de tránsito; las ve como algo efímero. Todo esto lo   podríamos encuadrar en lo que se denomina síndrome de Superman, o sea una condición psicológica, debido a la gran descarga hormonal, que produce euforia y sensación de poder que antes no había experimentado y que después de pasada la adolescencia lo más normal es o sería que desaparezca.

-  Exhibicionismo: El adolescente necesita exhibirse para afirmar su personalidad, pero es muy peligroso cuando elige un vehículo para exhibir su presteza en la vía pública. El deseo de exhibirse puede ser canalizado de muchas maneras, pero canalizarlo a través del vehículo significa elevar los niveles de riesgo en la vía y exponer a los demás a mayores niveles de riesgo.

-  Influencia del grupo: No siempre el grupo tiene influencia negativa, pero en ocasiones algunos de sus integrantes promueve o incentiva a adoptar conductas riesgosas en el tránsito. Muchas veces los adolescentes no saben evitar estas situaciones, y a veces obedecen las sugerencias de otros para acelerar, maniobrar en forma brusca o adoptar  conductas riesgosas que pueden terminar en un incidente grave, en un accidente vial.

Para terminar Daniel Telmo me decía que estos tres casos arriba comentados son factores mayoritarios de riesgo en la vía pública entre los adolescentes, y si agregamos el alcohol o las drogas, el riesgo en la vía pública crece aún más.

Mi reflexión es que cuando muere un joven en un siniestro vial no solamente sufre la familia sino toda la sociedad. No termina con la agonía ni con la muerte, continua con los sobrevivientes y la forma de salir adelante solos a como dé lugar, muchas veces muertos en vida, por lo que le sugiero a los padres que piensen bien antes de entregar un vehículo a su hijo y conversen mucho con él todos los temas relacionados a los vehículos y la conducción de los mismos.

Por Fernando Ulloa, Responsable de Conducta Vial y www.conductavial.com

 

5 Responses to Adolescentes y conducción

  1. Marcelo dice:

    Muy buena nota, muy interesante, es así tal cual reflejan en todos los comentarios de la misma. Gracias

  2. Marcelo dice:

    Excelente!!

  3. papis dice:

    Excelente nota!
    gracias Fernando Ulloa de Conducta Vial y a el profesional consultado!

  4. Marcelo Kamijo dice:

    Excelente nota.
    Nos permiten transcribirla en nuestro blog citando al autor y a la revista?
    Somos un Centro de Medicina Deportiva (Kynet). Muchas gracias.

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