Entrevista al Dr. Roberto Pol: juntando dos pasiones
Por Lic. Gloria Grosman
Tenemos el inmenso honor de entrevistar al Dr. Roberto Pol. El es Director médico del Hospital Español y además de sus especialidades médicas, el Dr. Pol, apasionado por la aviación, es médico aeroevacuador: trabaja realizando vuelos sanitarios en helicópteros o aviones a centros médicos de alta complejidad, traslados de órganos para trasplantes, evacuaciones de pacientes.
Dr. Pol, ¿Desde cuando ejerce el cargo de Director médico del Hospital Español?
Mi primera dirección médica en el Hospital Español fue en el año 2003. Ejercí el cargo en forma discontinua alejándome de la dirección y retomando el cargo en dos oportunidades, en el año 2005 y en el 2008, permaneciendo hasta la fecha.
Hice mi residencia acá y fui Jefe de Residentes. Soy especialista en ginecología y mastología con orientación en oncoginecologìa y cirugia ginecológica.
¿Cómo Ud. logra unir su profesión médica con su pasión por la aviación?
Fui médico forense durante 10 años, especialidad de postgrado universitaria (UBA) en Medicina Legal, tengo estudios de abogacía y administración de empresa, y un apasionado de la aviación, por lo cual hice los cursos de piloto de avión y de helicóptero y hace 12 años que trabajo con helicópteros sanitarios realizando vuelos sanitarios en la Dirección de Servicios y Operaciones Aéreas de la Policía de la Pcia. de Bs.As. y en la actividad privada.
Para poder desempeñar esta actividad se debe ser Médico Aeroevacuador, especialidad que se realiza en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial, lugar donde me capacité en la especialidad en 1999. Los vuelos sanitarios y la evacuación aeromédica están certificados a través de la ANAC (ADMINISTRACIÒN NACIONAL DE AVIACION CIVIL) y consiste en operaciones aéreas de traslado de pacientes en aeronaves, ya sea helicópteros o aviones sanitarios a centros médicos de mayor complejidad. También incluye el traslado de órganos de ablaciones para trasplantes coordinados con el INCUCAI.
El gusto por la aviación empezó de niño, recuerdo ir con mi padre a Ezeiza o aeroparque a ver los aviones y como disfrutaba esas salidas, es el día de hoy que cuando siento el sonido de los motores de un avión o un helicóptero acercándose, no puedo resistir la tentación de elevar la vista y buscarlo en el cielo. Cuando observen a un chico hacer eso estarán posiblemente ante un futuro piloto, pero mi otra pasión es la medicina, y logré conjugar estas dos actividades en la evacuación aeromèdica y cuando el tiempo me lo permite salgo a volar junto con mi hermano, también piloto, para como siempre digo: despuntar el vicio. Indudablemente es una actividad que genera sensaciones fuertes, la velocidad, el vértigo son generadoras de mucha adrenalina, pero también el vuelo, sobre todo, cuando uno se encuentra solo al comando de una aeronave requiere alta concentración en la actividad, al salir a volar uno necesariamente, debe dejar sus problemas en la tierra y olvidarse de ellos aunque sea por ese momento, y es precisamente en ese instante cuando comienza a disfrutarse el vuelo y se experimenta esa sensación de paz que actúa como un cable a tierra desconectándose un poco del resto del mundo. .En la evacuación aeromèdica el contexto y la situación es otra, la concentración esta puesta en la atención del paciente y nuestro objetivo es trasladarlo en forma aérea de un punto a otro con todo el apoyo profesional que podemos brindarle a bordo. La velocidad del traslado y así acortar las distancias cuando el tiempo es vital para el paciente es la ventaja de la evacuación aeromèdica sobre otros tipos de traslado.
Ud. y el equipo médico se trasladan por la Argentina, ¿en qué situaciones?
Las evacuaciones aeromédicas pueden ser primarias: cuando se traslada el paciente o herido del mismo lugar del incidente, como puede suceder en áreas afectadas por inundaciones donde el acceso es difícil, y secundarias: cuando se traslada al paciente por vía aérea de un centro de menor complejidad a otro de mayor complejidad. La coordinación operativa del traslado es realizada por un equipo entrenado que está formado por la tripulación (médico, enfermero, piloto y copiloto), donde cada uno tiene asignadas tareas específicas, se suma al equipo el mecánico de vuelo. La decisión del traslado del paciente está a cargo del médico aeroevacuador quien evalúa la condición del mismo, su complejidad, y atiende y monitorea permanentemente en vuelo al paciente. Las aeronaves configuradas como sanitarias, cuentan con equipos médicos de alta complejidad como monitores multiparamètricos, cardiversores, oxímetros de pulso, respirador mecánico, aspirador, bombas de infusión, camillas de traslado y demás insumos médicos y medicamentos que convierten estas aeronaves en unidades de traslado aérea de terapia intensiva.
La actividad de traslados sanitarios aéreos se realiza en el país con empresas privadas y con organizaciones estatales, aún está en etapa de desarrollo si lo comparamos con otros países, son necesarias fuertes inversiones, es una actividad costosa, pero de vital importancia cuando las distancias, los accesos por tierra o la geografía del lugar solo permite el traslado aéreo, es cuando realmente se cumple con el aforismo: la ayuda viene del cielo.
Ud. es médico aeroevacuador, ¿Qué siente Ud. Dr. ante las urgencias de todo tipo
que se le presentan? ¿Podría contarnos algunas experiencias y sentimientos?.
Este tipo de operaciones se realiza muchas veces en condiciones meteorológicas adversas o en lugares confinados, hemos tenido que aterrizar con helicópteros en avenidas o calles, helipuertos confinados, terrenos con obstáculos como columnas de alumbrado, antenas, cables, etc. por eso todos abordo ponemos atención al entorno especialmente en los despegues y aterrizajes, que son los momentos más críticos del vuelo, la profesionalidad y experiencia de las tripulaciones hacen muy seguras estas operaciones a pesar de lo complicadas que son.
Hemos trasladado a niños, recuerdo el caso de un niño de 7 años que fue atacado por un perro con graves lesiones en el cuello y lo llevamos en el helicóptero al Hospital Garraham, aterrizando de noche en el helipuerto del Hospital, la velocidad del traslado y la profesionalidad de los médicos del Garraham, permitieron operarlo en forma urgente y salvarle la vida.
En otro caso llevamos a un niño de tres años con principio de asfixia por sumersión, al caer en una pileta, se le dio asistencia respiratoria y se lo traslado en el helicóptero sanitario a un centro médico donde finalmente se recuperó sin secuelas.
Estos casos nos generan una enorme satisfacción, la experiencia que seguramente compartimos los médicos al salvar una vida nos gratifica profundamente y es compartida por toda la tripulación. Recibir el agradecimiento de un paciente que salvó su vida gracias a un traslado aéreo es el mayor incentivo que podemos obtener, ver los resultados de una tarea donde la medicina y la aeronáutica se cruzan para el beneficio de la gente. La modalidad del trabajo es permanecer de guardia con los pilotos y mecánico en apresto para cuando somos convocados por una urgencia médica y en pocos minutos estaremos en vuelo buscando al paciente, previamente se evalúa: condición del paciente, condiciones meteorológicas, rutas aéreas, ubicación de helipuntos y todo lo concerniente a la seguridad del vuelo. Se trabaja tanto en aéreas metropolitanas como el lugares descampados de difícil acceso.
Muchísimas gracias Dr. Pol!!!!!
El Dr. Pol es Director médico del Hospital Español. Especialista en ginecología y mastología con orientación en oncoginecología y cirugía ginecológica. Médico forense durante 10 años, especialidad de postgrado universitaria (UBA) en Medicina Legal. Médico Aeroevacuador, especialidad que se realiza en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial.