Como explicar el tema de la muerte a los niños- Parte I

1383150099815

 

Toda separación es dolorosa. La sensación cuando nos separamos de un  ser querido definitivamente es la de un dolor muy fuerte, una emoción difícil de asimilar, tanto para un niño como para un adulto

 

Si bien hay casos en que  las separaciones  son consecuencia de crecimiento, de progreso interior, como por ejemplo,  cuando un hijo se independiza  y sale de su casa para ir a vivir solo o con su pareja

En otros casos vemos  separaciones   problemáticas, por ejemplo  cuando una pareja  toma la decisión de divorciarse

Y en otros casos, hay separaciones  mas dolorosas y definitivas, cuando nos referimos a  la pérdida  o muerte de un ser querido.

Admitir el sentimiento de pena, nos resulta difícil, pero sin embargo forma parte de nuestras vidas, como el amor, la felicidad, el nacimiento .de un niño.

Los niños se toman la despedida de otra manera que  los adultos, lo cual se debe en parte a  que ellos procesan de otra manera las emociones fuertes, pero también dependerá de ciertos aspectos psicológicos evolutivos de  las  diversas fases de su  crecimiento.

La primer gran pérdida, la sufrimos los humanos cuando nacemos. Se celebra con alegría, un nuevo ser llega al mundo. En ese instante olvidamos que la  pérdida  del estado de simbiosis  es grande tanto para la madre como para su hijo. El recién nacido no habla, sufre la angustia de entrar en una etapa vital nueva y desconocida. Inicia un largo proceso de diferenciación cada vez mayor con respecto a su madre hasta convertirse en un adulto capaz de  defenderse solo.

Cuando se desteta el bebé, la mamá se alegra de recobrar la disponibilidad de sus actividades  y el papá de asumir la responsabilidad del sustento, pero también hay una separación, una despedida de la cercanía, una calidad de  convivencia de la madre con el niño que compartían  y que desaparece  definitivamente

 

Estas despedidas se repetirán muchas veces más en diferentes momentos de nuestras vidas,  y lo que generalmente vemos es la parte placentera de ellas. Como todos los seres humanos somos diferentes, procesamos esto de manera distinta. Hay quienes se entristecen, porque viven las separaciones como pérdidas y hay quienes se alegran  por  la libertad recuperada

 Es tremendamente complicado percibir al mismo tiempo ambas sensaciones y asumirlas concientemente

Cuanto más pronto aprendemos a percibir todos estos  sentimientos y a manifestarlos, más preparados estaremos para esa despedida que nos quita para siempre a los seres queridos: la muerte

Muchos adultos se  creen  en el deber de proteger al niño evitándole  el dolor cuando esto sucede:

Que no se entere que tal conocido murió, que  no asistan  al entierro de la abuela, que su  pajarito  no murió sino que esta volando en el Paraíso de los pájaros, que la tortuga se escapó porque la puerta quedó abierta., que el abuelo está en el cielo mirándolos desde una estrella. (Así muchos niños permanecen a veces varios meses esperándolo  mirando al cielo)

 

Es comprensible que los adultos deseamos darles a nuestros niños una infancia feliz, libre de problemas y de tristezas, sin embargo la vida no es siempre así.

 Un niño a los seis años,  capta intelectualmente que es lo que significa la muerte y que el también está expuesto (ya desde los cuatro años  empieza con diferentes miedos: oscuridad, monstruos, y también muerte) Es un descubrimiento angustioso, independientemente de si a  el le ha tocado vivir cercanamente el fallecimiento  de algún familiar o conocido.

Ellos perciben rápidamente la angustia de los adultos y la sensación de “de eso no se habla”. Se pierde así la posibilidad de poder expresar su angustia y dolor y poder ser contenido, como también el poder   analizar el tema de la despedida y prepararse para muertes más cercanas.

Es un tema difícil de abordar por un adulto, y también de aceptarlo. La mayoría de las veces los adultos intentan negar hablar de la muerte, pero en realidad es un suceso doloroso pero real de la vida.

Los niños suelen tener fantasías sobre el tema, ideas o creencias erróneas.

Los papás tienen sus propias creencias y es importante tenerlas en cuenta en el momento de darles una explicación pero sin dejar de lado la verdad, por mas dolorosa que esta sea.

Los chicos  necesitan esa posibilidad de asimilar sus sentimientos de tristeza, enojarse, preguntar, llorar,  sobre todo cuando les toca cercanamente,  sea un familiar, un conocido o su mascota.

Dependerá por supuesto del grado de cercanía que el tenga con la persona o también con una mascota, el tipo de información que se le de.

 

En general los niños   angustiados a  consecuencia  de un primer encuentro con la muerte, se comportan de manera diferente que un adulto. El proceso de duelo, mas o menos largo recorre varias fases.

 Con frecuencia, después de un primer periodo de  aturdimiento, relativamente breve, predomina una especie de exaltación .El  necesitará  un tiempo para reponerse, durante el cual debe rehacerse en su vida cotidiana, hasta que sobreviene la etapa dolorosa siguiente.

 Con esto viene una época de frecuentes cambios: a veces lo vemos tranquilo, otras encerrado en si mismo y sumergido en su tristeza. El mismo  va comprendiendo que no puede haber un nuevo comienzo mientras la despedida no haya recorrido todas  sus fases.

 

Lic. Gloria Grosman  Psicóloga – Argentina

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>