Displasia de caderas (Luxación Congénita de Caderas)
Aproximadamente 1% de los recién nacidos de raza blanca presenta displasia de cadera, y de luxación de cadera el 0,1%, siendo menor esta incidencia en los niños de raza negra, chinos y coreanos. Además, es cuatro veces más frecuente en bebés de sexo femenino, siendo el lado izquierdo el que se afecta con mayor frecuencia (60%).
Factores predisponentes
Primer embarazo, bebé de sexo femenino, presentación de nalgas, tortícolis, pie varo, predisposición familiar. Muchas son las teorías que intentan clarificar las causas: unas se inclinan por lo mecánico, debido a una posición anómala del bebé en su vida intrauterina; otras hablan de laxitud ligamentosa o de una displasia inicial de cierta zona de la cadera (acetábulo), que sería la primera expresión de la luxación de cadera.
Muchos autores creen en las dos primeras como las más fuertes pudiendo complementarse una con otra.
Es común que el recién nacido tenga cierta inestabilidad en la región de las caderas que en muchos casos se resuelve en los primeros días de manera espontánea.
Diagnóstico
El pediatra en el control neonatal como así también en los próximos controles, realiza determinadas maniobras con las piernas y caderas del niño denominadas maniobras de Ortholani y Barlow; valora la longitud de los miembros inferiores del niño y compara la forma de los mismos, asocia los antecedentes mencionados (nacimiento de nalgas, sexo del bebé, antecedentes familiares, etc.), llegando al diagnóstico clínico de Displasia de Cadera.
Asociado al examen físico y según los hallazgos clínicos, el pediatra puede solicitar estudios de imágenes. La ecografía de cadera es un excelente método, bastante específico, para el diagnostico en los primeros días o meses de vida.
Es muy importante la detección inicial de las caderas laxas, luxables y luxadas en las salas de neonatología.
La radiografía de cadera puede ser útil, pero hay especialistas que consideran que hasta el cuarto mes de vida pueden surgir con este tipo de estudio muchas dudas, ya que antes de esa edad no se ha desarrollado del todo el centro secundario de osificación de la cabeza femoral: una radiografía normal tomada antes de los 4 meses de vida no descarta la existencia de esta patología.
A partir de los 4 meses de edad la radiografía de frente de ambas caderas permite el diagnóstico de las alteraciones de la cadera. En la radiografía se busca el desplazamiento de la parte superior del hueso femoral hacia arriba y afuera, con respecto a la posición normal.
Para la valoración de la posición adecuada o no del hueso femoral, el médico tratante realiza una serie de mediciones por medio del trazado de algunas líneas:
- Línea de Shenton: formada por el arco del borde inferior de la rama iliopubiana y el arco interno de la metáfisis femoral proximal. Esta línea se rompe cuando la cadera está luxada o subluxada.
- Línea de Hilgenreiner: pasa a través de ambos cartílagos trirradiados.
- Línea de Perkins: perpendicular al borde externo del acetábulo.
Del cruce de estas dos últimas líneas surgen cuatro cuadrantes.
En la cadera normal el núcleo debe hallarse en el cuadrante ínfero-interno.
En las caderas luxadas el núcleo se desplaza al cuadrante súpero-externo ( como se muestra en la figura de abajo, por ejemplo )
Además se puede también calcular el índice acetabular: se mide el ángulo formado entre una línea trazada a lo largo del techo acetabular y la línea de Hilgenreiner. Normalmente este índice es menor que 30º; entre 30° y 40° se considera dudoso, y por encima de 40°, patológico.
El ángulo o índice acetabular mide aproximadamente 28º al nacimiento y disminuye hasta 22º hacia el año.
Importante: Estos datos son orientativos. Cada niño debe ser evaluado en forma completa por el traumatólogo infantil. No se hace diagnostico solo con un estudio complementario, como una radiografía o una ecografía. El especialista evalúa otras condiciones para definir la necesidad o no de un tratamiento.
¿Qué ocurre si no se hace tratamiento de la Displasia de Cadera?
Pueden surgir complicaciones a futuro como: osteoartritis, dolor, marcha anormal, diferencia de longitud de los miembros inferiores del niño, menor agilidad, etc. No quedan dudas de lo importante que es realizar el diagnóstico precoz e instaurar rápidamente el tratamiento, resorte del especialista en Traumatología Infantil.
Tratamiento
Durante el primer semestre de vida y en los niños que presenten las características detalladas, el tratamiento consiste en reducir la cabeza del fémur al interior del acetábulo, por medio del Arnés de Pavlik, que es un método inocuo y bien tolerado por los bebés.
La duración de este tratamiento es variable, pero bastan unas seis semanas para una buena respuesta. En los niños de más edad se realizan yesos especiales y hasta cirugía traumatológica si el cuadro lo impone.
Lo más importante es saber que un diagnóstico precoz, realizado en etapa neonatal o en los primeros meses de vida, puede impedir llegar a tratamientos más incómodos y cruentos que el simple Arnés de Pavlik.
Los pediatras esperamos el momento en que los seguros de salud cubran, sin tantos obstáculos, las prácticas ecográficas, y muchos consideramos que deberían ser realizadas en forma rutinaria a todos los recién nacidos (como actualmente se hace con los estudios de sangre para la detección neonatal de Hipotiroidismo y Fenilcetonuria, por poner sólo un ejemplo).
Fuentes
- Clínicas pediátricas de Norteamérica- Problemas ortopédicos comunes, parte 1
- Portal de la Sociedad de Pediatría: Problemas ortopédicos comunes. Parte 1
- Archivos de Pediatría año 2006: Displasia del desarrollo de la cadera 104(6):563-565
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En la salud de los niños el pediatra es irreemplazable!!
Consulte a su pediatra.
hola.. es solo para hacerles una salvedad respecto a las imagenes… si bien es una imagen de cadera y probablemente también tenga una displasia.. la primera imagen radiográfica corresponde a un perro.! es solo eso..