Por el Dr. Luis Alam*

Es asma es una de las enfermedades crónicas de la infancia que posee más ausentismo escolar y laboral en los padres.

En los últimos 20 años se ha incrementado en forma importante.

Es una enfermedad heterogénea, usualmente caracterizada por inflamación crónica de las vías aéreas. Es definida por la historia de síntomas respiratorios tales como sibilancia (silbido), respiración corta, opresión del tórax y tos que varían en el tiempo y en intensidad, junto con las limitaciones variables del flujo de aire.

Desde hace muchos años se le  ha conocido como una enfermedad sobrenatural como un castigo divino, este concepto fue rechazo por Hipócrates considerando la enfermedad como un desequilibrio. A principios del siglo 20 el asma se consideraba una enfermedad psicosomática.

Maimónides (1.170 DC) realizó una descripción clínica muy interesante,  el asma comienza en la estación húmeda con un resfriado común y el paciente está forzado a jadear de día y de noche, muchos de los pacientes se identifican con esta descripción.

Durante los años 1930 a 1950, el asma se conoció como una de las siete  enfermedades psicosomáticas. Los psicólogos relacionaron la manifestación del asma de esta forma:   “la sibilancia de un niño es vista como un grito reprimido por su madre.” Los psicoanalistas creían que los pacientes con asma debían ser tratados por depresión. Han sido muchos los conceptos errados sobre esta enfermedad llegando a retrasar en un momento los avances sobre esta patología que en la actualidad cuenta con una importante producción científica que nos ha dado la oportunidad de conocer más cada día sobre este apasionante tema.

La prevalencia del asma en los diferentes países es muy diferente, la variabilidad de esta prevalencia ha indicado que el asma es una enfermedad que ha cambiado y los estudios recientes indican que sigue en ascenso dicha prevalencia y hasta la forma de presentación en la infancia tiene características propias llamándose ahora los diferentes fenotipos del paciente que presenta asma. Según OMS se estiman entre 300 y 320 millones de habitantes en el mundo con asma.

Es muy común que esta entidad sea subdiagnosticada y por consiguiente mal tratada.

Los padres en algunas ocasiones  rechazan que su hijo/hija,  sea asmático y por consiguiente no ofrecen la adecuada valoración y esquema terapéutico que permiten que adhieran a lo recomendado por las médicos y la guía terapéutica.

En la actualidad los medicamentos que ofrecen el mejor control son los corticoides y los inhalados; ellos nos dan la oportunidad de reducir los efectos secundarios de este tipo de medicamentos.  Múltiples han sido los  avances en el control de esta patología pero aún falta lo mejor por verse, el uso de sustancia novedosas llamadas anticuerpo monoclonales que ya se cuenta con algunas de ellas como la anti IGE y la creación de medicación específica para cada individuo basada en el tipo de asma que presenta como lo es  farmacogenética.

No se puede dejar de recomendar que el paciente con asma aprenda a conocer su enfermedad al igual que los padres y familiares, adherirse al tratamiento indicado por su médico de cabecera y saber reconocer oportunamente  los ataques de asma, que siempre tendrán un desencadenante y se pueden evitar y vivir una vida normal o próximo a lo normal.

*Medico pediatra

República Dominicana