Pánico y embarazo

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Por la Lic. Solange García Bardot*

Es claro que estar embarazada es uno de los momentos más esperados por casi todas las mujeres y justamente por tratarse de un momento cargado de significado es que trae  una felicidad enorme y  junto con ella también llegan, temores, preocupaciones, diferentes emociones y sensación de vulnerabilidad, en proporciones igualmente de enormes. Es, sin dudas, el mayor momento de transformación por el que una mujer pueda pasar; donde se afrontan cantidad de cambios físicos y psicológicos, que cargan al sistema nervioso de tensión y estrés. Nos afrontamos al miedo a no tener un embarazo seguro, excitación por traer un hijo al mundo, cambios hormonales, temor a lo desconocido, temor al futuro personal, del bebé y la familia, cambio de roles de esposa e hija a madre, esposa e hija. Nos preparamos para un antes y un después en nuestras vidas.

¿Qué ocurre  con nuestra ansiedad y angustia en esta etapa? ¿Cómo se hace para manejarla, si aun sin estar embarazada sabemos que estamos sobrepasadas? Ni pensar si padecemos un desorden  de ansiedad previo al embarazo, ¿qué ocurre en esta situación, si sumamos un cambio tan importante? Puntualmente las mujeres que sufren de trastorno de pánico tienen miedo a quedar embarazadas sienten excesiva preocupación porque no creen poder controlar su cuerpo, ni sus emociones, ni su cabeza. La preocupación por la salud e incluso el característico miedo a la muerte o a volverse loca, sintiendo en definitiva que no puede hacer frente a lo que les pasa, muchas deciden postergar el momento. Todo esto incluso la postergación genera una importante merma en la autoestima de la mujer, que las puede acercar a la depresión.

Todavía no se ha llegado a una concluyente resolución respecto a qué ocurre con los ataques de pánico durante el embarazo, el tema está en debate, aunque muchos estudios científicos confirman que las crisis de pánico disminuyen en la mayoría de los casos durante el embarazo. Otros, en cambio, sostienen que se mantienen igual a como se desarrollaban previamente al embarazo y otros observan una tendencia a empeorar.

Dado que no hay regla en cómo se va a comportar el cuerpo en esta situación, aunque en la mayoría de los casos pareciera ser que no hay cambios significativos a como se venía comportando, la mejor manera es recurrir a un profesional que realice una  evaluación de la situación particular. Cada persona necesita de una evaluación específica. Si ya estaba en tratamiento el especialista podrá orientar a su paciente en los porque sí o en los porque no de un embarazo. Si en cambio no está con un especialista en ansiedad lo indicado es consultar. En estos casos la terapia cognitivo conductual es lo mejor que puede hacerse para manejar la ansiedad. La TCC (terapia cognitiva conductual) para los desórdenes de pánico, a demostrado ser eficaz en cuanto al control de los síntomas agudos,  la prevención de recaídas y el manejo de la ansiedad en general. Tiene la capacidad de tratar el pánico efectivamente sin los riesgos de la medicación y esta es una clara ventaja para las embarazadas ya que lo mejor es tratar de evitar en esta etapa los psicofármacos anti- pánico, que aunque muy efectivos no son recomendables en la amplia mayoría de los casos. Este tipo de terapia no solo requiere del profesionalismo del terapeuta sino de la cooperación y motivación del paciente para el cambio.

Gracias al tratamiento de la ansiedad no solo se previene la sintomatología, se aprenden técnicas para el manejo de la misma, sino que también es muy importante la intervención temprana a fin de evitar el sufrimiento innecesario de la madre y maximizar el bienestar del feto. Es decir que si incluso se pudiera programar la visita al profesional un tiempo antes de comenzar a buscar el embarazo para ir habituándose a la práctica de las técnicas y ensayar previamente de que se trata esto de la regulación de la ansiedad e incluso ya haber hecho un cambio respecto a la misma sería óptimo.

Algunas recomendaciones para aprender a regular la ansiedad en el embarazo:

·         Conocer que es lo que a cada uno le dispara  la ansiedad, las causas. Qué es y cómo funciona la ansiedad, todo lo que se pueda aprender respecto a la ansiedad y los ataques de pánico va a funcionar generando alivio disipando la incertidumbre y contrarrestando ciertas creencias erróneas que se tienen respecto al pánico y la ansiedad.

·         Realizar actividades que generen disfrute y distracción.

·         Buen descanso.

·         Evaluar cuáles son las aéreas de la vida que le generan mayor estrés (la familia, el trabajo, el dinero, la salud, etc.) y generar un plan para atender esas situaciones, estableciendo prioridades en forma realista. Por ejemplo: poniendo los límites necesarios.

·         Saber que se trata de una etapa pasajera.

·         Realizar ejercicio físico.

·         Realizar una alimentación que colabore con la disminución de la ansiedad, (eliminando la cafeína).

·         Realizar ejercicios de relajación, respiración, mindfulness, yoga, etc. Técnicas que le enseñen a mirar con perspectiva, situarse en el aquí y ahora y conectar con su cuerpo.

·         Desarrollar o enriquecer los vínculos sociales y familiares.

·         Trabajar sobre una manera de mirar la vida más completa; no solo el vaso medio vacío, ni tampoco el lleno. Aprender a ver que en toda situación hay matices, las cosas no son blancas o negras y por tanto también hay alternativas que hay que estar más relajado para poder verlas.

·         Habituados a imaginar los peores escenarios posibles pero no a pensar realmente qué pasaría si sucediesen. Trabajar los “Y que si… (pasará lo que imagino)” para poder pensar la situación amenazante que enuncia mi mente de la manera más completamente posible, llevándola al extremo y viendo que así y todo uno tiene herramientas para afrontar los escenarios más amenazantes.

·         Desarrollar la confianza en uno mismo y en el mundo. Dejar de controlar no tenemos el 100% de la responsabilidad.

·         Recordar que los cambios se logran con pequeños pasos y en el aquí y ahora.

·         Es importante que seamos responsables de la ansiedad que estamos manejando y que sepamos que la ansiedad desregulada afecta al bebé en desarrollo ya que esta es capaz de producir cambios hormonales y físicos.

·         Mantener los controles médicos en tiempo y forma. Saber que se está bien desde la mirada profesional ayuda a estar calmada.

·         Tener en cuenta que esta importante etapa hay que pasarla lo mejor posible para que todo marche bien. Pero si ocurren situaciones inesperadas saber también que el cuerpo está equipado  para atravesarlas.

Para más información: www.hemera.com.ar

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