Qué alimentos se pueden dar y cómo ofrecerlos

alimentacion bebe

Por Dr. Rodrigo Matamoros*

A partir de los 6 meses además de la leche materna, el bebé empieza de a poco a comer otros alimentos. Esto es un aprendizaje para el bebé que necesitará tranquilidad y mucha paciencia.

A los 6  meses: una comida al día más pecho a demanda

  • Se puede comenzar a darle al bebé una vez al día unas cucharaditas de papillas de cereales: arroz, fécula de maíz, harina de maíz, tapioca. Por ejemplo, arroz bien cocido y pisado con tenedor; polenta con zapallo, o purés de hortalizas (combinar papa sin brotes, batata, mandioca, zapallo y zanahoria, enriquecidos con leche materna o leche en polvo fortificada).
  • No hace falta agregar sal. Los alimentos ya contienen, naturalmente, suficiente sal y no conviene que los niños se acostumbren desde pequeños a los sabores muy salados.
  • Se puede agregar en cada comida una cucharadita de leche en polvo fortificada y una cucharadita de aceite o manteca. También se le puede agregar salsa blanca, ricota o algún queso crema.
  • Una semana más adelante, se puede agregar a la papilla un trozo de carne sin grasa, siempre bien cocida y desmenuzada o rallada, del tamaño de una cucharada sopera (vaca, pollo, conejo, cerdo u otras).
  • Como bebida, lo ideal es el agua hervida y enfriada. También jugos de frutas naturales, colados y diluidos con un poco de agua. No es necesario agregar azúcar.

 

Entre los 7 y 8 meses: 2 ó 3 comidas al día más pecho a demanda

A esta altura se recomienda que los chicos hagan cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Es importante ofrecerle siempre primero el pecho y luego el alimento complementario.

A lo que ya comía se pueden agregar, de a poco:

  • Papillas de otros vegetales triturados (acelga, pulpa de zapallitos) y fideos (chicos y finos).
  • Yema de huevo duro picada agregada a los purés y otras preparaciones.
  • Papillas de arvejas y lentejas, bien cocidas y pasadas por un colador fino para sacarles la piel.
  • Postres con leche, como flanes, cremas de maicena, arroz con leche, polenta o sémola con leche. Se puede usar la leche materna para prepararlos.
  • Pan ligeramente tostado, bizcochos secos (tipo tostadas), galletitas dulces sin relleno, vainillas.
  • Quesos (cremosos, tipo fresco, de rallar como condimento en las preparaciones); yogur.

Es muy importante darles todos los días una fruta y una verdura de color amarillo, anaranjado o verde oscuro.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.

Publicado en mi-pediatra.blogspot.com/

 

Qué alimentos se pueden dar y cómo ofrecerlos

A partir de los 6 meses además de la leche materna, el bebé empieza de a poco a comer otros alimentos. Esto es un aprendizaje para el bebé que necesitará tranquilidad y mucha paciencia.

A los 6  meses: una comida al día más pecho a demanda

  • Se puede comenzar a darle al bebé una vez al día unas cucharaditas de papillas de cereales: arroz, fécula de maíz, harina de maíz, tapioca. Por ejemplo, arroz bien cocido y pisado con tenedor; polenta con zapallo, o purés de hortalizas (combinar papa sin brotes, batata, mandioca, zapallo y zanahoria, enriquecidos con leche materna o leche en polvo fortificada).
  • No hace falta agregar sal. Los alimentos ya contienen, naturalmente, suficiente sal y no conviene que los niños se acostumbren desde pequeños a los sabores muy salados.
  • Se puede agregar en cada comida una cucharadita de leche en polvo fortificada y una cucharadita de aceite o manteca. También se le puede agregar salsa blanca, ricota o algún queso crema.
  • Una semana más adelante, se puede agregar a la papilla un trozo de carne sin grasa, siempre bien cocida y desmenuzada o rallada, del tamaño de una cucharada sopera (vaca, pollo, conejo, cerdo u otras).
  • Como bebida, lo ideal es el agua hervida y enfriada. También jugos de frutas naturales, colados y diluidos con un poco de agua. No es necesario agregar azúcar.

Entre los 7 y 8 meses: 2 ó 3 comidas al día más pecho a demanda

A esta altura se recomienda que los chicos hagan cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Es importante ofrecerle siempre primero el pecho y luego el alimento complementario.

A lo que ya comía se pueden agregar, de a poco:

  • Papillas de otros vegetales triturados (acelga, pulpa de zapallitos) y fideos (chicos y finos).
  • Yema de huevo duro picada agregada a los purés y otras preparaciones.
  • Papillas de arvejas y lentejas, bien cocidas y pasadas por un colador fino para sacarles la piel.
  • Postres con leche, como flanes, cremas de maicena, arroz con leche, polenta o sémola con leche. Se puede usar la leche materna para prepararlos.
  • Pan ligeramente tostado, bizcochos secos (tipo tostadas), galletitas dulces sin relleno, vainillas.
  • Quesos (cremosos, tipo fresco, de rallar como condimento en las preparaciones); yogur.

Es muy importante darles todos los días una fruta y una verdura de color amarillo, anaranjado o verde oscuro.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.

Publicado por Area de Pediatria Hospital Español de La Plata  

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13 consejos a la hora de incorporar nuevos alimentos

  El bebé necesita tiempo para acostumbrarse a los nuevos sabores. Si algo no le gusta, se le puede ofrecer nuevamente en otra ocasión.

  Para una mejor digestión, los alimentos deben estar triturados, rallados o preparados en forma de papilla.

  Es recomendable amamantar primero y después ofrecer los alimentos distintos a la leche.

  Las comiditas deben ser espesas. Las preparaciones líquidas (sopas, caldos, jugos) no contienen suficientes elementos nutritivos porque tienen mayor cantidad de agua.

  Antes de preparar los alimentos, es muy importante lavarse bien las manos y que el agua con la que se cocina sea segura o potable (si no es así, agreguen al agua sólo dos gotas de lavandina por litro y dejen pasar 30 minutos antes de usarla)

  Es bueno que el niño o niña tengan su propio plato desde que comienzan a comer. Así se puede saber cuánto comen cada vez.

  Al principio, el bebé comerá una vez al día –en el almuerzo o cena–, cuando la mamá pueda estar más tranquila y predispuesta.

  Es muy importante que quien alimenta al niño lo mire, le hable y le sonría. Le podemos anunciar la comida con una canción o un gesto.

  Es conveniente usar una cucharita pequeña, de bordes lisos y suaves. Cuando empieza a comer con cuchara, el bebé suele sacar la lengua y parece que rechaza la comida. Sin embargo, no es así. Si se le pone el alimento en el centro de la lengua, se evitará que lo escupa.

  Es muy importante no usar la comida como premio o castigo. Los alimentos son necesarios para crecer y será bueno que los chicos lo entiendan así desde el principio.

  De a poco el niño reconocerá el momento de la comida como una rutina placentera en la que puede participar activamente. Ofrezcámosle una cuchara para que pruebe comer por sí mismo, hablándole de lo que le estamos dando.

  Es mejor incorporar los alimentos de a uno por vez, para probar si el niño los va aceptando y detectar posibles alergias.

  Si el bebé se enferma, no hay que reducir ni suspender su alimentación. Al contrario: hay que mantener la lactancia materna y ofrecerle comidas simples, más seguidas.
Fuente:

  El bebé necesita tiempo para acostumbrarse a los nuevos sabores. Si algo no le gusta, se le puede ofrecer nuevamente en otra ocasión.

  Para una mejor digestión, los alimentos deben estar triturados, rallados o preparados en forma de papilla.

  Es recomendable amamantar primero y después ofrecer los alimentos distintos a la leche.

  Las comiditas deben ser espesas. Las preparaciones líquidas (sopas, caldos, jugos) no contienen suficientes elementos nutritivos porque tienen mayor cantidad de agua.

  Antes de preparar los alimentos, es muy importante lavarse bien las manos y que el agua con la que se cocina sea segura o potable (si no es así, agreguen al agua sólo dos gotas de lavandina por litro y dejen pasar 30 minutos antes de usarla)

  Es bueno que el niño o niña tengan su propio plato desde que comienzan a comer. Así se puede saber cuánto comen cada vez.

  Al principio, el bebé comerá una vez al día –en el almuerzo o cena–, cuando la mamá pueda estar más tranquila y predispuesta.

  Es muy importante que quien alimenta al niño lo mire, le hable y le sonría. Le podemos anunciar la comida con una canción o un gesto.

  Es conveniente usar una cucharita pequeña, de bordes lisos y suaves. Cuando empieza a comer con cuchara, el bebé suele sacar la lengua y parece que rechaza la comida. Sin embargo, no es así. Si se le pone el alimento en el centro de la lengua, se evitará que lo escupa.

  Es muy importante no usar la comida como premio o castigo. Los alimentos son necesarios para crecer y será bueno que los chicos lo entiendan así desde el principio.

  De a poco el niño reconocerá el momento de la comida como una rutina placentera en la que puede participar activamente. Ofrezcámosle una cuchara para que pruebe comer por sí mismo, hablándole de lo que le estamos dando.

  Es mejor incorporar los alimentos de a uno por vez, para probar si el niño los va aceptando y detectar posibles alergias.

  Si el bebé se enferma, no hay que reducir ni suspender su alimentación. Al contrario: hay que mantener la lactancia materna y ofrecerle comidas simples, más seguidas.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación. http://www.msal.gov.ar/vamosacrecer/

Publicado Por el Blog del Dr. Rodrigo Matamoros

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