Qué fácil es decir…¡quítale el pecho!
Por Dr. Salvador Alvarado González*
Sí, fácil decirlo y también tan difícil que es en la actualidad convencer a una mamá de que lo mejor que puede hacer por su bebé recién nacido, y por ella misma, es darle el alimento que producen sus senos. Que decepcionante es para una madre que está convencida de alimentar a su bebé que, una enfermera, un médico, un ginecólogo, y hasta un pediatra, le digan, con la mayor tranquilidad del mundo, -“quítale el pecho y dale tal o cual fórmula”. Es frustrante para ella, pues durante su embarazo se había convencido de que amamantar a su bebé era lo mejor. Era darle el oro blanco de la alimentación para que ahora que el bebé nació, un profesional de la salud le diga eso: -quítale el pecho y dale tal o cual fórmula.
Así es cómo nace la pregunta ¿Cuándo amerita quitarle la leche humana a un niño y cambiarlo por leche de vaca enlatada o en polvo? ¿Cuándo amerita suspender el pecho? Bueno, en términos generales hay que considerar dos cosas: se puede quitar la lactancia al seno por enfermedad de la madre o por problemas propios del bebé. Sin embargo es indispensable analizar cada caso en particular para dar las recomendaciones más apropiadas.
SUSPENSIÓN OPCIONAL POR ENFERMEDADES DE LA MADRE*
Por Hepatitis B
Si a la madre se le diagnostica Hepatitis B durante el período de embarazo, la madre puede amamantar a su hijo siempre y cuando se aplique al recién nacido gamma globulina HB y la vacuna de HB, sin las cuales el riesgo de que el niño adquiera el virus es demasiado grande.
Por Hepatitis A
Debe saberse que no es tan fácil que el virus de la Hepatitis A se trasmita por la leche materna, y que no darle el pecho no garantiza que el bebé no se vaya a contagiar. No obstante, algunos médicos recomiendan suspenderla temporalmente durante la fase aguda de la enfermedad, la mamá debe ser muy estricta en el manejo de sus evacuaciones: lavado de manos estricto cada vez que ella vaya al baño.
Por Hepatitis C
La transmisión de la hepatitis C mediante la lactancia materna no ha sido documentada por lo que no debería ser desalentada. La recomendación actual del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos es que la hepatitis C en la madre no es ninguna razón para contraindicar la lactancia materna, a menos que la madre tenga insuficiencia hepática severa.
Por Virus Herpes I y II
Si el Herpes está presente en el pezón o la areola el niño no debe ser amamantado de ese pecho hasta que las lesiones mejoren. Debe seguir siendo amamantado del otro pecho y mientras se curan las úlceras herpéticas, se debe continuar sacando la leche del pecho afectado para garantizar la producción de leche.
Por Varicela
Si una mamá embarazada presenta un cuadro de varicela al final del embarazo, en los últimos cinco días, y el niño no nace con la enfermedad, se recomienda separar a la madre del niño por unos pocos días, mientras la madre deja de ser infectante. A pesar de lo anterior, más de la mitad de los niños desarrollan la enfermedad.
Siempre que se decide separar al niño de su madre, ésta debe continuar extrayendo su leche de ambos senos, cada 3 horas, día y noche, para dársela al bebé. Esta leche no sólo le alimenta, sino que le ayuda a prevenir y en su caso a curar la enfermedad.
Por Citomegalovirus.
Es definitivo: por esta enfermedad infecciosa sí se debe suspender la alimentación al seno materno.
Por Tuberculosis
La tuberculosis no contraindica estrictamente la lactancia; antes se debe analizar otros aspectos pertinentes, es necesario plantear aquí las tres posibilidades existentes con relación al tiempo en que se diagnosticó la tuberculosis.
• Si a la madre se le diagnosticó la tuberculosis durante el embarazo, se le puede administrar los medicamentos que actualmente se usan, incluyendo la Rifampicina, sin que le causen daño al feto. Si el tratamiento es efectivo, la mayoría de las veces, cuando el niño nace, la madre ya no está excretando bacilos y el niño puede y debe ser amamantado. Además, se le debe aplicar al niño la vacuna contra la tuberculosis (B.C.G.) inmediatamente después de su nacimiento. También se deben tomar todas las medidas posibles para que las personas que viven en la casa donde la madre adquirió la tuberculosis no sigan siendo fuente de infección, también se debe mejorar las condiciones de ventilación y hacinamiento, alcoholismo y la deficiente nutrición.
•Si la tuberculosis se le diagnostica a la madre varios meses después de haber nacido su hijo y de estar lactando, no parece sensato tener que suspender la lactancia. Si al estudiar al niño, éste muestra signos de enfermedad, la madre y el hijo deben recibir tratamiento adecuado y la madre debe seguir amamantando. Si, como pasa con frecuencia, la madre tiene tuberculosis pero el niño no, lo aconsejable es tratar a la madre por el tiempo necesario, de acuerdo con los esquemas y dosis establecidos, y darle al niño quimioprofilaxis. No existe ninguna razón para suspender la lactancia, ella le ha dado al lactante factores de protección, que seguramente le han ayudado a luchar contra la enfermedad.
• Si la tuberculosis se le diagnostica a la madre en el momento del parto, la madre debe comenzar a recibir tratamiento y el niño debe ser vacunado con la B.C.G. y recibir quimioprofilaxis con Isoniacida y ser amamantado.
Por Lepra
No existe evidencia de que la lepra sea transmitida a través de la leche materna. Los medicamentos usados en el tratamiento de la lepra son compatibles con la lactancia.
Por Malaria
Los medicamentos usados en el tratamiento de la malaria son compatibles con la lactancia.
Por Enfermedades Venéreas
La clamidia y la gonorrea no se transmiten a través de la leche materna. Se aconseja que la madre con sífilis tome con su hijo lactante las mismas precauciones y conductas que tomaría una madre con Herpes, especialmente si tiene úlceras activas, mucho más si éstas se encuentran en la areola y el pezón.
SUSPENSIÓN DEFINITIVA DE LA LACTANCIA POR CAUSAS MATERNAS:
Por cáncer de la glándula mamaria en quimioterapia:
El cáncer es causa de suspensión definitiva de la lactancia.
Por infección materna por VIH
La madre no debería amamantar cuando haya adquirido la infección recientemente, así como en estados de enfermedad avanzada de la madre, ya que la carga viral en la leche materna es alta y por lo tanto el riesgo que el bebé adquiera la enfermedad es mayor.
SUSPENSIÓN DEFINITIVA POR ENFERMEDAD DEL NIÑO
Existen niños que no pueden lactar directamente de la madre pero que deben recibir lactancia materna:
• Niños con fisura palatina extensa.
• Micrognatia (una boca muy pequeña por malformación de la mandíbula)
• Problemas neurológicos del niño que imposibilitan la succión o la deglución.
• Prematuros menores de 34 semanas.
• Los bebés que nacen gravemente enfermos y están en terapia intensiva.
En todos estos casos debemos considerar la extracción de leche materna y su administración puede darse por sonda oro gástrica, por jeringa, con gotero, con cucharita o en vaso.
Existe otro grupo de niños en los que está contraindicada la lactancia materna por problemas metabólicos, que son poco frecuentes, caracterizados por deficiencias enzimáticas que limitan o hacen imposible el metabolismo de ciertos componentes de la leche materna que al acumularse en el niño le producen serios disturbios. Dentro de este grupo tenemos a los niños con galactosemia, con fenilcetonuria y la enfermedad de jarabe de arce.
• Cuando un bebé lactante se enferma de catarros, bronquiolitis, diarrea, u otras enfermedades propias de la etapa de bebé no es necesario suspender el amamantamiento. Si el niño se tiene que hospitalizar la madre debe estar a su lado amamantándolo, esto hará que el bebé se recupere más pronto.
• La leche materna es el alimento ideal cuando el niño está enfermo.
• La leche materna puede ayudar a combatir la enfermedad infecciosa por los anticuerpos que la madre le pasa en su leche, por ejemplo, en caso de diarreas, la leche materna ayuda a curar la diarrea y es la mejor manera de hidratar al niño.
• recibir leche materna es la mejor manera de aliviar al niño y, además, la madre le brinda afecto y apoyo emocional.
• Si es un paciente quirúrgico, el ayuno previo a la anestesia es más corto (digestión de la leche materna es más rápida) y es la mejor manera de probar tolerancia oral post operatoria a los alimentos.
La mayoría de los medicamentos que se usan en las enfermedades que la madre puede sufrir posterior al parto o cesárea, no contraindican la lactancia y, por ende, la madre debe continuar lactando al bebé. Se necesita, eso sí, un esfuerzo mayor de la familia y de todo el personal de salud para apoyarla.
Si el médico que atiende a la mamá tiene alguna duda de cuál medicamento que toma la mamá es peligroso para el bebé, deben consultar el siguiente sitio especializado www.e-lactancia.org. Este sitio, actualizado hasta el día hoy, e-lactancia, es un proyecto de APILAM, Asociación para la Promoción e Investigación Científica y Cultural de la Lactancia Materna, bajo licencia de Internactional Creative Commons. Ahí encontrarán 9268 medicamentos evaluados científicamente y el sitio les dará en segundos el grado de indicación o contraindicación para continuar con la lactancia materna. Pero, repito, la inmensa mayoría de los antibióticos y los analgésicos que la madre puede requerir después del parto o cesárea no contraindican la lactancia.
Bueno, creo que sólo me gustaría decirles aquí a las madres y a su familia, así como a los estudiantes de medicina y a los médicos jóvenes que casi nunca, está contraindicada la lactancia materna. Por ello debemos dejar atrás, en el pasado, la frase que titula esta colaboración ¡QUÉ FÁCIL ES DECIR… ¡QUÍTALE PECHO…! Y cambiarla por la siguiente: ¡ADELANTE! ¡CASI SIEMPRE SE PUEDE AMAMANTAR A LOS BEBÉS!… Sólo se requiere de un poco voluntad. Ojalá pronto los médicos nos podamos quitar de encima la responsabilidad de tener el primer lugar de ser la causa de que la lactancia al seno materno no se instale o se suspenda.
*Médico Pediatra (México)