Selfie y Autoestima: ¿chicos en riesgo?
Por la Lic. Andrea Baldantoni*
Para los que han podido mantenerse al margen de la ola de “selfies” que aparecen en aplicaciones como Facebook e Instagram, vale decir que “selfie” es una autofoto o autorretrato que se saca con un smartphone o con una tablet y que se comparte luego por las redes sociales. La palabra “selfie” ha sido elegida “palabra del año 2013″ por el Diccionario Oxford y ha tenido tanta difusión que hasta Obama y el Papa Francisco tienen sus “selfies” en la web.
”¿Cómo te caigo del 1 al 10?”
Frente al bombardeo de “selfies”, poses y caras de pato (duck face) que luchan por llamar la atención y recibir halagos, o un buen puntaje del 1 al 10 en el ranking de amigos y en muchos casos de seguidores anónimos… ¿hay que preocuparse por el impacto que esto tiene en la autoestima de nuestros hijos?
Los padres del siglo XXI hemos sido educados para saber cuán importante es que los chicos tengan “alta autoestima”. Con frecuencia llegan al consultorio padres preocupados y desorientados ya que sus hijos están demasiado atentos a ver cuántos “likes” (signos de aprobación) reciben por sus fotos o videos, chicos que disfrutan y festejan los aplausos cibernéticos (“¡Diosa!”, “Capo”) o con frecuencia padecen la falta de respuesta o comentarios negativos.
La autoestima se construye desde los inicios en la infancia y es un aspecto importante del funcionamiento general de los chicos, ya que constituye un factor central en su ajuste socio-emocional. Una autoestima positiva se relaciona con un funcionamiento feliz en los chicos y constituye la base para un sólido desarrollo emocional. Además de ser base para la buena salud mental, la autoestima está asociada también con el logro académico.
Cuando un chico tiene una autoestima saludable se mira al espejo, mira su foto y disfruta de lo que ve. Se siente cómodo con quién y cómo es. Se considera a si mismo como una persona valiosa que puede hacer lo que se propone y conseguir lo que busca. Los padres, cuidadores y docentes son la fuente primordial en la construcción y el desarrollo de la percepción y las expectativas que los chicos tienen acerca de si mismos.
Ahora bien, ¿qué papel juegan estos autorretratos en la construcción de la identidad y su autoestima?
Parte del desarrollo normal infantil y adolescente es experimentar con la imagen personal y con la construcción de la identidad. Ya de pequeños jugamos con el reflejo de nuestra imagen en el espejo. La tecnología de hoy les permite a los chicos ser constructores activos de su identidad y la función “editar” les brinda más dominio sobre su imagen (pueden jugar también con todo tipo de efectos sobre las fotos y videos).
Con frecuencia, este tipo de conductas se explica desde los rasgos narcisistas o egocéntricos de la personalidad, pero esta exploración de uno mismo, cuando se realiza de manera cuidada y supervisada, también puede ayudar a configurar aspectos creativos y seguros en nuestros hijos. Son ellos los que deciden que imagen mostrar y así ejercen mas control sobre su identidad digital.
La palabra comunicación deriva del latín communicare, que significa “compartir algo, poner en común”. Hoy en día estamos frente a una nueva forma de comunicación entre los nativos digitales. A través de estos autorretratos los chicos activamente se comunican y construyen su mundo mientras se relacionan con sus amigos, ya no de forma estática sino en conversaciones activas donde las fotos cuentan historias y transmiten estados de ánimo y emociones.
¿Cuáles son los riesgos para la autoestima?
Estudios realizados por investigadores de la Stony Brook University de Nueva York (1) resaltan que el uso excesivo de Facebook puede predisponer a la aparición de trastornos de ansiedad y depresión entre sus usuarios.
El estar pendiente de los comentarios o likes de las “selfies” puede indicar una autoestima demasiado ligada con la mirada externa (lo que se dice o lo que no se dice). Es el deber de padres y profesionales guiar a los chicos para que aprendan a navegar por el mundo de sus relaciones virtuales y reales. Es importante que puedan diferenciar que “estos autoretratos no reflejan quien soy, sino como me veo”. El “quién soy” no se define por el número de likes o de seguidores que tengo en mi perfil.
Así, poder separar la imagen virtual del “quien soy real” permite valorar e integrar todos los aspectos que hacen que cada uno tenga un lugar especial en el mundo. Una investigación realizada en el Reino Unido en 2010 (2) dio cuenta que las chicas, en pos de mostrar una imagen divertida y socialmente aceptada, menospreciaban aspectos tan importantes como su inteligencia, bondad y el esfuerzo por ser una influencia positiva en los demás.
La alarma parental debe activarse cuando las “selfies” dejan de tener como objetivo la diversión, para poner en primer plano la necesidad de recibir comentarios o aprobación externa. Es aquí cuando los padres deben intervenir para encontrar la manera de equipar a los chicos con otras fuentes de autoestima y confianza en si mismos, en donde se valore no solo la imagen y su presencia o éxito en el mundo virtual.
Es importante respetar límites y supervisar, especialmente a los más pequeños. Si bien la mayoría de los adolescentes circulan sus fotos en búsqueda de aprobación y elogios, es deber de los padres estar atentos ya que esto expone a sus hijos a recibir comentarios negativos o hasta abusivos.
Los chicos con baja autoestima intentan desesperadamente probar a los demás -y a si mismos- que son personas adecuadas y buscan constantemente aprobación. Pueden llegar a retrotraerse dentro de si mismos, temiendo el contacto con los demás, ya que encuentran poco en si mismos de que sentirse orgullosos.
Una autoestima fuerte implica una visión saludable de si mismo, una visión realista que encierra tanto las fortalezas como las debilidades. Un niño que tiene una autoestima positiva se evalúa a si mismo también de forma positiva, y se siente bien con sus puntos fuertes. Estos niños poseen la confianza en si mismos para mejorar sus áreas débiles, y pueden perdonarse cuando no logran sus objetivos ya que no dependen del pulgar hacia arriba de otros para ser felices.
Referencias:
* (1)Davila, J. (n.d.). The “Facebook Depression” Controversy. Stony Brook University Psychology Department. 2013
* (2)Girl Scouts 2010. <http://www.girlscouts.org/research/
*Especialista en niños, adolescentes y familias.
Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad