Ya nació el bebé!… ¿Y ahora qué me pasa?
Por Lic. Gloria Grosman*
El bebé ha llegado por fin, todo es hermoso, verlo, tocarlo, los mimos y atenciones que recibe mamá, los bombones y las flores que adornan el cuarto del Sanatorio… Mamá se siente cuidada y protegida, todo un equipo profesional se ocupa de ella y de su bebé, los primeros cuidados, el cambio de pañales, las dudas.
Pero ahora regresamos al hogar. Todo es distinto, no hay médicos ni enfermeras. Ahora, mamá deberá cuidar y entender a su bebé. Esto produce un estado de “shock”:
1.- una sensación de vaciamiento que es real. Mamá toma conciencia que el bebé está fuera de su panza, donde lo albergó durante 9 meses…
2.- hay un tercero que demanda y mucho. No respeta horarios y la necesita…
Mamá se siente diferente, está agotada, el esfuerzo físico del parto aún se hace sentir, y, un cúmulo de sensaciones opuestas pasan por ella: alegría, confusión, tristeza… Aún no sabe distinguir los reclamos de su hijo, y esto, lógicamente la angustia. Llora y no sabe por qué. Se siente impotente, manifiesta no poder con todo y necesita ayuda. Se deprime y está muy sensible. Su vivencia interna es “un caos”. Ella así lo experimenta. Todos, quien más quien menos, tratan de aconsejarla. Cada uno según su teoría, situación que hace que aumente más su confusión: “tendré leche?”, “debo darle mamadera?”, “le dolerá algo?”… Mamá se siente por un lado orgullosa y realizada, en una especie de enamoramiento que sólo comparten ella y su hijo. Pero también siente por momentos, que se transforma en “esclava” de las demandas del bebé.
Ya no es más dueña de su tiempo.
Paralelamente a esto, papá queda afuera de este idilio, situación que lo hace sentir muy sólo y no encuentra manera de acercarse, de estar presente. Si hay otros hijos, en este primer mes suelen aparecer los celos y rivalidades de los niños.
También las relaciones sexuales se han dejado de lado. Sólo a partir del segundo mes se recupera de a poco la vida sexual de la pareja, y a veces no es tan fácil: por un lado las molestias físicas, por otro el bebé que está muy presente, como cuando estaba en la panza y parecía a veces que “eran tres en la cama”!!!
Mamá está viviendo el puerperio que es el período que abarca más o menos las seis semanas que siguen al parto, durante el cual el útero recupera su estado normal y se inicia la secreción láctea.
A partir del tercer mes, todo va mejorando. Aparece en mamá la posibilidad de separarse un poco de su bebé junto con la necesidad de salir.
Así comienza lentamente a superar este mini mundo entre mamá e hijo, para contactarse con el mundo exterior: esposo, otros hijos, amigas, trabajo, estudio…
Mamá ya sabe distinguir los reclamos de su bebé. Se siente más segura. Aparece el deseo sexual, tiene ganas de arreglarse y salir a pasear.
Comienza a sentir que poco a poco puede ser mamá, esposa, amiga… y esto la hace sentir muy bien. EL PUERPERIO HA TERMINADO!