¡Si usted es hipertenso, su hijo también puede serlo!
La hipertensión arterial en los niños existe y es más frecuente de lo que se piensa.
Se presenta en niños y adolescentes pertenecientes a familias con historia de hipertensión primaria o esencial y/o enfermedad cardiovascular.
¿Qué es la Hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es el aumento de la presión de la sangre en las arterias.
Los valores normales de presión en los niños son diferentes a los de los adultos y se miden en tablas según la edad, el sexo y la talla, utilizando aparatos especiales para determinarla según el tamaño del niño.
¿Qué tipos de hipertensión hay?
Existen 2 tipos: Primaria o esencial y Secundaria.
• La hipertensión primaria: Tiene un fuerte componente genético. Se ve favorecida por factores como la herencia, la obesidad y el exceso de sal en las comidas. Si ambos padres son hipertensos, la incidencia en los hijos es de 5 a 15 veces mayor que en los hijos de personas con presión normal. En los adolescentes, el tabaquismo y el alcoholismo también provocan su aparición.
• La hipertensión secundaria: Las enfermedades del riñón son su principal causa, aunque también pueden producirla otras enfermedades como las cardiovasculares, las hormonales y también algunos medicamentos y/o tóxicos.
¿Qué síntomas puede dar la presión alta?
En la mayoría de los casos no da síntomas, pero puede manifestarse con dolores de cabeza, trastornos de la visión, sangrado por la nariz o combinaciones de ellos.
¿Cómo se puede evitar?
1. Cumplir con el control pediátrico, que incluye la toma de la presión arterial a partir de los 3 años, una vez al año.
2. Prevenir la obesidad, habituando a los niños desde pequeños a ingerir una dieta rica en verduras y frutas.
3. Estimular la actividad física, a través de la recreación o el deporte.
4. Tomar conciencia que la ingesta excesiva de sal favorece la hipertensión. Es importante comer con poca sal y no llevar el salero a la mesa. El niño así sabrá apreciar los sabores reales de los alimentos.
5. Vigilar a las familias con mayor riesgo de desarrollar hipertensión desde jóvenes, por ejemplo, las que tienen antecedentes de enfermedad cardiovascular, colesterol elevado, sobrepeso u obesidad.
6. Tener en cuenta que una sola toma de presión elevada no es sinónimo de hipertensión arterial, pero sí un llamado de atención para un control más estricto.
7. Converse con hijo acerca de los peligros del tabaco y del alcoholismo.
Recuerde: El control de la presión arterial y de otros factores de riesgo desde la infancia disminuyen la incidencia de enfermedades del corazón en la vida adulta.
CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA
Dra. Mirta Becerra Pons