El chupete: mitos y realidades

El chupete puede ser un gran aliado para el bebé, pero es necesario que los papis conozcan sus beneficios y desventajas.

El hábito de succión es una de las primeras actividades coordinadas en el lactante. Existen dos formas de succión: la nutritiva y la no nutritiva, esta última correspondería a la succión de dedos, del chupete o de otros objetos no relacionados con la ingesta. Ya cuando el niño se encuentra en la pancita de su mamá comienza a chuparse el dedo. Para él supone todo un placer que lo tranquiliza y sosiega dulcemente.

Unos meses más tarde, al nacer, este hábito continúa acompañándolo día y noche. Precisamente por ello,
son muchos los padres que se preguntan si a su bebé lo puede tranquilizar un chupete, si deberían intentar acostumbrarlos cuanto antes, a pesar de las críticas que en torno a él se elevan continuamente, o si sería este el causante de problemas en la boca entre otros?

Beneficios del chupete

-El chupete funciona como un tranquilizante, es de gran ayuda en niños con cólicos y muy irritables, provoca sensación de calidez y seguridad.
-Sería un hábito protector del síndrome de muerte súbita del lactante ya que por razones de comodidad, los niños que usan chupete no duermen boca abajo, posición que aumenta el riesgo del síndrome.
-El uso del chupete en recién nacidos prematuros que fueron alimentados por sonda, acelera la maduración del reflejo de succión lo que hace más rápida su alimentación por vía oral.
- Un buen chupete es mucho mejor que el uso del pulgar.

Riesgos del chupete

-Se lo ha relacionado con malformaciones dentarias: observada en niños en quienes el uso del chupete se prolonga más de 36 meses.
-Es un factor de riesgo para infecciones del oído ya que es más susceptible la entrada de patógenos al oído.
-Presenta lo denominado la “confusión del pezón”, ya que la succión del chupete requiere una técnica oral diferente a la necesaria para la lactancia materna por lo que no debería ofrecérsele el chupete al pequeño hasta que la lactancia materna estuviera bien establecida, para no interferir con ella.
-El hábito del chupete se relaciona con menor duración de la lactancia materna y, en consecuencia, con menor crecimiento del lactante porque estimula durante menos tiempo el pezón materno. Se reduce el tiempo que dura cada toma y el lactante no ingiere la leche final (rica en grasas y calorías), por lo tanto el bebé queda más hambriento e irritable, situación que induce a los padres a introducir la lactancia artificial.
-La utilización prolongada del chupete impregnado de productos azucarados lleva a la presencia de gran cantidad de caries en la dentición provisional por lo que es importante no agregarle nada al chupete.
En conclusión: no existen pruebas para fomentar o rechazar el uso del chupete pero es importante no iniciar su empleo antes de los 15 a 30 días de vida, restringirlo a partir de los 8 meses y suprimirlo al año. Utilizar sólo los chupetes que cumplan con normas de seguridad y cuidar rigurosamente su higiene para evitar posibles infecciones.

Consejos a la hora de comprar un chupete:

• Que sea de una sola pieza.
• Escudo con dimensiones mínimas de 43 x 43mm.
• Escudo rígido o semirígido, con la flexibilidad suficiente para evitar traumatismos.
• Que posea una anilla fácil de agarrar.
• Cadena con broche de seguridad para fijar el chupete a la ropita del pequeño.
• Limpiar el chupete cada vez que el niño termine de usarlo o si se cae al suelo.
• No introducir el chupete en azúcar o miel.
• Cambiar el chupete cuando se deteriore.

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dra. Elizabeth Feldman

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