Viaje seguro para los niños

Los adultos somos los responsables de la seguridad de los niños en todo momento, inclusive en el auto; por lo tanto debemos conocer ciertos principios básicos para impedir o minimizar las lesiones en los niños.

Los accidentes de tránsito encabezan la lista de las causantes de lesiones en Argentina.
El riesgo de muerte de los niños sentados en el asiento de atrás de un automóvil es 30% menor que el de los niños sentados adelante. El asiento del medio de la parte trasera es el más seguro. Los niños menores de 10 y en lo posible hasta los 12 años deben viajar atrás; aún en los vehículos con airbag frontal y a pesar de un adecuado sistema de sujeción, el asiento trasero sigue siendo más seguro.

Los adultos somos los responsables de la seguridad de los niños en todo momento, inclusive en el auto; por lo tanto debemos conocer ciertos principios básicos para impedir o minimizar las lesiones en los niños:

1) Los niños menores de 10 años siempre deben viajar en el asiento trasero.
2) Desde que nacen hasta el año de vida o hasta los 10 Kg de peso deben viajar en la butaca para bebés, ésta debe sujetar correctamente al niño y a su vez debe estar correctamente fijada al asiento del auto (según las instrucciones del fabricante).
3) La butaca de los niños de 0 a 1 año debe mirar hacia atrás ya que de existir un choque el impacto se distribuye más uniformemente por el eje corporal del niño y esto disminuye el riesgo de lesiones en la médula espinal.
4) Los niños de 1 a 3 años deben viajar en la butaca de seguridad fijada al asiento trasero y mirando hacia delante.
5) De ser posible, la butaca para los niños debe sujetarse de la parte media del asiento posterior (debido a la posibilidad de impactos laterales).
6) Los niños de 4 a 10 años deben viajar con asientos suplementarios usando cinturón de seguridad, siempre en el asiento trasero.
7) Los niños mayores de 10 años pueden viajar en el asiento delantero siempre con el cinturón de seguridad correctamente colocado

Además debemos tener en cuenta que los lactantes y niños pequeños presentan la cabeza en proporción más grande, el centro de gravedad alto, el sostén cefálico relativamente deficiente y los huesos del cráneo blandos y flexibles con la consiguiente menor protección intracraneana. Los órganos intra-abdominales están menos protegidos por la caja torácica que en los adultos y la vejiga está menos cubierta por la pelvis ósea. Todo esto determina mayor exposición en el caso de un choque.
Para finalizar deberíamos enfatizar el tema de la prevención, ya que las lesiones pueden evitarse pero no basta con ser adultos, debemos ser adultos responsables en el cuidado de los niños y en éste caso hacer valer uno de sus derechos, el de la seguridad.

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dra. Mariela Deraiopian

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