Previniendo la deshidratación por gastroenteritis

La gastroenteritis puede llevar a una deshidratación en el niño, por ello es importante que los padres reconozcan sus signos y síntomas.

Las infecciones del tracto gastrointestinal son una de las consultas más frecuentes en Pediatría. Se las conoce como gastroenteritis aguda y se presentan clínicamente con vómitos y/o diarrea. Son ocasionadas en su gran mayoría por agentes virales, por lo que no tienen un tratamiento específico (no responden a los antibióticos) y son de carácter autolimitado (es decir, que es un proceso que termina por si solo). El peligro en los pacientes que cursan una gastroenteritis es la posibilidad de que se deshidraten. La deshidratación resulta de un balance inadecuado entre los líquidos y las sales que ingresan al organismo y los que egresan.
Los padres necesitan conocer las medidas a tomar para evitar la deshidratación y deben estar al tanto de los signos clínicos que requieren una consulta con el pediatra. Los niños pequeños, por sus características corporales, son más susceptibles a la deshidratación y además no pueden expresar sus deseos de beber, por lo que dependen de sus cuidadores para recibir la cantidad de líquido necesaria para no deshidratarse.
Hay que recordar además que estos cuadros son muy contagiosos, por lo que se deben lavar muy bien las manos todos los integrantes de la familia y ser cuidadosos al manipular los alimentos.

Las medidas más útiles para evitar que los niños se deshidraten son:
-Continuar con la lactancia materna en caso que el niño se alimente a pecho y ofrecerle tomar muy seguido. La leche materna tiene la composición ideal en cuanto a agua, azúcar y sales y además contiene células que ayudan a combatir la infección y facilitan la más rápida recuperación.
-Los niños que toman otras leches, deben ingerirla como lo hacen siempre, es decir, no hace falta diluir la leche con agua ni suspender su administración.
-Ofrecer líquidos en lo posible fríos, en forma frecuente y en pequeños volúmenes (por ejemplo con cucharita). Se puede utilizar agua de arroz, caldos caseros, sales de rehidratación. El agua sola no es suficiente porque con la diarrea y los vómitos se pierden sales además de agua. Las gaseosas y los jugos envasados no están recomendados.
-Continuar con la alimentación si el niño tiene incorporados los sólidos en su dieta. Ofrecer carnes cocidas y evitar las verduras crudas y los productos envasados.
-Llevar registro del número de deposiciones y/o vómitos, verificar que en el pañal haya orina además de materia fecal, o en los niños que controlan esfínteres, comprobar que orine (la orina puede ser más oscura que los habitual y tener un olor más fuerte, ya que está más concentrada).
Los signos de alarma son:
-Ojos hundidos, boca seca, llanto sin lágrimas
-Estado de ánimo muy apagado, somnoliencia
-Imposibilidad de mantener un balance de ingresos positivo (vomita todo lo que toma, o toma muy poco en comparación con la cantidad de materia fecal que produce)
-No se constata orina en el pañal o no orina por más de 6 horas
-Mal estado general, palidez muy importante
-Presencia de sangre en la materia fecal

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dra. Gabriela Urman

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>