Medidas de alerta frente al consumo de drogas
En este artículo se intenta informar sobre los efectos de la drogas de diseño, llamadas también drogas de diversión
Drogas Sintéticas o de Diseño
Desde su conocimiento, siempre tuvieron buena prensa: los reportajes, artículos e informaciones al respecto superaron ampliamente a las publicaciones científicas.
Su aparición ha sido acompañada de una muy buena publicidad, se la consideraba: “la droga perfecta”. A diferencia de otras drogas, sus efectos no parecían perjudiciales para la salud. En muchas ocasiones se habla de ella como una droga segura, cuando lo cierto es que tienen un alto riesgo por la estrecha relación que tienen con la diversión.
Los estimulantes son aquellas sustancias psicoactivas que aceleran el funcionamiento del sistema Nervioso Central. En la actualidad, gozan de cierta “aceptación”, por la sensación de energía y fuerza que producen casi al instante (aumentan la actividad corporal y la sensibilidad) incluso cuando el consumidor se siente cansado y desganado. Algunas personas dicen que les facilita la comunicación.
En nuestra sociedad existen diferentes estimulantes de acción suave y socialmente aceptados que no se consideran drogas. Las bebidas como té, café, o refrescos cola contienen cafeína, el estimulante más extendido de Occidente.
Los estimulantes sintéticos, son considerados más potentes que la cafeína y se abusa de ellos con cierta frecuencia en distintos estratos sociales.
Según el laboratorio que fabrique las distintas drogas sintéticas, utilizará una composición diferente en la cantidad de principio activo, también serán variados los adulterantes para “cortarla”. La suma de todo esto, hace que sea más peligroso su consumo ya que es difícil determinar que es exactamente lo que se está consumiendo.
Entre estas sustancias podemos encontrar el éxtasis, el MDA, y el MDEA, todas ellos derivados de Anfetaminas. La más frecuente de estas drogas es el EXTASIS. En química se llama 3-4-metil-ene-dioxi-meta-anfetamina. Fue descubierta antes de la 1º guerra mundial, en 1912.
Es frecuente que los nombres técnicos no quieran decir nada y los consumidores las llamen por diferentes nombres de argot como puede ser la píldora del amor, eva, mitsubishi, fidodidos, cacharros, palomitas, y muchos otros.
El abuso de las drogas de diseño ha crecido rápidamente desde mediados de los años ´80, se conocen como drogas de “fiesta” y se consumen especialmente en la vida nocturna.
Su facilidad para conseguirlas y la dificultad para diagnosticar sus efectos, han puesto de manifiesto las graves consecuencias, incluso mortales, que podrían resultar de su abuso.
Por todo esto podríamos decir que este tipo de sustancias son una causa de creciente preocupación entre los médicos y otros profesionales de la salud.
Reconocimiento: Generalmente aparecen en forma de tabletas ó cápsulas.
Vía de administración: El método preferido es vía oral, aunque ha habido experiencias de inyección o inhalación.
Efectos: Aparecen entre 30 minutos y 1 hora después de tomarla y pueden durar varias horas. Debido a que los efectos no son inmediatos, puede ocurrir en muchos casos la ingestión de una dosis mayor, acumulándose en el organismo, con efectos nefastos.
Inicialmente el consumidor experimenta una sensación de subida o escalada, seguida de varias horas de calma con las funciones sensoriales sensibilizadas. Normalmente no se experimentan alucinaciones desagradables (el llamado mal viaje), más frecuente en el LSD.
Los consumidores de éxtasis comentan que la sustancia mejora su autoestima y confianza, y hace desaparecer las inhibiciones.
Los resultados del consumo varían, produciéndose con dosis altas desde ansiedad, pánico, confusión, insomnio, psicosis, así como alucinaciones visuales y auditivas.
Muchas veces el “subidón” tiene como consecuencias posteriores: agotamiento, sensación de fatiga, ansiedad y depresión que pueden durar varios días.
Puede aumentar la presión sanguínea, producir taquicardia y palpitaciones, volviéndose peligrosa para el corazón.
Con frecuencia las drogas de síntesis producen nerviosismo, movimientos involuntarios de boca y cuello, tics nerviosos, también disminuyen los reflejos y se confunden las cosas, por lo que conducir después de haber consumido pastillas aumenta la probabilidad de producir un accidente.
Especial cuidado con el llamado “golpe de calor”:
El éxtasis provoca un incremento de la temperatura corporal y de la frecuencia cardiaca, se produce un aumento de la sudoración y una disminución de la sensación de cansancio, calor y de sed. Si sumamos estos efectos con el medio en el que se consume (locales cerrados), el ejercicio físico (como el baile), ya tenemos todo listo para favorecer ese “golpe de calor”.
Producen efectos tóxicos:
Corazón: arritmias, hipertensión, infarto de miocardio
Riñón: insuficiencia aguda, hepatotoxisidad
Cerebro: paranoia, ataques epilépticos, edema cerebral, irritabilidad, ansiedad
Pulmones: edema pulmonar
Y durante el embarazo: posibles malformaciones.
Si tras consumir éxtasis alguien presenta una gran ansiedad (crisis de pánico, paranoias, etc.) es aconsejable llevarlo a un lugar con poca gente, donde haya poca estimulación sensorial (pocos ruidos, no excesiva iluminación, etc.) e intentar que se calme, hablándole tranquilamente, e intentando que su respiración se normalice si es que está alterada. Procurar que ingiera líquidos.
Si la temperatura de su cuerpo es muy elevada, es recomendable mojarle la cabeza y de ser posible que ingiera bebidas con sales (sino agua con sal) y que lo beba con tranquilidad.
Si la persona que ha consumido éxtasis es incapaz de hablar, moverse o presenta convulsiones, llamar urgentemente a una ambulancia.
CONSULTE SIEMPRE Y ANTE LA MENOR DUDA A SU MEDICO
Lic. Leila Chait / Lic. Juan Jose Santamaría Herrero