Autismo
Por Dr. Salvador Alvarado González
¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)?
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de alteraciones del desarrollo provocados por un problema en el cerebro. Por desgracia estos trastornos son relativamente frecuentes y se detecta en uno de cada 110 niños nacidos vivos según cifras del Instituto Nacional de la Salud Mental y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en USA.
DIFERENCIAS ENTRE CRECIMIENTO Y DESARROLLO
Crecer y desarrollarse no es lo mismo. Para fines prácticos, crecer significa aumentar en volumen y tamaño. Así, un niño que nace con 3 kilos de peso y 50 centímetros de talla a los 12 meses ya creció a 10 kilos y mide75 centímetros. En cambio,desarrollarse significa mejorar las capacidades de funcionamiento de los distintos sistemas de nuestro cuerpo. Así, al nacer, un niño ni habla ni camina, pero al año, ya debe decir unas 3 ó 4 ó más palabras, ya debe socializar y darse a entender relativamente bien y entender otras tantas cosas y también puede caminar relativamente bien y solo.
Los pediatras cuando exploramos al niño no notamos diferencia física alguna entre un niño con este tipo de trastorno y otro que no lo tiene, pero lo que sí se puede notar es que tiene diferentes maneras de comunicarse, de interactuar con los demásy también problemas en la forma en que se comportay en la forma de aprender.Y a estas alteraciones es lo que se conoce como Trastornos del Espectro Autistaque se abreviaTEA.
POR QUÉ ES IMPORTANTE EL DIAGNÓSTICO TEMPRANO
Al niño que se le diagnóstica un trastorno del espectro autista debe dársele tratamiento pronto y por tiempo prolongado. Se sabe perfectamente que entre más temprano se haga el diagnóstico y se inicie el tratamiento mejor evolución tendrá y menos daño permanente habrá en el niño. Por ello, tanto padres como pediatras, médicos generales que atienden niños, servidores en las estancias infantiles y los profesores debemos, todos, tener una muy buena idea de cómo sospechar estos trastornos y enviarlos a los especialistas para que lo confirmeno lo descarten. Por lo general un diagnóstico temprano es a los dos años. A los 4 ó 5 años ya es tardío perdiéndose un tiempo muy valioso.
¿HAY NIÑOS CON POCO O MUCHO AUSTISMO?
No, la cosa no es así. En términos generales no podemos decir que haya niños con más autismo que otros. Lo que pasa es que hay un amplio espectro de trastornos del desarrollo que afectan el funcionamiento de las personas a diferentes niveles, a veces de manera muy leve y otras formas más graves. Por eso se dice que es un espectro. El niño autista propiamente dicho es el tipo de TEA más conocido, aunque también existen otros, como el trastorno generalizado del desarrollo, el síndrome de Asperger y el de Rett. Tampoco es cierto que todos los niños con trastorno autista son muy inteligentes. La capacidad mental y la capacidad de aprendizaje de estos niños pueden variar mucho,se pueden encontrar unos muy talentosos y otros con deficiencias intelectuales muy serias.
¿CUÁLES SON ALGUNOS DE LOS SIGNOS DE LOS TEA?
Hay muchos signos tempranos que nos debe hacer sospechar algún trastorno de este tipo, por ello si notamos uno o más de los siguientes signos podemos suponer haya algún TEA. Veamos:
• Si no juegan a imitar a los grandes (por ejemplo, “dar de comer” a la muñeca para imitar a la mamá)
• Si no señalan objetos para mostrar interés (señalar un avión que está volando cerca).
• Si no miran las cosas que otras personas les estén señalando.
• Si no están interesados en los demás.
• Si evitan el contacto visual y prefieran estar solos.
• Si tienen problemas para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar los suyos propios.
• Si prefieren que no los abracen.
• Si no hacen caso cuando otras personas les hablan.
• Si no saben cómo hablar, o jugar o establecer contacto con otras personas.
• Si presentan ecolalia, es decir, si repiten palabras o frases una y otra vez, en vez de responder y usar el lenguaje de manera normal.
• Si tienen problemas para expresar sus necesidades mediante palabras o movimientos.
• Si repiten las mismas acciones una y otra vez (agitar las manos, mover los dedos, mecerse, etc.)
• Si tienen problemas para adaptarse a cambios en las rutinas.
• Si reaccionan de manera extraña a la forma en que las cosas huelen, saben, se ven, se sienten o suenan.
• Si pierden las destrezas que en algún momento tuvieron (por ejemplo, dejar de decir palabras que estaban usando anteriormente).
• Si no pasan un objeto de una mano a la otra después del séptimo mes.
• Si no agarran con los dedos en forma de pinza después del octavo mes.
• Si no usan sílabas a los doce meses.
• Si no hay lenguaje corporal, es decir, si no hacen “caras”, o “gracias” a los 12 meses.
• Si no arman frases de dos palabras en forma espontánea a los 24 meses.
• Si a cualquier edad no existe interés por el medio que les rodea.
• Si hay ausencia de juego simbólico imaginativo (amiguitos imaginarios).
• Si no responde a las expresiones faciales o sentimientos de los demás.
• Si no es capaz de compartir con otros la risa, el placer y la mirada social.
• Si reaccionan “raro” a estímulos visuales, sonoros o táctiles.
EL PAPEL DEL PEDIATRA EN EL TRASTORNO AUTISTA
El pediatra es una persona capacitada para atender los diversos aspectos de la salud de los niños desde que nacen. Al momento de nacer, las más de las veces, nos encontramos a un bebé interesado en el medio ambiente al cual llega y reacciona de determinada forma que sabemos que es normal. Algunas veces tenemos dudas, las cuales se pueden ir disipando con el paso de los meses. Cada mes con la evaluación del niño sano, podemos ir determinando si todo va bien en el desarrollo. Los padres no deben pensar que estas visitas al pediatra con el niño sano son un desperdicio de tiempo o dinero. No. En estas visitas el pediatra evalúa, entre otras muchas cosas, el crecimiento y el desarrollo del niño. Idealmente no debiera pasar más de dos años para darnos cuenta de la posibilidad de un trastorno del espectro autista. Si este se llega a sospechar, debemos enviar al niño a hacer una evaluación con especialistas en el tema. Informar sobre un trastorno de este tipo, severo y permanente, que afecta no sólo al niño, sino también a toda la familia, siempre es una noticia difícil de dar. Por esto, en primera instancia, el informar cabalmente a los padres de los niños con TEA es una prioridad inexorable y debe hacerse de manera clara y precisa y lo más completa posible para tratar de disminuir la ansiedad en los padres.
CONSEJOS PARA LOS PADRES
Aprendan, padres de familia, más sobre este y otros temas de salud infantil, pues uno nunca sabe si un hijo lo va a presentar. Así, mientras más sabe, más le puede ayudar al niño.
Sean conscientes de lo que molesta al niño, especialmente que desencadena un berrinche. Los primeros años son los más difíciles, pero créalo: ¡las cosas mejorarán!
Aprenda de los profesionales y otros padres cómo satisfacer las necesidades especiales de su niño, pero recuerde que su hij@, es ante todo, un niñ@ y como tal debe tratarse y disfrutarse.
La conducta, la comunicación y las destrezas sociales son áreas que deben preocupar a los padres y un ambiente con límites amorosos le ayudará muchísimo en su desarrollo.
Busque tecnología que puede ayudar a su niño. Puede ser un aparato simple para la comunicación que le ayudará expresar sus necesidades y deseos.
Trabaje junto con los profesionales en la intervención temprana o en la escuela para desarrollar un plan individual para su niño que refleje sus habilidades y necesidades. Asegúrese de incluir un plan para manejar apropiadamente la conducta, si es necesario.
Sea paciente y manténgase optimista. Su hijo, como todos, tiene su vida entera para crecer y aprender.
*NOTA: Bajo ninguna circunstancia la información publicada aquí trata de reemplazar la consulta médica por un especialista. Esta información sólo trata de orientar a nuestros lectores incrementando sus conocimientos de salud infanto-juvenil.
Dr. Salvador Alvarado González
[...] los riesgos más frecuentes es que el niño presente conductas de retracción propias del espectro autista. Estas limitan y deterioran las posibilidades de desarrollo mental, en el sentido de integrar una [...]