Una droga legal y peligrosa
El alcohol es la droga de abuso más extendida en la cultura occidental en todos los rangos de edad, en la mayoría de los casos, su uso comienza dentro de la familia.
El abuso del alcohol produce dependencia.
Problemas orgánicos (daños cerebrales, alteraciones cardíacas y hormonales, trastornos en el estómago, en el páncreas y en el intestino, lesiones mortales en el hígado, etc.) y psicológicos (pérdida de memoria, atención y control social, distorsión de los sentimientos, etc.).
Con la ingesta excesiva de alcohol también se relacionan las peleas callejeras, el maltrato físico en la familia y los accidentes de tráfico. Es la droga que mayor criminalidad genera.
En los últimos años, la edad de inicio de consumo de alcohol ha disminuido, y las cantidades de alcohol ingerido se están igualando entre hombres y mujeres.
También se ha modificado el patrón de consumo y sus características principales, entre las que podemos destacar:
• Los consumos se concentran fundamentalmente los fines de semana por la noche
• Se realizan en grupo y en espacios o lugares públicos como bares, discotecas o simplemente la calle.
• El objetivo de estos consumos suele ser el favorecer el ocio y las relaciones sociales. Prueba de ellos es que los adolescentes y jóvenes beben en grupo con amigos y que muchos afirman que lo hacen para desinhibirse y para sentirse integrados.
• Se ingieren importantes cantidades del alcohol en un corto periodo de tiempo, buscando deliberadamente “encontrar el punto”, cuando no directamente emborracharse.
• El consumo se compatibiliza con el desarrollo de las actividades habituales de su edad (estudiar, trabajar, etc.)
El alcohol genera en el consumidor sentimientos de omnipotencia y autosuficiencia por lo que son los padres o los amigos los que suelen percibir las situaciones de riesgo en que se encuentra.
“No hay que cerrar los ojos ante la evidencia”
El consumo de alcohol es fácil de detectar:
• Huele.
Además altera las conductas observables:
• Los reflejos disminuyen.
• Falla la coordinación al caminar y moverse.
• Se confunden las palabras, balbucean.
• Tienen la mirada perdida.
• Presentan un enrojecimiento de la cara.
Todos estos datos pueden ser disimulados por el adolescente especialmente si llegan a casa cuando los padres están durmiendo.
Por eso es importante tener en cuenta otros datos que pueden parecer menos relevantes como por ejemplo, la disminución en el rendimiento escolar, faltar a clase, horas de llegada a casa cuando sale, si sus amigos beben, si tiene alguna señal fruto de alguna pelea, accidentes de tráfico, etc.
Recomendaciones en la educación de los hijos:
_ Es conveniente evitar hablar a los hijos como si los padres lo supieran todo, sin oír lo que ellos opinan y piensan.
Escúchelos como padre y razone junto a ellos cuando no estén de acuerdo con sus opiniones.
_ No es recomendable reprocharles todo lo que como padres han hecho por él, las críticas continuadas desgastan las relaciones.
Muéstrese cercano a él, eso hará ver a su hijo que tiene a quien recurrir cuando tenga un problema.
_Intente no perder la calma, no todos los que se inician en el consumo se convierten en consumidores habituales
_Si su hijo está consumiendo algún tipo de droga, no utilice el castigo como única vía para evitarlo, ya que si no se utiliza otro recurso, es posible que terminemos generando precisamente esa conducta de consumo que queremos evitar. Dialogue con él analizando qué lo llevó consumir.
_ Fomente la creatividad, enséñele a resolver y a actuar frente a nuevas situaciones problemáticas.
_No es bueno ser excesivamente estricto, pero tampoco demasiado permisivo, preocúpese de su educación, recuerde que esta es su responsabilidad.
CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA
Lic. Leila Chait / Lic. Juan Jose Santamaría Herrero