Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de término.
El doctor Gutierrez, médico neonatólogo con una vasta trayectoria, nacido en Méjico y residente en Arizona, E.E.U.U., nos informará paso a paso, su crecimiento , maduración y algunos de sus riesgos.

Al momento de nacer, el bebé debe tener la capacidad de adaptarse al medio ambiente y de convertirse en un ser biológicamente independiente. Esa independencia implica la capacidad de respirar, de mantener el ritmo y frecuencia cardíaca, la presión arterial, mantener el nivel de azúcar y ser capaz de mantener su temperatura corporal.

En la gran mayoría de las culturas los nacimientos se producen directamente en los hogares, asistidos por una partera, o bien en clínicas u hospitales que abandonan al poco tiempo de nacer. Sin embargo, en ocasiones especiales, tenemos que tener otro tipo de cuidados. A eso es a lo que me dedico: al recién nacido de alto riesgo ya sea porque se haya detectado un problema en el bebé, en la madre (diabetes, hipotiroidismo, etc.), o bien, lo más frecuente, debido a un problema de prematurez.

Prematurez significa que los bebés no han llegado a cumplir las 37 semanas de gestación. Por razones aún desconocidas existe una tasa de prematurez o prematuridad del 7 al 12%, dependiendo de cada país. En la mayoría de las ocasiones, no identificamos la causa del trabajo de parto prematuro, pero frecuentemente existen infecciones en el tracto genitourinario, problemas de la placenta, accidentes; o situaciones más sutiles como infecciones dentales, hipertensión arterial, etc. La prevención del trabajo de parto prematuro es esencial para mejorar la salud pública de todos los países. La salud de la madre antes de la concepción, el control prenatal, una dieta balanceada y complementos nutricionales como las vitaminas (el ácido fólico especialmente), salud dental, son posibles intervenciones para ayudar a tener bebés en mejores condiciones. De reconocido valor, pero sin comprobación estadística, está el mejorar la autoestima de la madre, ayudarle, apoyarla, protegerla, amarla.

Existen tres tipos de prematuros:

- El prematuro cerca de término (de 34 a 38 semanas). En general, estos niños se comportan muy bien, tienen una gran capacidad de adaptarse a los problemas y con un poco de ayuda, salen adelante.

- El segundo grupo incluye a aquellos que nacen entre la semana 28 y la semana 34. Se trata de bebés con problemas respiratorios que pueden ser serios, por inmadurez de sus pulmones. Requieren terapia respiratoria y son fácil presa de infecciones. Necesitan alimentación intravenosa ya que no pueden comer, no saben tragar. Son capaces de chupar, de respirar, de deglutir, pero no son capaces de hacerlo coordinadamente; muchos reciben la leche a través de tubos especiales que pasan por la boca o nariz hacia el estómago. La gran mayoría de los niños prematuros de este grupo se van a su casa en la semana 36, pues es recién entre la semana 35 y la 36 que su sistema nervioso central es capaz de coordinar esas tres funciones esenciales para su alimentación.

- El tercer grupo lo constituyen los bebés que nacen antes de la semana 28. Se trata de niños extremadamente pequeños y ahí tenemos problemas muy serios. Los cuidados que ellos requieren implican un equipo humano muy bien preparado y una tecnología que es extremadamente costosa.
Es menester, además, una sala de cuidados intensivos. Es por ello que en la mayoría de los países subdesarrollados, o en vías de desarrollo, muchos de estos bebés no sobreviven y cuando sobreviven deben enfrentarse a importantes problemas y deficiencias neurológicas. Cabe destacar, no obstante, que también en países desarrollados nacen muchos bebés prematuros que fallecen o que sobreviven con muchas secuelas.

Dada la prematurez, el cerebro de los bebés de este último grupo no se encuentra aún bien formado. Es muy frágil y los vasos sanguíneos se rompen fácilmente produciendo hemorragias e infartos cerebrales muy serios. Y cuando el cerebro se ha dañado, el resto del cuerpo no funcionará bien. Es importante que todos juntos, es decir, la sociedad, la familia y la pareja hagamos lo mejor para ayudar a estos bebés según nuestras posibilidades.

En relación a los cuidados generales, cuando está listo para ir a casa, el niño prematuro es solo un poquito más frágil, requiere de más cuidados pero no es muy diferente al bebé de tiempo completo; no es anormal. Uno de los problemas que más frecuentemente sufren es el pobre control de su temperatura. Deben estar colocados en un lugar cómodo para su temperatura. Yo le digo a los padres: si ustedes están cómodos en ese cuarto, el bebé va a estar cómodo allí; si ustedes tienen frío, el bebé va a tener más frío, si tienen calor, el bebé va a tener más calor que ustedes.

La posición del bebé prematuro para comer también es un poquito diferente. Aunque los prematuros tengan tanta hambre como los niños de término no pueden tragar rápidamente grandes cantidades para satisfacer su apetito. Es por ello que se debe ir más lento con ellos. La mamá tiene que adaptarse y para eso hay en los hospitales enfermeras especializadas que la ayudarán a conocer las mejores posiciones.

Desde mi perspectiva, los bebés nacidos a término, los prematuros, los malformados, los que fallecen pronto , o que fallecen más tarde, son seres humanos que tienen el mismo valor fundamental que cualquier otro. Son seres sagrados, tenemos que ayudarlos, protegerlos y, lo más importante, amarlos por lo que son.

Kahil Gibran, uno de mis autores favoritos, escribió: “nosotros no somos más que los arcos de los cuales nuestros hijos, como flechas vivientes, son lanzadas”. Los hijos no nos pertenecen, somos responsables de ellos pero son seres independientes y tenemos que guiarles a que tengan una mejor vida. Ayudarles a que vean que hay otras dimensiones, como la dimensión espiritual. Todo esto con amor y conocimiento, guiados por gente que sabe un poquito más que nosotros como los pediatras, las abuelas, las madres.

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dr.Guillermo Gutierrez Calleros