Horarios y rutinas para el buen descanso de los bebés

En el útero materno el bebé pasa algunas horas durmiendo y otras despierto alternativamente y sin horarios preestablecidos. En sus primeros días de vida irá adquiriendo el hábito de dormir….

Existe un alto porcentaje de niños que tienen problemas para dormir debido a que no han adquirido aún esta rutina. Son los padres quienes deben promover esta práctica al recién nacido (que no distingue entre día y noche), ya que si bien todos los bebés duermen, no todos logran descansar bien.
El recién nacido suele despertarse cada 2 o 4 horas para comer. En ese lapso, en general, él se despierta, es alimentado, se le cambia el pañal y se vuelve a dormir. Si bien esto es lo más común, hay niños que no tienen parámetros horarios y pueden dormir hasta 16 horas diarias.
A partir del tercer o cuarto mes algunos bebés, pueden dormir de corrido toda la noche. Los períodos de sueño más prolongados se relacionan con un cambio biológico: él va madurando en la medida que su sistema nervioso central incorpora estas funciones.
Esto no es igual para todos, ya que hay quienes pueden desarrollar esta habilidad más tarde y en este período aún se despiertan varias veces durante la noche.
¿Cómo enseñarle a dormir a un recién nacido?

Enseñarle a dormir a un recién nacido no es tarea sencilla. Para lograrlo es importante establecer una rutina diaria, ser paciente y perseverante. Hay que darle pautas para que aprenda a distinguir el día de la noche, el silencio del ruido, los horarios de comida.
El llanto del bebé puede obedecer a diferentes causas (hambre, sueño, frío, calor), por ello no es conveniente alimentarlos inmediatamente ante el primer llanto ya que no siempre esto se relacionará con el deseo de ser alimentado.
Muchas veces se calman con el contacto de mamá o de papá.
Diferenciar el día de la noche…

Para ayudar al bebé a diferenciar entre día y noche es conveniente que de día esté en un lugar de la casa distinto del que va a estar a la noche. Puede estar en el living, en la cocina, en su cochecito o bebesit, aún cuando esté durmiendo y no es necesario que haya silencio absoluto: puede haber música o sonidos propios de las tareas habituales que se realizan en la casa.
De noche sí es conveniente que haya más silencio, menos luz, mayor tranquilidad y que duerma en su cuna.
Es aconsejable que en los momentos en los que el bebé está despierto, se le hable, mime y juegue para que empiece a diferenciar entre estar dormido y despierto.

Establecer rutinas…

Generalmente los recién nacidos se duermen mientras se alimentan y se espera que hagan un provechito para luego acostarlos.
Es bueno establecer rutinas como, por ejemplo: bañarlo antes de la cena procurando que sea siempre en el mismo horario. Es importante, también, que duerma con ropa cómoda y evitar que tenga frío o calor. Por otro lado, no se recomienda que el niño se duerma en brazos: es mejor acostarlo solo, en su cuna y cantarle una canción o hablarle en voz baja, hacerle mimos, acariciarlo, decirle que tiene que dormir y despedirse.
Esto se hace para que desde el principio el bebé reconozca su cuna como lugar de dormir. Así, cuando se despierte en el medio de la noche estará en el mismo lugar donde se durmió.
El está en condiciones para comenzar a incorporar el hábito de dormir solo en su cuna.

¿Dónde duermen los recién nacidos?

La respuesta a esta pregunta deben encontrarla los padres de acuerdo a sus deseos y convicciones. Es bueno que lo planifiquen y decidan antes del nacimiento ya que la llegada de un nuevo integrante a la familia, supone pocas horas de sueño y mucho cansancio.
Se aconseja que durante los primeros 3 meses los niños duerman en la habitación de los padres, en especial para facilitarle a la madre el continuo despertar durante la noche.
Ya tiene tres meses…
Alrededor del tercer o cuarto mes, el niño duerme de 4 a 6 horas de corrido y, desde entonces, irá estirando sus períodos de sueño. A partir de este momento la tarea de enseñarle a dormir debe ser más constante. Los papás deben estar convencidos, seguros y tranquilos de esto. Su actitud es fundamental, pues el niño lo percibe y de acuerdo a lo distinga, se quedará en su cuna o querrá salir.
El bebé debe asociar la hora de dormir a una rutina: la repetición les da seguridad. Por ejemplo: primero se baña, luego come, el papá o la mamá le cantan alguna canción o le hacen algún mimo. Cada familia decidirá a qué hora se acuesta el niño y si le ofrecen algo para la noche como un chupete, un osito de peluche, etc.
Es aconsejable, no acudir ante el primer llanto nocturno del bebé, porque a veces están soñando o simplemente gimen y se vuelven a dormir solos.
A partir de los 5 a 6 meses, se aconseja que el niño, comience a dormir fuera de la habitación de los padres, siendo lo ideal que tenga su propio lugar o habitación.
Los barrotes de las cunas pueden quitarse entre los 18 y 24 meses aunque para mayor tranquilidad se recomienda colocar en principio un colchón al lado para amortiguar las posibles caídas.

Bibliografía consultada: Zona Pediátrica

CONSULTE SIEMPRE A SU PEDIATRA

Dra. Carla Petrucci

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