Maltrato y abuso en niños y púberes

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Cualquier niño puede recibir maltrato, independientemente de dónde viva, cuánto dinero tenga su familia, la edad que tenga o con quién viva. A un niño lo puede maltratar uno de sus papás, un padrastro o una madrastra, otro tipo de pariente, un cuidador, un entrenador u otro niño.
El maltrato infantil puede ocurrir en cualquier lugar: en casa, la escuela, la guardería, la casa de un amigo.
Es importante que puedas Informar a alguien sobre lo que está ocurriendo de inmediato.
Cuando un niño recibe maltrato debe decírselo a un adulto en quien confíe de inmediato. Independientemente de lo que diga el maltratador, el maltrato siempre es malo, y el niño puede pedir ayuda y obtenerla de diferentes maneras.

Informa a un adulto de confianza. ¿A quién? Se lo puedes explicar a alguien de tu escuela, como a tu psicólogo escolar, un profesor, un entrenador. O se lo puedes explicar a un amigo de tu mamá o papá, o a tu hermano o hermana mayor. Lo puedes hacer en persona o por teléfono, escribir una nota, un correo electrónico o una carta. Puede resultarte difícil porque te pueden haber estado asustado para que no lo cuentes. Pero es muy importante que lo sigas explicando hasta que un adulto pida ayuda y cese el maltrato.
Si no cuentas con un adulto de confianza a quien decírselo, explícaselo a alguien por teléfono o enviando un mensaje de texto a una línea de atención telefónica:
Si estás en peligro, llama al 911. Asegúrate de dar información sobre tu nombre y dirección para que te puedan ayudar.

¿Cómo puedes saber si estás recibiendo malos tratos?
Existen varias formas distintas de maltrato:
Que te hagan daño en el cuerpo se llama “maltrato físico”. Puede ocurrir cuando alguien te pega fuerte con la mano o con un objeto, como un cinturón, sobre todo cuando el golpe te deja moretones o cortes. Zarandear, empujar, estrangular, agarrar causando dolor y dar patadas también pueden considerarse formas de maltrato físico. Hacer daño a un niño nunca está bien. Cuéntaselo a un adulto de confianza si te está ocurriendo alguna de esas cosas.
Que te toquen tus partes íntimas se llama “abuso sexual”. Tus partes íntimas son las partes que te tapas con el traje de baño o la ropa interior: los pechos, la vagina y las nalgas en las niñas; el pene, los testículos y las nalgas en los niños. Si un adulto u otro niño toca las partes íntimas de un niño o le pide que se las toque a él o a ella, eso está mal. Cuando ocurre un abuso sexual, la persona que lo lleva a cabo suele decirle al niño que se trata de un secreto que no debe explicar a nadie. Pero el niño no tiene que mantenerlo en secreto. Si te pasa a ti, explícaselo a un adulto de confianza, o a más de uno, hasta que alguien te ayude.
Herir a un niño con malas palabras o mucho enfado se llama “maltrato verbal, emocional o psicológico”. El maltrato verbal, emocional o psicológico ocurre cuando alguien le grita a un niño constantemente, lo insulta, o lo amenaza con dejarlo solo o en adopción. Es normal que los papás se enfaden con sus hijos de vez en cuando. Pero si hay gritos, empujones o amenazas gran parte del tiempo, esto puede hacer que el niño se empiece a encontrar muy mal consigo mismo. A un niño también le duele mucho que lo ignoren y que no le trasmitan afecto. Si eso te ocurre a ti, es muy importante que se lo cuentes a un adulto en quien confíes.
Hace falta ser muy valiente para hablar sobre este tipo de cosas, y a veces se necesita un tiempo para sentirse lo bastante fuerte como para hablar. Es algo completamente normal. Basta con que el niño sepa que, al fin y al cabo, contárselo a una persona de confianza es lo mejor y lo más valiente que puede hacer.
Prestemos mucha atención a sus cambios:
ƒ Se hace daño/lesiona a sí mismo o tiene pensamientos suicidas.
ƒ Uso de alcohol o drogas
ƒ Huye o se escapa de casa.
ƒ Tiene dinero de repente.
ƒ Conocimiento sexual explícito más allá de la etapa de desarrollo del niño
ƒ Fijación sexual indicada por lenguaje o dibujos
ƒ Pesadillas, problemas para dormir o miedo a la oscuridad
ƒ Cambios repentinos o extremos de humor (por ejemplo, rabia, miedo,
enojo, llanto o alejamiento)
ƒ Referencias a un nuevo amigo mayor
ƒ Evita sin explicación ciertas personas, lugares o actividades.

Como psicóloga de niños y adolescentes, queridos padres, no pierdan tiempo, ayuden a su hijo o hija y acompáñenlo en todo.
Sean comprensivos y crean en sus palabras.
Denuncien a quien sea.
Consulten pidiendo ayuda psicológica y medica lo antes posible.

Lic Gloria Grosman: especialista en niños y adolescentes
Orientación a padres

2 Responses to Maltrato y abuso en niños y púberes

  1. Adriana Inés Portnoy dice:

    Excelente trabajo Lic. Gloria Grosman.
    Muy bien planteado, claro y preciso. Que los padres puedan leer, entender y transmitir a sus hijos.
    Fundamental.

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